Restitución de mural por la violencia política sexual en dictadura

Tras el encuentro regional «Mujer, Feminismo y Territorio» diversas agrupaciones feministas decidieron declarar septiembre como el mes de la Memoria, el Feminismo y los Derechos Humanos. Es por esto, que invitaron a las agrupaciones de mujeres de la región a sumarse a jornadas cargadas de fuerza, memoria y lucha.

Dentro de las actividades, realizaron «La Muralaza» que consiste en actos políticos culturales que buscan visibilizar la lucha de las mujeres a través del arte. Con la realización de dos grades murales en el sector Lorenzo Arenas y Boca Sur de manera simultanea bajo la consigna «Patriarcado y Capital, juntos caerán». Además, la restitución del mural «Mujeres, Memorias y Resistencias».

 

Durante un proceso de cuatro meses construyeron una pieza fotográfica para ser expuesta en la restitución del mural que visibiliza la violencia política y sexual que vivieron mujeres del Gran Concepción en el periodo de la dictadura militar.

 

Desde 2013 el Centro Cultural por la Memoria «La Monche» ha convocado y generado instancias de dialogo donde se haga visible la experiencia de las mujeres que vivieron la represión en dictadura. Es por esto, que en conjunto con el colectivo de ex presas políticas Urdiendo Memorias y Colectiva VAMP estuvieron a cargo de la realización de este mural.

 

Cabe destacar, que este mural ya existía en los bloques de Lorenzo Arenas pero la mañana del 13 de febrero apareció tapado en manos de un grupo evangélico por la frase «Jesús es el Señor». Sin embargo, y gracias a la organización y el apoyo entre las organizaciones de mujeres, lograron reunir el dinero para la re instalación.

 

La instancia contó con la presencia de varias artistas. A cargo de la música estuvo Flor de Guayaba, La Canarito y su Bandada, Dúo La Trova y La Vendetta Feminista. También estuvo junto a sus compañeras la poeta Rosy Saez en compañía de Coff Coff. Además, de una performance y homenaje a Grisnery Sepúlveda Robles.

 

Este hecho está cargado de voces, emociones y evocaciones que buscan nombrar lo  que no es nombrado, aquello silenciado por vergüenza y temor en un contexto socio político que ha validado el olvido y la impunidad durante la post dictadura.

Recuerdos de lo indecible: el secuestro, las torturas, la violencia sexual y el terror. Pero la vida de estas mujeres se hizo resistencia. Las experiencias que habitan sus cuerpos hoy son un grito de lucha.

 

Ester Hernandez es miembro fundadora del Centro por la Memoria «La Monche», conformado por ex prisioneras políticas,  y comenta que hace 20 años les daba vergüenza contar las vejaciones que habían vivido en dictadura. «El que las mujeres jóvenes nos escucharan, el traspaso generacional, nos dio la fuerza para luchar porque esta violencia no se vuelva a repetir nunca más en Chile y en ninguna parte».

 

 

A través de la misma conformación del Centro vieron la posibilidad de encontrarse, reinventarse y organizarse nuevamente como mujeres resistentes y luchadoras, sin nunca perder la memoria.

 

 

La vida de estas mujeres se hizo resistencia, primero con sus accionares durante la dictadura, y hoy en día, continúa como un presente que no olvida ni se acalla. Sin duda, son memoria viviente de nuestra historia.

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