La relevancia que han generado las pensiones universitarias en Concepción SociedadPor czamorano - 25 noviembre, 2016 Cada año llegan nuevos estudiantes a la ciudad, y las residenciales se han ganado un espacio importante dentro del mundo universitario, siendo el primer trámite a realizar al momento de llegar a estudiar a la región. En Concepción, existen más de 36 pensiones universitarias que dan alojamiento a jóvenes estudiantes de establecimientos de educación superior como la Universidad de Concepción, Universidad Católica de la Santísima Concepción, Universidad del Biobío, entre otras del área privada. Los precios de estas residencias varían entre los 55 mil pesos, hasta los 250 mil pesos, estos precios varían según el tamaño y los muebles de la pieza, los servicios entregados, como lavadora y secadora, o si el aseo lo hace cada uno en su pieza o tienen una persona que realiza la limpieza de piezas y lugares comunes. Teresa Ortiz, dueña y administradora de una pensión ubicada en el Barrio Universitario, declaró que después del terremoto del 2010 fue víctima de saqueo en su negocio en la comuna de Coronel. Luego de eso decidió pedir un préstamo a un banco, con el cual se le dio la oportunidad de comprar una casa en situación en abandono que está cercana a la Universidad de Concepción, la cual modificó y le instaló lo necesario para prestar servicio de arriendo de piezas con utilización de espacios comunes como cocina y baño. Fotografía: Constanza Zamorano Un punto relevante de las residencias universitarias, son los servicios que estas ofrecen y hay que tener en cuenta al momento de buscar donde vivir. Dentro de estos criterios se pueden encontrar la velocidad del internet, si la casa contempla una persona que esté a cargo de la limpieza de lugares comunes como cocina y baño, o si tiene piezas amobladas con lo necesario para estudiar y descansar. Claudio Rivera, estudiante de Magíster en Ciencias Físicas de la Universidad de Concepción, no se fija tanto en los servicios más solicitados que puede facilitar la residencia, en cambio, prefiere la cercanía y la limpieza de la casa. «Me gusta que sea linda estructuralmente, que esté cerca de la universidad y al alcance monetario de mi bolsillo». Al momento de mantenerse en estas pensiones, no siempre va a existir una buena comunicación con los demás jóvenes que habitan el mismo techo. Ángela Carrillo, estudiante de Geofísica de la UdeC, mencionó cuáles son los mayores problemas que ha enfrentado en su pensión, que van desde malos hábitos de sus compañeros de casa, hasta falta de espacio para guardar comida. «Creo que el principal problema se debe a que somos 22 personas, por ejemplo, el sistema de refrigeración se ha visto colapsado en varios días, y la dueña de la pensión no arregla mucho ese problema. Y otro es problema es de convivencia, en general el tema de higiene, porque todos tenemos diversos modos de aseo y siempre chocamos en eso. También el tema de los robos, que entraron diversas veces, pero luego se instalaron sistema de alarma y no ha vuelto a pasar», destacó la estudiante. Sobre la ausencia de fiscalización, Rivera comentó respecto a lo importante que puede ser la inspección para mejorar el servicio de las pensiones. Además, esto puede afectar de manera positiva a las personas que se encargan del aseo de estos lugares. Fotografía: Constanza Zamorano Vale recalcar que las pensiones o residencias universitarias no tienen un ente fiscalizador que vele por la buena construcción del hogar, el adecuado espacio para los estudiantes, los objetos y muebles necesarios para vivir, junto a las condiciones sanitarias. Pero según el artículo 1 de el Reglamento de Hoteles y Establecimientos Similares, las pensiones universitarias entran en la categoría de este decreto. Con el paso de los años, estos espacios han ganado potencial y fama por las facilidades que entregan a los estudiantes. Pero todavía existe una carencia de fiscalización de precios, según el servicio que pueden entregar y la infraestructura adecuada para un buen hogar estudiantil.