Descubriendo el parto humanizado: la experiencia de dar a luz de manera integral en la salud pública

Durante los últimos años, el concepto de parto «humanizado» o «respetado» se ha alzado con fuerza entre las mujeres que esperan dar a luz en futuro tanto a corto como largo plazo. La Organización Mundial de la Salud lo ve como el derecho básico a ser libre de optar la manera en la que se quiere tener un hijo y respetar los tiempos y opciones de cada mujer. Hospital Las Higueras, de Talcahuano, es pionero a nivel local en la materia.

Bosquejo realizado por Sanchita Islam, gentileza de Huffington Post UK

Un breve recorrido histórico con cifras a nivel mundial y nacional

Los primeros indicios de trabajos de parto a nivel hospitalario en el mundo datan de comienzos del siglo XX, fecha en que estos procedimientos comenzaron a llevarse a cabo para disminuir la mortalidad materno-neonatal. A su vez, alrededor del mismo tiempo, los practicantes de la medicina bautizan como obstetricia a la especialidad enfocada en atender a la mujer embarazada. Tanto los nueve meses de gestación como el parto en sí eran tratados bajo parámetros muy parecidos a los de una enfermedad, y dado a los escasos avances científicos y tecnológicos propios de la época, la mujer automáticamente perdía libertad a la hora de elegir el modo en el que quería dar a luz.

Infografía gentileza de diario La Tercera

En la actualidad, este proceso se institucionalizó y también naturalizó, al punto de dejar de verse como un riesgo propiamente tal. Según informes un informe llevado a cabo por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en 2014, en Chile, la tasa de fallecidos antes de los cinco años es de ocho casos por cada mil nacidos vivos hasta 2013. Incluso, entre los menores de un mes, el país posee la tasa de mortalidad más baja de Sudamérica, con cinco por cada mil nacidos. Si se considera todo el continente americano, sólo es superado por Cuba y Canadá, en tercer lugar, y Estados Unidos, en cuarto.

Los avances también cuentan con cronología comparativa. En 1957, una mujer chilena en edad reproductiva (desde los 15 a 49 años) tenía 3,5 años de estudio promedio. En la última década, el promedio pasó a ser de 12 años de escolaridad. Entre las variables influyentes de este progreso es posible hallar factores como atención llevada a cabo por personal de salud calificado, nutrición complementaria para embarazadas y sus hijos en centros de atención primaria y escuela, entre otros.

Pero, ¿qué es el parto humanizado?

Chile es el segundo país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con más partos por cesáreas, con 47,1 por cada 100 nacimientos; sólo le antecede Turquía, con una cifra de 51,1 por cada 100 nacimientos. Alrededor de un 35% de estos procedimientos son llevados a cabo en el sector público, y sobre el 60% tiene lugar en clínicas privadas. La discusión entre especialistas sobre si aquello representa o no un problema no está zanjada, pero la Organización Mundial de la Salud establece, desde 1985, que la tasa ideal de cesáreas debería oscilar entre el 10% y el 15%.

En el parto natural, la mujer tiene control de su cuerpo y el parto humanizado pretende entregar fuerza a aquella simbolización, rescatando el índole natural del proceso que conlleva dar a luz. «Se habla, en general, del parto respetado desde el enfoque de la humanización de la atención al usuario. Este comienza desde la visión de que el paciente es el protagonista, sus necesidades son las prioritarias y el equipo de salud se vuelve el medio para satisfacerlas. Ya sean necesidades físicas, psicosociales o afectivas», explica Susana Ríos, matrona supervisora del área de urgencias del hospital Las Higueras de Talcahuano. «En el fondo, se trabaja en pro de la recuperación de la salud, del bienestar del paciente».

Susana Ríos, matrona supervisora del área de urgencias del hospital Las Higueras de Talcahuano

La profesional cuenta con casi veinte años de experiencia como matrona y entre las responsabilidades de su cargo actual, el cual asumió en enero de 2015, se incluye la inspección de la Unidad de Partos, la Unidad de Recién Nacido Inmediato y la Unidad de Urgencia Ginecobstetra del recinto hospitalario. Además, es docente de la carrera de obstetricia de la Universidad de Concepción desde 2015, encargándose de supervisar las prácticas de partos. Alude como principal causa de la pérdida de la humanización del trabajo de parto en el enfoque hacia la resolución de problemas. «Se desvirtuó en el camino, porque comenzamos a enfocarnos principalmente en lo que es el modelo biomédico, donde lo que uno hace es entregar una prestación de salud con un fin más bien curativo, perdiendo la humanización, el trato cercano al paciente y el contacto directo».

¿Cómo ha sido incorporado este concepto a nivel institucional en la salud pública? Todo comienza con Chile Crece Contigo, un programa implementado por el Gobierno de Chile cuya misión reposa en acompañar, proteger y apoyar íntegramente a todos los niños, niñas y sus familias. Estos quedan integrados al sistema Chile Crece Contigo cuando sus madres realizan el primer control de embarazo en el sistema público de salud; tras ello, se les hace un acompañamiento personalizado hasta su ingreso al colegio. «Se logra instalar un modelo nuevo de atención en la salud sexual reproductiva de la mujer, donde se ven todas las etapas, pero dan enfoque principal, en nuestro caso, a la atención del parto».

Inclusión a pueblos originarios e iniciativas hospital Las Higueras

Surge un modelo de enfoque de derechos donde la usuaria que es mapuche o perteneciente algún pueblo originario también puede tener un parto con pertinencia cultural. Desde el año pasado, en hospital Las Higueras se está realizando la entrega de placentas a pacientes que pertenecen a pueblos originarios, específicamente pueblo mapuche. «En nuestra zona hay mucha cantidad de mapuches, el servicio de salud de Talcahuano, que atiende a las comunas de Talcahuano, Hualpén, Penco, Lirquén, hay comunidades mapuches que quieren un parto con pertinencia cultural».

La obstetra explica el procedimiento que se tiene con las madres pertenecientes a la etnia. «Cada una de estas usuarias tiene una entrevista conmigo y con el equipo del Programa Especial de Salud y Pueblos Indígenas. Hay un facilitador intercultural en nuestro hospital, que es Neftalí Paniqueo. Él trabaja con las comunidades para mantener este modelo desde la cosmovisión mapuche y la usuaria elige cómo quiere parir. Incluso pueden elegir anestesia. Ellas tratan de evitarla, pero muchas la han requerido. Tratamos de respetar su cultura. A veces quieren que les traigan una cazuela de gallinas desde sus casas o beber infusión de sus hierbas, y ambas cosas se han podido hacer».

Fotografía gentileza de Ministerio de Salud

Confía en el sistema lo suficiente para recomendar a toda futura mamá tratarse en la salud pública. «Primero, yo le aconsejaría que se venga a atender acá. Si tú me preguntas a mí, en este minuto, el mejor lugar para tener un parto humanizado y respetado es el hospital Las Higueras. Y te lo digo después de haber trabajado años en la parte privada; lo tengo más que claro». También aplica la calidad del recinto a un nivel personal. «Voy a traer a una prima que en estos momentos está embarazada para acá, y eso es algo que jamás habría dicho cinco o tres años atrás, cuando aún no trabajaba aquí y se operaba con el modelo antiguo. Hubiese dicho ‘no, mejor la clínica, podemos ingresar todos, nos van a dejar ver a la guagua’. Ahora yo sé que eso se da acá con mis pacientes».

En pro de los fines para mejorar la calidad de la atención e incentivar el tratamiento de partos humanizados, a medidos de mayo de 2017 una de las Salas de Parto Integral, en funciones desde el año 2012, fue reacondicionada y mejorada, mientras que en el área de Puerperio, para las embarazadas, se inauguró un espacio denominado “Salita de Luz”, para las futusras madre que se encuentren en el servicio de obstetricia. Su objetivo es favorecer el bienestar materno-fetal durante su estadía en el hospital, ya sea sola o en compañía de otras embarazadas.

Lenguaje de señas durante el parto

En el marco de acoger de la mejor manera posible las necesidades de la mujer que va a dar a luz, el viernes 12 de mayo, a las 00.30 horas, Karla Zurita y Nicolás Norambuena, ambos sordomudos, eligieron hospital Las Higueras para el nacimiento de su bebé, Monserrat Norambuena. José Luis Lazcano fue el intérprete durante el procedimiento y contó que la experiencia fue gratificante.

«El hospital se mostró desde un principio muy abierto a participar, dio la posibilidad de que Karla tuviera una asistencia de intérprete y no mostró obstáculo en ninguno de los momentos». La asistencia, según cuenta, fue completa. «Estuve a su lado desde que ingresó al hospital y hasta que el bebé nació. Por ejemplo, explicando lo que la matrona le decía, o cuando le aplicaron la epidural intérprete las instrucciones del anestesista. Las indicaciones de las enfermeras y trámites administrativos. En todo momento ella supo que lo sucedía».

Hospital Las Higueras se ha hecho lugar a nivel nacional en numerosas ocasiones debido a sus prestaciones de servicios inclusivos e integrales a la hora de atender a sus pacientes. En 2014, por ejemplo, fue noticia al ser el único en el país en contar con protocolo para atender a personas transgénero, también ha destacado la creación de la Unidad de Cuidado Renal Avanzado (UCRA), a fines del año pasado, una iniciativa pionera a lo largo de todo Chile.

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