A todos nos puede pasar. Todos podemos enfermarnos y necesitar de una licencia médica. Pero, ¿Qué pasa si no sabemos cómo funcionan? Ante estos casos es mejor estar preparado y saber todo lo que hay que hacer.

En Chile, existe una ley de urgencias, la cual tiene como misión resolver una situación de salud puntual, en la que una persona sufre una urgencia impostergable, que pone en riesgo su vida o la pérdida definitiva de la función de un órgano o una extremidad.

Es por ello, que no se entregan licencias médicas en los servicios de atención primaria de urgencia (S.A.P.U), ni en los hospitales al momento de finalizar la consulta. Una licencia médica, corresponde a un documento extendido por un médico-cirujano, cirujano-dentista o matrona, que acredita que un trabajador o estudiante se encuentra incapacitado temporalmente para trabajar y/o asistir a sus clases, e indica una cantidad de días de reposo total o parcial.

No obstante, esto genera un problema para los usuarios del sistema de salud público, puesto que la constancia que se entrega al momento de retirarse del centro asistencial no funciona como licencia médica, por lo que se concluye con la asistencia al doctor al otro día en los centros de salud familiar (Cesfam), donde no siempre es posible encontrar hora. El sistema de pedido de atención, es con un llamado a una central telefónica, de lunes a viernes, de las 6 am, digitando el rut del paciente para luego seleccionar hora.

“El problema, es que al momento de llamar a las 8 de la mañana ya no quedan horas”, así comenta Flor María Jiménez, usuaria del Cesfam San Vicente en Talcahuano.

Urgencias SAPU

María Jesús Arias tiene 19 años y trabaja en una tienda de comida rápida en Concepción. Hace dos semanas sintió malestar estomacal y presentó vómitos, por lo que asistió al servicio de atención primaria de urgencia en Chiguayante. Su diagnóstico fue gastroenteritis, por lo que se le otorgaron medicamentos, y con la indicación de reposo durante los siguientes tres días. Maria Jesús, comenta que la constancia no le sirvió y tuvo problemas con su empleador,

“mi jefa no me creía que estaba enferma, tuvo que llamar mi mamá para que ella confiara en que no podía asistir al trabajo, yo vomitaba todo el día y no podía ir”.

Además, tuvo problemas al asistir al otro día a su Cesfam, puesto que su estado de salud no se lo permitió, “me sentía horrible, y no tuve oportunidad para que me diagnosticaran y me dieran licencia médica” señala.

 Otras opciones

El cabo primero Diego Acevedo de Carabineros de Chile, trabaja como músico en la institución. A diferencia de María Jesús, Diego pertenece a la Dirección de previsión de Carabineros de Chile (Dipreca), pero prefiere, ante una urgencia, asistir a la Clínica Sanatorio Alemán, ya que en este centro, le otorgan licencia médica al momento de asistir a urgencias.

“Es más expedito, pero más caro. Confío porque quien me entrega la licencia es un doctor y evito el trámite de perder un día de trabajo”. señala. Además indica que: “ como funcionario público, debo pedir permiso con días de anticipación, entonces no puedo faltar. Si asisto al sistema público es más complejo”, asegura Acevedo

Desde los encargados

La médico Daniela Galdames, trabaja en urgencias en el S.A.P.U Leocán Portus en Talcahuano. Comenta, que no se entregan licencias médicas en urgencias, debido a que solo se trata la urgencia en el momento, ya que otorgarle una licencia, sería una irresponsabilidad por parte del médico, “para entregar el documento, se debe examinar al paciente”. señala.

Al mismo tiempo, indica que por eso se les deriva a su Cesfam más cercano, “el médico debe por lo menos tener los 15 minutos que dura la consulta para lograr un diagnóstico certero”, menciona.

La ley indica que todo paciente recibirá atención inmediata en el servicio de urgencia más cercano en ese momento, sea público o privado, sin importar cuál es su situación económica, o si pertenece a Fonasa o a una Isapre. La Ley de Urgencias corresponde a la Ley N° 19.650.