Cuando en septiembre del año 2006 el Comité Ejecutivo de la FIFA designó a Chile como sede del Mundial Femenino Sub-20 del año 2008 se avizoró el nacimiento de una nueva era: la del fútbol femenino en Chile. Concepción, siendo una de las ciudades más importantes del país no quedaría ajena a este suceso, el cuál prometía mucho pero que, sin duda alguna, ha tenido más problemas que soluciones.

La Historia

Uno de los clubes más importantes de la región es sin duda, Deportes Concepción. El denominado León de Collao fue uno de los pioneros a nivel nacional en la creación de una rama femenina de fútbol, la cual vio su nacimiento hace más de 20 años gracias a un grupo de hinchas del club, las cuales compartían el interés de practicar este deporte en el club de sus amores.

Debido a todos los problemas que el club lila ha atravesado, incluyendo la desafiliación dictaminada por Consejo de Presidentes de la ANFP en abril del 2016, el equipo femenino aún no ha podido participar del campeonato organizado por la Asociación Nacional de Fútbol. Sin embargo, lo anterior no ha mermado el avance en la rama, transformándose en la escuela de fútbol femenino más importante de la región, participando en campeonatos regionales y entrenando todas las semanas como cualquier club.

Actualmente el desarrollo es notorio, ya que cuentan con varias mujeres interesadas en practicar y ser parte del club, llevando a cabo una importante labor para que el fútbol femenino crezca a nivel regional y nacional, todo esto ligado al rol social que actualmente tiene el club.

Otro de los clubes que cuentan con una rama femenina es Arturo Fernández Vial. El cuadro del almirante vio nacer a su equipo de mujeres hace aproximadamente 10 años y se convirtió en el primer club de la región que participó en el campeonato nacional de la ANFP en sus dos categorías, sub-17 y adulta, lo que llevó a que también se transformara en el primer equipo de la zona en clasificar a los playoffs del torneo nacional.

Al igual que el cuadro de Deportes Concepción, el elenco aurinegro fue desafiliado del fútbol profesional, lo que repercutió de manera negativa en su rama femenina, privándoles de ocupar el verdadero nombre del club y teniendo que utilizar el nombre prestado de club Naval de Talcahuano, algo que incluso llevó a perder el apoyo de algunos hinchas.

Pese a todos los inconvenientes que han sufrido a lo largo de los años, las jugadoras del Vial poseen un amor y una pasión única hacia su camiseta. Esto se ha visto reflejado en la inserción que han tenido en diversas actividades del club, siendo partícipes de la venta de entradas para los partidos e incluso siendo presentadas en la llamada Noche Aurinegra junto al plantel profesional.

El último equipo en crear su rama femenina, pero hasta ahora el más exitoso fue el Club Deportivo Universidad de Concepción. El cuadro del Campanil vio su inicio a fines del año 2014, luego que un grupo de jugadoras de la rama femenina de la serie sub-17 del Club Deportivo Arturo Fernández Vial, renunciasen al club debido a discrepancias con la directiva.

Santiago Riquelme, quien en ese momento se encontraba en calidad de hincha de Vial y seguidor del equipo femenino, presenta a los apoderados de las jugadoras sin club un programa deportivo, formándose en esas reuniones a comienzos del año 2015, el Club Deportivo Fem Bío-Bío.

Luego de disputar diversos campeonatos regionales, el directorio de Fem Bío-Bío presenta a parte del directorio del Club Universidad de Concepción, la posibilidad de jugar en representación de la escuadra universitaria en el campeonato ANFP del año 2016, los cuales respondieron positivamente, por lo que el equipo fue inscrito para disputar el torneo.

Desde su nacimiento la escuadra del Campanil ha rozado la gloria: semifinales del Apertura sub-17 en el año 2016, cuartos de final de Clausura del mismo año y la recordada final de la categoría juvenil del año 2017 que perdieron a manos de Colo Colo. Son algunos de los éxitos que ha conseguido el elenco universitario, lo que ha llevado a un gran desarrollo conseguido por parte de sus jugadoras, contando entre sus filas con dos seleccionadas nacionales como lo son Sofía Beltrán (sub-20) y Antonia Alarcón (sub-17).

Las Protagonistas

Desde la creación de la Primera División de Fútbol Femenino de Chile hace ya más de una década, el camino no ha sido el que se prometió, las jugadoras han tenido que transitar todos estos años en el total amateurismo y anonimato. Esto sumado a todos los estereotipos sociales con los que deben convivir día a día, pero aun así las chicas que defienden a estos tres clubes no han disminuido ni en lo más mínimo su pasión por la pelotita, aunque tengan que arrastrar los problemas que los clubes masculinos profesionales tienen.

Tal es el caso de las jugadoras de Arturo Fernández Vial, quienes por años han debido participar bajo el nombre de otra institución debido a los problemas reglamentarios e institucionales que ha sufrido el club, algo que este año ha llegado a su fin con la vuelta del equipo masculino al profesionalismo, tal como afirma su portera, Macarena Vergara. “Es un orgullo para mí poder volver a jugar con el nombre de Arturo Fernández Vial. Estoy muy agradecida de Naval por facilitarnos su nombre, pero este año la motivación y entusiasmo es y será diferente”, comenta.

Deportes Concepción tampoco se ha visto ajeno a los problemas dirigenciales, los cuales culminaron con la recordada desafiliación, un hecho que afectó a todas las ramas del club. “En lo personal al principio no le había tomado el peso a lo que podía afectarnos como rama femenina el estar desafiliado, pero con el pasar de los días me fui dando cuenta que el estar involucrado en ello no nos dejaría alcanzar el sueño de poder llegar ser en algún momento ANFP, ya que toda jugadora llega a un club con ese fin, sobre todo cuando es una institución bien grande como la que es Deportes Concepción. En algún momento pensamos que desapareceríamos, pero no fue así gracias a los que quisieron seguir luchando por el club y por sus escuelas”, comenta Sole Vaillant, jugadora del club.

El otro cuadro penquista, la Universidad de Concepción ha visto sus mayores éxitos en su categoría juvenil, lo que, si bien reafirma que se está realizando un buen trabajo con sus jugadoras, no deja de ser difícil para ellas el insertarse en un mundo dominado por los hombres. “Ha sido difícil ya que toda la atención es hacia los hombres, entrar a un equipo no es para nada fácil, implica tener un alto nivel para poder alcanzar tus metas propuestas, vivimos en un país donde las mujeres son miradas en menos por el hecho de jugar un deporte como lo es el fútbol. Nosotras soñamos con jugar en ligas grandes tal cual como lo hacen los hombres, pero lamentablemente no contamos con bastante ayuda para lograr llegar lejos en lo que implica jugar este deporte”, señala Nadeshna Anabalón, jugadora del Campanil.

El Futuro

10 años después del Mundial Femenino Sub-20, Chile nuevamente fue designado como organizador de un torneo de balompié femenino. La Copa América Femenina 2018 se ha transformado nuevamente en el inicio de lo que se espera sea un nuevo ciclo. La recepción y el apoyo del público que este torneo y las jugadoras han recibido, inclusive llegando a formar filas de cuadras y cuadras para poder obtener una entrada, junto con una difusión nunca antes vista en los medios, han llevado a que el ente rector del fútbol nacional, tome medidas para mejorar el campeonato chileno lo más pronto posible, algo que es esperando con ansias por las jugadoras de la región. “Espero que el apoyo al fútbol femenino en Chile siga aumentando aún más. Con el éxito de la Copa América la gente se ha dado cuenta que el fútbol femenino es aún más grande y mejor de lo que creían. Espero con el tiempo podamos ser tratadas realmente como jugadoras de fútbol profesional, no como ahora, que solo tenemos el nombre”, comenta Macarena Vergara.

Se habla de profesionalizar, de seguros médicos para las jugadoras y de la creación de nuevas divisiones, algo que, si bien es esperanzador, algunas se lo toman con cautela, como Damaris Morales, jugadora de la UdeC. “Me parece que aún son promesas sus mejoras para el año 2019, espero sean cumplidas y siendo así, para mi profesionalizar el futbol femenino es que sea remunerado. Si llegase a ser así, el futbol femenino mejoraría completamente, las jugadoras se motivarían más, estarían comprometidas, no tendríamos que estudiar, trabajar y entrenar al mismo tiempo (como lo hacemos hoy en día muchas), el nivel aumentaría y seriamos un país más actualizado y moderno. Las mujeres podríamos soñar en grande, aspirando a ir a jugar a otros países más desarrollados”, expresa.

Así como algunas jugadoras sueñan con tener condiciones dignas, ser tratadas como las profesionales que son y por qué no algún día ganar dinero siendo futbolistas, otras seguirán luchando y entrenando día a día para poder llegar a competir, tal como lo menciona la jugadora de Deportes Concepción, Sole Vaillant quien ve con optimismo el futuro de la rama femenina. “La veo llegando muy lejos, cada vez estamos siendo más consideradas y apoyadas por el club social y por la gente, lo que es fundamental para nosotras. Sé que en cada partido dejamos todo por la camiseta y así seguirá siendo, vamos a luchar hasta más no poder y hacer historia. Si el plantel oficial sigue dando buenos frutos de aquí a un año más fácilmente podemos llegar a ser ANFP”, señala.

Distintas realidades son las que viven aquellas mujeres del gran Concepción que visten una de las camisetas de los tres equipos regionales. Algunas con mejores condiciones, otras aún siguen soñando con participar en el campeonato nacional, pero lo que sí está claro, es que, por esfuerzo, pasión y trabajo, jamás se quedarán atrás. Aún queda mucho por recorrer, pero nadie la quita la ilusión a estas jugadoras de esperar que las personas encargadas en desarrollar este deporte y su competencia se decidan y trabajen en su mejoramiento, ya que como lo menciona Nadeshna:

“mejoras es lo que hemos estado esperando hace bastante tiempo, lo único que esperamos nosotras como jugadoras es que se nos abra una puerta para poder llegar a ser alguien en el fútbol femenino”.