Bosque nativo, ¿por qué preservarlo? Cultura por Belén Rayen Barriga Parra - 25 septiembre, 201726 septiembre, 20170 En Chile, la conservación de bosque nativo presenta mayores impedimentos que la plantación de especies exóticas por parte de plantaciones forestales, ya que, según los decretos de ley del país, quien recibe mayor beneficio a la hora de potenciar la plantación, son los cultivos forestales a través del DL 701, el cual está encargado de bonificar en un 75% las plantaciones de Pinos y Eucaliptus. Este beneficio fue ocupado por grandes empresas forestales a partir de 1974. Las compañías que más se destacan son: Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones –CMPC– del Grupo Matte; y el Grupo Arauco, de la firma empresarial Angelini. Cabe mencionar que la época donde inició el funcionamiento de este decreto, fue en el histórico período de la dictadura militar, donde, según señala el Comité Nacional Pro Defensa de la Flora y Fauna (Codeff), se ha perdido el 19% de los bosques nativos desde 1970, siendo la época con mayores pérdidas entre 1970 y 1990 (los casi 30 años de dictadura militar). Por el contrario, el fomento al cultivo de árboles nativos, la Ley 20.283, sobre Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal implica que, quien quiera obtener una bonificicación por plantación debe concursar para ganarla, la cual, además, presenta recursos más limitados para financiar estas iniciativas, quedando en una desventaja notoria en comparación con el DL701. Las razones por las cuales es importante preservar y potenciar la plantación de árboles nativos subyace en tres funciones imprescindibles para la sustentabilidad de la tierra: Apaciguar el impacto del calentamiento global y cambio climático. Protege la ribera de los ríos, cauces y fuentes de agua, ya que conserva la humedad, reduciendo y evitando la sequía de los suelos Asegurar la biodiversidad en el medio ambiente. ¿Por qué es relevante asegurar la biodiversidad? Los bosques nativos son corredores biológicos para mamíferos, anfibios, reptiles y para la flora y fauna endémica del territorio. Por otra parte, la construcción de este ecosistema dependiente que crea el bosque nativo, funciona como proveedor de alimentos para animales y algunas comunidades por medio de: hongos, bayas, semillas y raíces, que son usados por las comunidades altos grados de vulnerabilidad y logran subsistir en su economía por medio de productos forestales no maderables. Otro de los beneficios del bosque nativo es la permanencia de un ecosistema vivo que convive junto a otras especies de flora y fauna, fomentando el crecimiento del mismo con naturalidad, sin embargo, las plantaciones forestales no sólo dañan los suelos que usan para plantar, sino que, debido a la cantidad de pesticidas y químicos que rocían en las plantaciones, generan la muerte de cualquier otra especie que no sea un Pino o Eucaliptus, atacando así las áreas cercanas de flora y fauna, además de contaminar el agua. Nonguén: un territorio que conservó sus espacios nativos Estero Nonguén. Foto: Rayen Barriga En la comunidad de Nonguén se creó en el 2005 la Reserva Nacional Nonguén, y data desde esa fecha el cuidado con fiscalización estatal del bosque nativo. No obstante, pese al rol que ahora cumple Conaf frente a la preservación del territorio, anterior a esto, fueron los mismos pobladores y pobladoras quienes se preocuparon de conocer, cuidar y prolongar la vida de este bosque a través de caminatas guiadas entre la comunidad, paseos con las escuelas del lugar y la constante vigilia de quiénes ingresaban a ella, debido a la contaminación que generaban algunas personas. Por lo mismo, la comunidad conocía el territorio por la motivación de cuidar su propio espacio, ya que Nonguén no significaba sólo un lugar de vivienda, sino su hogar al cual buscaban defender de la próxima llegada de las forestales, el uso y abuso del agua del Estero Nonguén, la contaminación humana por medio del uso agrícola y la llegada de algunas constructoras de viviendas, potenciando entre los y las pobladoras el enlace emocional y político que significaba el agua y el bosque nativo de su territorio. Conversamos con el Eco-guía local Juan Pérez, quien además de ser guía en la reserva, es un histórico poblador de Nonguén. Conozco prácticamente todo Nonguén, todos sus bosques, desde mucho antes de que fuera reserva. Desde muy pequeño participé en diferentes organizaciones de Nonguén. Todas tenían orientación ecológica y dentro de ellas existía vinculación hacia el bosque nativo de nuestro territorio. Juan Pérez. Foto: Rayen Barriga «Aproximadamente desde 1911 el Estado se da cuenta de que existe una cuenca hídrica en Nonguén de donde nace el estero, que es el que estamos escuchando de fondo. Esta cuenca consiste en varias aguas superficiales que convergen en una misma dirección, forman un lago, una laguna, o un estero, como en este caso. En ese tiempo el Estado expropió 29 predios particulares, donde no existía nada de lo que hay hoy, la única forma de de llegar era a través del cordón montañoso. Sólo existían unas cuantas parcelas que fueron expropiadas. Fue así que se generó un sólo recinto fiscal para la extracción de agua de uso público«. Estero Nonguén El uso público del agua significó que en el estero Nonguén se instalaran cinco embalses en las montañas que forman el estero. En un principio reguladas por Sendo (empresa estatal de aguas). Este fue uno de los motivos que impulsó el resguardo de la reserva, la extracción de aguas para uso público. «Las instalaciones existen desde esos años en la Reserva, y hoy son administradas por Essbio. Esto ocurrió en el gobierno de Frei. Por lo mismo se comenzó a cuidar este territorio. Venían las forestales, la extracción constante de agua y la contaminación empresarial. De hecho yo creo que de ahí nació la motivación, porque el daño más importante no lo generan las individualidades». «Desde que Essbio tuvo los derechos de extracción de agua sobre la Reserva, dentro de ella vivía el operador de aguas de la empresa, para fiscalizar la extracción, que es harta, y, por lo demás, va directamente a Penco, no a la comunidad de Nonguén. Excepto desde el Puente Las Carmelitas, ya que la gente realizó una toma para poder acceder al agua de su tierra, pero además de ellos, nadie más de Nonguén bebe de esta agua. Creo que beben agua del río Bío Bío». -¿Qué especies se encuentran en esta Reserva? El agua existe porque hay un bosque nativo que la mantiene, y aquí puedes pillar la convivencia de Coigue, Roble, Canelo, Maqui, Olivillo, Arrayán, Canelillo, Michay, y bueno, muchos más, pero uno de los importantes, ya que es endémico de la VII y VIII región, es el Pitao que se encuentra en peligro de extinción y hoy es protegido en nuestra Reserva. Pitao. Foto: Mono Andes «Nonguén tiene una de las aguas más limpias de todo Chile, y eso está comprobado a través de un estudio de la Universidad de Concepción. Este bosque es autosustentable, porque son los mismos árboles nativos son los que retienen el agua, la observen y después de a poco la van soltando, beneficiando la fauna de estos lugares, como por ejemplo el Pudú, el Zorro. No como en la forestal, que chupa toda el agua, destruye los suelos y quita el alimento a las plantas y los animales. De hecho, la Reserva Nonguén está rodeada de puras forestales, por todas sus esquinas, y, cuando hay incendio, estas plantaciones no detienen el fuego, lo esparcen; no así el bosque nativo, que se autodefiende y detiene el fuego al ser mucho más húmedo». En la siguiente infografía podrá ver algunas de las especies de árboles nativos más conocidos, el tipo de flor, sus hojas y tamaño, para que pueda identificarlos o plantarlos en sus espacios abiertos y fomentar la reproducción de bosque nativo.