El conocimiento fluye con la autogestión. Así lo entiende un grupo de personas que decidieron unir fuerzas para llevar adelante la Cooperativa de Editoriales Fío-Fío. Ellos, como varias asociaciones presentes en la zona, buscan crear lazos de cooperación en un espacio colaborativo de difusión e intercambio de conocimientos.

La Feria del Libro Independiente del Fío-Fío concluyó su tercera versión superando un desafío importante: este año decidieron lanzarse con tres días, en vez de sólo organizar una jornada el fin de semana. Durante el 18, 19 y 20 de octubre más de 50 editoriales independientes fueron convocadas a un costado del Foro de la Universidad de Concepción, en añadido a diversas actividades culturales y lanzamientos de libros.

El evento estuvo dirigido por la Cooperativa de Editoriales Fío Fío, una agrupación que busca reunir a personas con un propósito en común: la distribución de libros y revistas autogestionadas.

Y esto no solo significa publicar contenido original, sino que además muchos entienden que existe una cantidad casi infinita de historias o ensayos que no tienen canales de difusión por las grandes editoriales. Su labor es seleccionar, resumir y distribuir el conocimiento para que más personas puedan acceder a nuevos horizontes.

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El oficio de la imprenta

Casi todos comienzan con lo básico: una impresora, hojas de papel y ganas de publicar. Pueden ser fanzines, cómics, extractos de libros o ensayos, revistas, o una infinidad de posibilidades limitadas sólo por la mente de quien se adentra en el mundo de las publicaciones independientes.

René Cerda cuenta que desde los 14 años ha estado interesando en la impresión y encuadernación de libros. Él comenzó con Talleres Sartaña, donde actualmente cuenta con 14 impresoras en añadido a la guillotina y la máquina de termolaminados. Tiene todos lo insumos en una bodega de su casa, lugar que también puede ser usado por las personas en la cooperativa con el fin de mejorar la calidad de los libros y revistas autopublicados.

El taller y la cooperativa interactúan hacia un punto en común: la feria anual. El historiador de profesión cuenta que los esfuerzos están guiados principalmente hacia la realización del evento.

La experiencia de la Cooperativa le ha permitido compartir sus conocimientos con personas que están recién iniciadas en el tema, en un ambiente acogedor de colaboración.

René dice que su imprenta realiza tirajes de 50 o 100 ejemplares. Las universidades de la zona han pedido de sus servicios, ya que las imprentas tradicionales no suelen trabajar con esos números de publicaciones.

Asimismo, la editorial está encargada de imprimir y distribuir el material creado por 9 editoriales de la zona: Mingako, Rebeldías, Mar y Tierra, Novena Ola, Idea Ediciones, Pampa Negra, Vorágine y La Brecha.

Incluso René cuenta que, para esta versión de la feria, les llegó una solicitud por parte de Editoriales Bauma, una agrupación independiente española, para tener un stand en la feria, así que recibió en su casa/taller a Manolo y Lola. El historiador de profesión comentó que la experiencia de compartir con ellos fue muy gratificante, ya que se dio la oportunidad de intercambiar conocimientos y experiencias.

Una voz para temas sociales y políticos

No es coincidencia que el feminismo o los temas medioambientales están más que presente entremedio de los cientos de encuadernaciones artesanales y de corte más profesional. Como nos explican los entrevistados, las editoriales más grandes tienen un filtro de contenido muy estricto. Factores como el “pituto” o los intereses económicos y políticos son mencionados como razones para evitar el contacto con este lado del rubro.

Detrás de uno de los puestos instalados está Ángela Neira-Muñoz. Docente, escritora y editora, ella conduce la iniciativa Ediciones Mujeres de Puño y Letra, donde su objetivo principal es seleccionar contenido relacionado al feminismo, dándole especial énfasis a los movimientos afrolatinoamericanos.

Como indica el nombre de la editorial, la idea es darle un espacio a las mujeres para expresar su voz. Para Ángela, el hecho de poder tener el control sobre la creación y distribución de contenido va en concordancia con su postura política. Así, las publicaciones no deben responder a una lógica de mercado o paradigmas patriarcales.

Asimismo, ella dice que los fondos concursables son de gran ayuda, pero la lógica burocrática de rendir cuentas o cumplir algunos requisitos son obstáculos importantes.

Para ella, el hecho de estar sentada tras un puesto vendiendo libros y que sus antiguos estudiantes la reconozcan va de la mano con una mirada integral de su labor.

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En la unión está la fuerza

Varinnia Caviedes es socióloga de profesión, pero al estar muy en desacuerdo con cómo funciona el mercado laboral decidió no ejercer y buscar otras alternativas. Ella también posee una editorial donde también comenzó publicando autoras de feminismo afrolatinoamericano.

Con el tiempo fue expandiendo sus temas, pero siempre realizando el proceso de selección de capítulos, ya que según ella las personas se ven menos intimidadas por textos más cortos. Forma parte de la Cooperativa hace un año, y su evaluación del proceso en general ha sido muy positivo.

Con respecto a seguir agregando editoriales a la agrupación, ella admite que no se ha conversado con profundidad, sin embargo jamás le han cerrado las puertas a nuevos miembros. Tras la evaluación de este evento, junto al resto de integrantes pretenden seguir con el objetivo de poner a Concepción en el mapa de la imprenta y encuadernación independiente, difundiendo cultura desde otra vereda.

Cualquier persona puede comenzar a adentrarse en el mundo de las editoriales independientes. Sin embargo, la Feria del Libro Independiente del Fio-Fio demuestra que dejar de lado la competitividad para unir fuerzas en común puede crear un real impacto en la cultura penquista.