Tatuajes: la identidad a través del arte corporal Ciudad CulturaPor rherrera - 27 mayo, 2016 Cada día son más la personas que se tatúan y muestran orgullosos lo que hoy es considerado arte, pero no hace mucho, estas grabaciones en la piel eran sinónimo de rebeldía y marginalidad. Actualmente ¿Cómo es el panorama del arte corporal en Concepción?, ¿Existe un prejuicio hacia los tatuajes? Dibujo tienda Otix. Fotografía: Constanza Zamorano El tatuaje, que corresponde a una inyección de color con tinta en la epidermis de la piel de las personas, entra en escena como un símbolo de modernidad, pero olvidamos que estas técnicas son milenarias y podría ser una de las primeras expresiones artísticas de la humanidad. Esto es posible saberlo, ya que las momias con más años de antigüedad encontradas en distintas partes del mundo, presentan marcas de tinta en su piel, como por ejemplo el “Hombre de Hielo” fue encontrado dentro de un glaciar de los Alpes de Ötztal, su cuerpo tenía 57 tatuajes lineales y se ha calculado que esta momia tiene cerca de 5200 años de antigüedad. En las diferentes civilizaciones étnicas han sido utilizados con fines religiosos y bélicos, pero siempre diferenciadores, ya sea del pueblo al que pertenecen o a la clase social. Este es un concepto que no ha cambiado hasta hoy, pues es arte sigue siendo un método de identificación personal, para diferenciarse de los demás. Si bien, hubo un periodo en que las personas lo asociaban a la delincuencia y a la cárcel, hoy definitivamente no tiene nada que ver con eso. En Concepción… Los locales y estudios dedicados a la realización de tatuajes ha crecido considerablemente en los últimos años. Una de las prácticas que más sorprenden es que la gente joven se está atreviendo a formar parte de este rubro, se podría creer que debido a la poca experiencia no les iría bien, pero la verdad es que no es así. Fachada de la tienda «Crew Art» Fotografía: Constanza Zamorano. Uno de los estudios de tatuaje nuevos en la ciudad es “Crew Art Studio”, ubicado en el centro de Concepción, y son cinco jóvenes diseñadores que abarcan diferentes estilos quienes trabajan en este local. Mauricio Álvarez, cofundador del local, comentó sus inicios en este mundo. “Empecé a tatuar con 15 años, pero de manera profesional llevo unos cuatro. Los primeros años fueron de aprendizaje y mientras estudiaba Diseño, con eso igual lo fui complementando. Siempre me llamó la atención el tema de los tatuajes, pero cuando me metí de lleno en el cuento fue porque descubrí algunos referentes y quería lograr lo que ellos hacían”. Con respecto al local, “yo llegué a trabajar a un estudio donde estaba Juan, mi socio. Ahí nos conocimos y planteamos tener nuestro propio estudio, uno que se convirtiera en referente aquí en Concepción y nuestra visión del local fue que se transformara en el mejor de la ciudad” Juan Carlos Arriagada, Tatuador. Fotografía: Constanza Zamorano Juan Carlos Arriagada, diseñador de 27 años quien también es cofundador del estudio asegura que: “En un principio fue muy difícil, además que los procesos de aprendizaje son un poco lentos, establecerse y conseguir una clientela constante es complicado. Crear confianza en la gente para que ellos se atiendan contigo fue lo que más nos costó cuando comenzamos”. Por otro lado se encuentra Vicente Cifuentes, de 40 años, tiene una gran experiencia pues lleva 20 años trabajando en “La Locura” asegura que: “Me tomó muchos años de trabajo lograr una estabilidad y que la gente reconociera mi trabajo, así igual uno aprende, uno va conociendo cosas nuevas todos los días. Fue muy difícil, sobre todo los primeros años donde no se autorizaba y no estaba regulado el negocio de los locales de tatuajes o perforaciones”. Mauricio Álvarez, tatuador. Fotografía: Constanza Zamorano. Con respecto al tatuaje en Concepción, Álvarez, del estudio “Crew Art”,considera que los clientes son mucho más arriesgados que antes. “10 años atrás, cuando yo empecé, no tatuaba tanto y siempre eran cosas pequeñas. Hoy la gente te pide proyectos más grandes, gracias a la televisión e internet el trabajo de los artistas se conoce de manera más fácil también. La gente ahora se motiva más al ver referencias buenas y de mucha calidad”. Arriagada, de “La Locura”, comentó que: “El tatuaje en Concepción ha crecido un montón, cuando yo empecé eran muy pocos los artistas que se dedicaban a esto, eso ha cambiado mucho en los últimos años. Existen tantos tatuadores que uno constantemente debe aprender cosas nuevas y perfeccionar su técnica, eso ayuda mucho a que en la ciudad suba el nivel de calidad de los trabajos”. Todos los tatuadores, buscan desarrollar profesionalmente este arte, donde la piel es el lienzo que ellos deben marcar y su tarea es fundamental, pues esa marca acompañará a las personas por toda la vida. “Crew Art Studio”. Fotografía: Constanza Zamorano ¿Qué hay del estigma hacia los tatuajes? Con respecto a los prejuicios que la sociedad tiene con los tatuajes y a las personas que realizan estas impresiones en su piel, es difícil saber con exactitud qué es lo que pasa, como se mencionaba anteriormente la gente relaciona esta práctica con la delincuencia y es probable que las generaciones mayores continúan viéndolo así. Pero la diferencia está en que son los jóvenes quienes ya no se preocupan o en menor grado, de tatuarse y mostrar a través de esto quienes son. Tienda Otix. Fotografía: Constanza Zamorano Para hablar sobre este tema en Otix, una tienda nueva, certificada, que cumplira dos años funcionando, dedicada a los tatuajes y las perforaciones la cual se ubica en el segundo piso de la Galería Amanecer, en pleno centro de Concepción se mostraron muy dispuestos a hablar sobre este tema. María Isabel Poblete, dueña de Otix considera que “los tatuajes no hacen un mal profesional, sino que los tatuajes son una manera de reflejar, tal vez sentimientos, inmortalizar algo que ha pasado en tu vida, creo que es la forma de liberar o de manifestar el arte en la piel, pero no sé tengo mucha rabia con la sociedad porque a veces uno va a buscar trabajo a alguna parte y te discriminan, es una palabra fea «discriminar», pero la verdad es que te discriminan mucho, porque o tienes un tatuaje, tienes un piercing o se preocupan mucho del qué dirán. Entonces creo que eso no es muy justo para, todos nosotros al menos los jóvenes, que nos gusta llevar el arte en la piel, a veces es muy malo, no nos gusta” Con respecto a la situación actual y el estigma de los tatuajes, Isabel asegura que “la gente está muy liberal, al menos la generación de ahora, del 2000 en adelante, piensa de otra manera, o sea su manera de ser, se sentir, de pensar, ya es como que no me importa lo que digan y me voy a tatuar donde yo quiera y lo que a mí me dé la gana. Entonces en el día de ahora, bueno si hay gente que trata como un poquito más arriba, como que igual no sé, policías, por darte un ejemplo,en el área de la salud, obviamente, no puede ser muy visible por el protocolo de un hospital o clínica, tiene que ser más o menos tapado, pero ya como que de un tiempo a otro, se va aceptando un poco más que los profesionales tengan tatuajes en el cuerpo visibles o no, porque acá yo veo de todo, desde un médico hasta un tipo que trabaja en el banco. Un ejemplo, viene un chico que trabaja en un banco, tu lo ves pinta punta en blanco, con terno, bonito, buen mozo, pero se sacó la camiseta y el tipo estaba todo tatuado, entonces ya ¿de qué estamos hablando? O sea y él asume su cargo como gerente, algo normal”. Felipe Guzmán Sanhueza, tatuador. Fotografía: Constanza Zamorano. Refiriéndose al mismo tema, Felipe Guzmán Sanhueza, uno de los Tatuadores de la tienda Otix, quién se dedica a esto desde noviembre del año 2011, considera que si hay un estigma pero que las nuevas generaciones son fundamentales en este cambio. Desde el punto de vista de un experto, Marcelo Moraga Catalán, Docente del Departamento de Sociología de la Universidad de Concepción asegura que los tatuajes tiene por así decirlo, un antecedente en lo que eran las formas tribales de poder darse a conocer, pero claramente el re significado por las culturas urbanas. De hecho hoy en día podemos asumir que el tatuaje también es una mercancía, del punto de vista de que uno lo compra y que ha trabajo de por medio a través del tatuaje, hay gente que se dedica a esto. Marcelo, asegura que con respecto a los trabajos son aquellos que se valen de la imagen de los trabajadores quienes aún ponen problemas por este tema, pero que el cambio de este prejuicio deberá ser paulatino. Tatuaje de Rene. Fotografía: Constanza Zamorano Por último, Rene Hidalgo Erices, quien es enfermero y cuenta con dos tatuajes no visibles, pues asegura que es necesario en su trabajo, comenta que si hay un estigma dentro de su área laboral, no tanto al momento de ser contratados, si no que al momento de ejercer: “Lo que se refiere a los colegas o a al resto de los profesionales, no hay grandes problemas, hay varios que tienen tatuajes muchos de ellos en lugares no visibles, porque principalmente la gente, los pacientes que uno atiende que suelen ser gente mayor de 45 -50 años tiene este estigma todavía, tiene esta idea de que los tatuajes son malos o que son de gente que se considera loca o tiro al aire. La gente suele no confiar en colegas que tiene tatuajes en lugares visibles la gente de repente los mira de otra forma o no se relaciona de la misma manera que con otros colegas. Ese es el problema”. Proceso inicial del tatuaje de Rene. Fotografía: Constanza Zamorano A su juicio y en concordancia con los demás entrevistados, el cambio generacional es que borrará por completo este estigma, “lo único que hay que hacer esperar al cambio generacional, porque no son ideas preconcebidas que ya son tan arraigadas en las personas, en el pensamiento de la gente que a esta altura alguien de 50 – 60 años es difícil hacerle cambiar esa idea preconcebida y que traen desde pequeños, ya que crecieron en una época donde los tatuajes eran mal vistos y eran básicamente como de delincuentes. Entonces hay que esperar el cambio generacional y nosotros seamos esos adultos, y a nosotros no le demos la importancia o sepamos lo que en realidad significan las capacidades mentales con lo que uno lleva en el cuerpo eso no tiene nada que ver”.