Hace casi 20 años fue implementada en nuestro país la Jornada Escolar Completa, que significaron más horas de clases y mayor infraestructura en los colegios de Chile. Implementada en el año 1997 bajo el gobierno de Eduardo Frei, la JEC tenía como principal objetivo el desarrollo integral, intelectual, artístico, y físico de los estudiantes.

Inicialmente, este sistema propuso que en estas horas extras se incluyeran talleres artísticos, deportivos, científicos, etc. Por otra parte, realizar tareas en la escuela y protegerlos mientras los padres estuvieran en sus trabajos.

Sin embargo, en la práctica, la realidad no se ha ajustado a las ideas que inspiraron la extensión de la jornada escolar. La competencia entre las escuelas por sacar los mejores puntajes en pruebas como el Simce o la PSU, han obligado a ocupar las horas ‘extraprogramáticas’, en repasar materias teóricas y entregar extenuantes tareas que los menores llevan a sus hogares.

No obstante, la integración de estos complementos a las materias no siempre dan buenos resultados. “Los resultados de la JEC han sido relativos, el año pasado tuvimos buenos resultados en el SIMCE de cuarto básico, estamos dentro de la comuna y estamos sobre el nivel nacional, no así en sexto ni en octavo, ya que bajamos unos puntos”, reveló Ema Asenjo, Directora del Colegio España de Concepción.

“Además de la jornada, aquí a los padres se les informa que van tareas para la casa, ellos están de acuerdo, hay un porcentaje que no lo está, pero cuando se les informa en reuniones de apoderado el beneficio de aquello, ellos aceptan, las tareas son para reforzar los aprendido en clases”, añadió.

Además, agregó que en las horas extras que las alumnas pasan en el establecimiento, ellas tienen la posibilidad de desenvolverse en talleres artísticos, deportivos, culturales y científicos. Sin embargo, La efectividad de esta metodología de enseñanza se ve cuestionada cuando los resultados no son los esperados.

“En términos si es efectivo o no la jornada escolar completa la verdad según mi percepción no, porque cantidad no es lo mismo que calidad, el ideal sería mejorar los procesos de educación, de enseñanza y aprendizaje que pasan dentro del aula. No sacamos nada con enviar tareas a la casa porque eso simplemente es un refuerzo y no está siendo un proceso de aprendizaje”, enfatizó Jessica Altamirano, Coordinadora Académica de Ciclo Básico del Colegio La Providencia de Concepción .

En este sentido, es bastante contradictorio exponer a un niño a tantas horas académicas y además entregarles más material de apoyo para ejerciten en casa, esto refleja que el sistema no está funcionando. La educadora indicó que lo ideal sería que los niños aprendan en jornadas más cortas, pero para que esto se cumpla el sistema educativo del país debe pasar por un largo  proceso en el que se formen comunidades de aprendizaje, en los cuales directivos, profesores, niños y padres aprendan en conjunto.

“Hay que considerar que todos y todas pueden aprender en función de sus diversas capacidades… estamos recién empezando un proceso de concentiziacion, van a pasar de 15 a 20 años para que tengamos educación de calidad”, señaló la especialista sobre los cambios que deben ocurrir en el sistema educativo.

En este sentido, queda en evidencia que la JEC  y su función inicial, es sólo un método para suplir las falencias del sistema educativo en Chile, que sólo con un replanteamiento de la enseñanza serán solucionados . Finalmente, esta carga horaria adicional no produce mayor efecto en el mejoramiento del aprendizaje, siendo los únicos perjudicados, los estudiantes.

Para solucionar esta problemática, el pasado 6 de junio, se creó el Proyecto de Ley N° 10730-04 de Senado, el cual pretende modificar el decreto con fuerza de ley N°2, de 1998, del Ministerio de Educación, con el objetivo de que se eliminen las tareas para la casa de los estudiantes que tengan Jornada Escolar Completa.

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