Accesibilidad en el transporte público Ciudad por Alondra Paz Ibacache Quezada - 7 julio, 20178 julio, 20170 En la región del Bío-Bío son más de 345 mil personas que tienen algún tipo de discapacidad, mientras que 5 de cada 10 se han sentido discriminados de alguna forma. Los principales inconvenientes que se generan a causa de esto son los problemas para movilizarse en la ciudad, ya que el transporte, las paradas de buses y algunos lugares públicos como edificios, establecimientos educacionales, playas, entre otros, presentan escasas alternativas para los individuos con capacidades diferentes. Además, las calles en mal estado en Concepción dificultan a las personas discapacitadas en cuanto a su objetivo de transportarse con seguridad. Lo anterior, ya que presentan una gran cantidad de desniveles, grietas u otras complicaciones que incluso son nefastas para quienes no tienen problemas para caminar o desplazarse normalmente. Según Luis Hernández Opazo, coordinador del transporte público del área metropolitana de Concepción, en el transporte existe el concepto de “personas con movilidad reducida”, que abarca diferentes ámbitos de dificultades de acceso. Es decir, se trata de personas que tienen dificultades de movilidad física, que portan coches para bebés, que tienen una contextura más gruesa o niños que no tienen una edad avanzada. La ciudad de Concepción tiene sólo seis o siete buses que presentan beneficios para personas con discapacidad motriz, lo cual indica una fuerte precariedad en este tema. Sin embargo, existen dos proyectos para la mejoría de esta situación, los que consisten en construcciones de paraderos especializados para personas con discapacidad, incluso visual, como también la dotación de una flota cercana a los 40 buses de piso bajo que deben tener disponibilidad en la red interurbana de Concepción. Esta flota contará con un horario determinado para que las personas sepan en qué momento pueden tomar la locomoción. Por otro lado, el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis) y el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) ayudan a brindar cifras y porcentajes sobre la discapacidad, colaborando en los cambios necesarios para la comunidad. Si bien aún no se ha generado un cambio, sí se espera realizar mejoras notables para lograr un transporte público al acceso de todas las personas. La experiencia de enfrentar una ciudad poco inclusiva Catalina Pérez, estudiante de Ingeniería en Biotecnología Vegetal de la Universidad de Concepción, tiene discapacidad motriz y explica que una persona con este tipo de condición siempre tiene más complicaciones que alguien que no la posee. Para ella no ha sido tan complejo, ya que la cantidad de años de experiencia que tiene con sus bastones han sido beneficiosos para su agilidad. No obstante, está consciente de que a la mayoría de las personas con discapacidad sí les cuesta mucho moverse, debido a las escaleras o a la compleja condición de las calles. “Chile no está hecho para ser un país acostumbrado a las personas discapacitadas y, por eso mismo, las cosas en la calle no están diseñadas para ellos. Cuando era más chica gastaba mucha plata en movilizarme”, relata Catalina. Catalina cree en la inclusión y espera la creación de métodos específicos para discapacitados, pues hay muchas personas, incluyendo jóvenes estudiantes, que no tienen ningún soporte para movilizarse en la ciudad o en sus establecimientos universitarios.