Humillación sin límites a través de redes sociales

Existe gente que divulga fotografías íntimas para obtener seguidores en las redes sociales. Hay otros que envían sus fotos a la persona equivocada, donde el material privado es expuesto en la red por quienes ellos confiaron. Acción que perjudica la vida de las víctimas al sentirse avergonzados y humillados.

 

Sexting: intercambio de mensajes de texto con alto contenido sexual. Fotografia: Katherine Salas.

Con el avance de la tecnología y el uso masivo de las redes sociales, se han originado diversas prácticas en la vida cotidiana, donde la mayoría de éstas son nuevas. Una de ellas es el sexting, fenómeno que tiene como principales protagonistas a las personas que mantienen relaciones afectivas.

El sexting es una palabra en inglés que une sex y texting, la primera frase significa sexo, mientras que la segunda se traduce como el envío de mensajes de texto mediante teléfonos celulares. Este fenómeno permite el traspaso de material digital con contenido sexual a través de dispositivos móviles. Gran parte de las fotografías o videos son protagonizados por el propio remitente.

Pero, ¿qué ocurre cuando las fotos íntimas que alguna vez enviaron son reveladas en la red? Es un tema delicado, donde las víctimas logran ser reconocidas entre sus pares. Situación que repercute en su vida emocional y también diaria, al ser motivo de burlas. A nivel mundial existen muchos casos de filtración de material erótico, mientras que Concepción no es excepción.

La red social Tumblr, como medio de sexting y filtración de contenido

En 2012 apareció en Tumblr una cuenta que tenía millones de seguidores. El usuario detrás de esta página, se hacía llamar “Pornandstaff1” y en ella se podían enviar fotos íntimas de manera privada.

Hace dos meses reapareció de forma pública en Tumbr, el material que supuestamente era protegido y privado. Una de las víctimas de este caso es Matías Aguillón de 21 años, quien actualmente estudia Psicología y de manera admirable, no tiene ningún problema en que su nombre e historia se den a conocer libremente con el fin de generar conciencia, para que su experiencia no se vuelva a repetir.

Matías Aguillón, victima de filtración de fotos íntimas. Fotografía: Gentileza de Matías.

“El día que mandé esa fotografía tenía 17 años. Lo admito, fue una estupidez que no debí hacer. Al pasar del tiempo nunca creí que tal cosa tendría semejante consecuencia, ya que a mis 21 años la foto reapareció. Estaba con mis amigos, cuando uno me dice que debe mostrarme algo. Cuando miro su celular, me veo a mi mostrando el trasero. No entendía nada de lo que estaba pasando, por qué él tenía una foto en su celular, una foto que había sido enviada hace tiempo atrás”.

Luego de saber que su fotografía fue divulgada en Tumblr, a Matías se le vino el mundo abajo: “La verdad es que me sentí desprotegido, humillado, ridiculizado y sin valores. Una vez que intenté borrar todo lo publicado, no se había podido completamente, porque ya se habían compartido en otras cuentas de acceso privado. Esto me repercutió bastante en el tema emocional, ya que mis hermanas en ese tiempo tenían nueve y 14 años. Ellas no sabían que era gay y tras ver las fotos, fue evidente”.

Esa fue la forma en que Matías se enteró de que su foto había sido viralizada en Internet. Historia que está superada, pero no del todo, ya que al recordar lo ocurrido continúa sintiéndose avergonzado. Es por eso, que el joven recomienda que la “piensen dos veces antes de hacer esas locuras”, porque las redes sociales están al alcance de todos.

Además de Matías, otros jóvenes fueron víctimas de la filtración de sus fotos en Tumblr, donde la mayoría de ellos eran de Concepción. Lo lamentable, fue que muchos seguidores al ver las fotos publicadas, comenzaron a divulgar este hecho mediante Twitter y Facebook, lo que condujo a que diversas personas pudieran ver las fotografías y continuaran dando a conocer lo sucedido.

El caso de la familia Aburto

Fotografía: Katherine Salas.

Otra historia compleja es el caso de Carmen Aburto, que por respeto a su familia y a la afectada, hemos puesto nombres ficticios. Su hermana Florencia, estudiante de derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile, piensa que el año 2009 fue el peor de su vida, tras darse cuenta que se había filtrado un video de su hermana mayor tocándose de manera erótica con un plumón marca “Sharpie”, el cual es su nuevo apodo hasta hoy.

“Recuerdo que todos hablaban del video, pero nadie me decía nada. Mis amigas eran súper conservadoras en ese entonces, así que se hicieron las desentendidas. Otras aseguraron que no se veía la cara de mi hermana y por eso no se habían dado cuenta, pero todos sabían quién era. Hasta el día de hoy, jamás he visto ese video y fue una decisión que tomamos como familia. Aunque los detalles los he escuchado en fiestas donde hablan del tema, pero no saben que la del video es mi hermana. Es súper incómodo y humillante”.

El día que sus padres se enteraron, no podían parar de llorar. Amenazaron con querellarse contra el expololo que había filtrado el video. Sin embargo, él asegura que le quitaron el teléfono borracho en una discoteca y subieron el material íntimo de Carmen a YouTube.

ÉSTOS SON ALGUNOS DE LOS RIESGOS QUE PUEDE CONTRAER LA PRÁCTICA DE SEXTING

Infografía: Katherine Salas.

¿Qué hacer si tus fotos o videos íntimos se filtran?

A partir del año 1995 se estableció la Ley número 19.423, la cual regula los delitos contra la intimidad y la vida de las personas, con el fin de proteger el respeto de la vida privada y familiar de los afectados. Desde ese entonces hasta la actualidad la tecnología ha tenido un desarrollo notorio, lo que ha originado nuevas plataformas digitales que permiten el intercambio de archivos de forma instantánea.

Juan Pablo Bocaz, abogado criminalista. Fotografía: Katherine Salas.

Por lo anterior, el abogado Juan Pablo Bocaz es quien explicará cómo las acciones legales se han ido adecuando desde dicho momento, época en la que no existía el auge de las redes sociales. Es por esto, que el profesional señala lo siguiente frente a las repercusiones digitales: “La tecnología ha avanzado muchísimo más rápido de lo que ha avanzado la legislación. Entonces, con la irrupción de las redes sociales hay delitos que nos cuesta castigarlos, ya que no existen leyes actualizadas que las respalden”.

Luego que el profesional entrega aquella información, busca en su escritorio sus archivos legales y lee de manera textual el artículo: “Se castigará con la pena de reclusión menor en cualquiera de sus grados y multa de 50 a 500 UTM al que, en recintos particulares o lugares que no sean de libre acceso al público, sin autorización del afectado y por cualquier medio, capte, intercepte, grabe o reproduzca conversaciones o comunicaciones de carácter privado; sustraiga, fotografíe, fotocopie o reproduzca documentos o instrumentos de carácter privado; o capte, grabe, filme o fotografíe imágenes o hechos de carácter privado que se produzcan, realicen, ocurran o existan en recintos particulares o lugares que no sean de libre acceso al público”. Tal como está escrito en el Código Penal.

En casos como los de Matías o Carmen, demandar ante los tribunales civiles junto con la colaboración de la Brigada Investigadora del Cibercrimen de la PDI, es sin duda la mejor opción para las víctimas. Sin embargo, el daño a la imagen, el acoso, las burlas y el hostigamiento provocado por la morbosidad de las nuevas generaciones, puede terminar en un desenlace trágico.

 

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