Uso de teléfonos móviles en menores: Cuándo corresponde y cuándo no Sociedad por Paulina Benítez Soto - 8 septiembre, 20178 septiembre, 20170 A medida que pasa el tiempo y las generaciones van entrando en nuevas eras tecnológicas, captar la atención de los estudiantes es una tarea cada vez más difícil para los profesores. Uno de los principales elementos que provocan la distracción y problemas dentro del aula de clases, son los teléfonos celulares. Pero a pesar de ser aparatos donde los estudiantes pueden jugar y dedicarse a navegar por diversión en la web, también pueden funcionar como un puente entre lo divertido y el acercarse a los estudios. A nivel mundial, el aumento de teléfonos en la población y, específicamente en niños y jóvenes crece día a día. En Estados Unidos, por ejemplo, el 78% los menores de entre 12 y 18 años ya poseen un aparato móvil. El caso de Chile, según la última Encuesta CASEN, realizada el 2015, se indica que el 11% de los niños menores de cinco años ya poseen un teléfono celular, mientras que, a los 12 años, aumenta a un 50%. Si bien se ha llamado a entregar aparatos a los niños ya luego de los 14 años, los padres prefieren cada vez más, como método de control, entregarlos a temprana edad. Esto supone un cambio en la vida de los jóvenes, quienes comienzan a relacionarse con la tecnología desde pequeños, por lo que surgen distintas dudas sobre el uso que se le da a ésta. Pero, independiente de las distintas maneras en que los niños se relacionan con la tecnología, un aspecto a recalcar es el modo de empleo que se le da en la educación, porque, si bien utilizar el celular en la sala de clases es una distracción, también se puede invertir este rol y, utilizarlo como una manera de fomentar el estudio. FOMENTANDO EL USO DEL CELULAR EN SALA Por ejemplo, una iniciativa que permite utilizar teléfonos durante las clases es Lab4u. Este proyecto nace por parte de unos estudiantes de ciencias chilenos, quienes idearon cómo suplir la falta de equipamiento en los colegios, de manera que estas materias puedan ser enseñadas de buena forma. ¿De qué trata? La idea es que cualquier Smartphone o teléfono inteligente pueda convertirse en distintos instrumentos para realizar experimentos científicos. Para lo anterior, existen dos programas: Lab4physics y Spectrocell. ¿UNA FORMA DE AVANCE? Es claro que es un gran avance y ahorro para distintos establecimientos que no cuenten con la infraestructura para la realización de laboratorios. Pero también es cierto que existe un porcentaje de estudiantes que no cuentan con un celular propio. Debido a esto es que el Ministerio de Educación no cuenta con planes ni programas de tecnologías que puedan aplicarse a teléfonos móviles, por lo que implementan salas u otros proyectos relacionados al uso de las tic en general. Ejemplo de ello es el programa Enlaces, donde existen distintos proyectos para mejorar la calidad de la educación, a través de la informática y el desarrollo de una cultura digital. Sin embargo, no pueden emplear en todas las aulas de Concepción iniciativas como Lab4u, debido a los distintos grupos socio económicos que existen. Pero a pesar de lo útil de ideas como Lab4u, para la profesora, Cecilia Araneda del Liceo Técnico de Talcahuano, esta iniciativa puede desviar la atención de los jóvenes. La utilización del teléfono para otras actividades dentro de la clase, es uno de los grandes riesgos al que se ven enfrentados los enseñantes. Aunque, de todas maneras, señala que sería ideal si se sigue trabajando con este tipo de proyectos, ya que, el fomento de la tecnología y lo rápido y fácil de estos proyectos, podría mejorar continuamente la relación estudiante-clase.