Un cambio necesario: vegetarianismo

Los últimos años hemos sido testigos (y algunos partícipes) de cómo se han hecho cada vez más comunes estilos de vida saludable. En nuestro país, recién el 2013 se llevó a cabo un censo por la entidad Vegetarianos Chile, donde encuestaron a más de 13 mil personas, de las cuales 80% se declara vegetariana y el 20% vegana.

Además, la población que en su mayoritariamente adquiere esta alimentación son la población de 19 a 30 años. Esta alza en el tiempo ha provocado que el mercado se adapte a las necesidades de este público que rechaza la tortura animal y la industria ganadera.

Sin embargo, aún existe un desconocimiento por parte de la población, donde han surgido una serie de mitos con respecto a las personas que adquieren esta alimentación. Se dice que produce anemia, que bajan las defensas o que es antinatural.

¿Mito o realidad?

La Academia de Nutrición y Dietética, organización mundial más importante para estos profesionales de la salud, declaró de manera oficial que las dietas vegetarianas, bien planificadas, son saludables y nutricionalmente adecuadas. Incluso, son capaces de proporcionar beneficios, prevenir enfermedades y es apta para todas las etapas del ciclo vital.

 

Los nutrientes se clasifican comúnmente en cinco clases: hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Todos son igualmente importantes para nuestra salud, solo varían las cantidades. Los principales nutrientes que aportan las carnes, como el complejo B, vitaminas A, D y E, además de los minerales como el hierro, potasio, fósforo y zinc, se pueden obtener fácilmente de una dieta vegetariana. La clave es la variedad.

 

Uno de los mitos es que necesitas comer carne para estar saludable. La realidad demuestra que los vegetarianos o veganos gozan de bajos niveles de colesterol en la sangre, de presión, menores tazas de hipertensión o diabetes tipo 2. Además, presentan menor riesgo de morir por enfermedades al corazón o cáncer en general.

 

Varios mitos hacen alusión a que este tipo de alimentación es escaso en proteínas o calcio. Sin embargo, el reino vegetal nos entrega toda clase de nutrientes necesarios para el cuerpo humano. La proteína, por ejemplo, podemos encontrarla en granos como el pan, cereal, pastas o arroz y algunos frutos secos.

 

El calcio, en cambio, se encuentra en verduras de hoja verde como la espinaca, acelga, semillas como el sésamo y en fruta deshidratada.

 

Sin embargo, pueden existir problemas si comienzas una dieta vegetariana o vegana de mala forma. “Existe el equivalente a un comedor de chatarra pero vegano. Es decir, comer a deshoras o en exceso. Abusar de las papas fritas o no variar las comidas. Esto si presenta deficiencias de calcio, hierro o proteína. Sobre todo, falta de b12, que es muy importante”, señala el nutricionista Rodrigo Salas.

Que nunca falte la B12

Ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre y al mantenimiento del sistema nervioso central. Un consumo muy bajo de B12 puede causar anemia y daños al sistema nervioso. Las únicas fuentes veganas confiables de B12 son los alimentos fortificados (incluidas algunas leches vegetales, algunos productos de soya y algunos cereales para el desayuno) y los suplementos de B12.

Tortura y daños a la salud

Cabe señalar, que algunos estudios recientes han demostrado que el consumo de lácteos aumenta las posibilidades de contraer cáncer de mama en las mujeres. Algo alarmante y que es necesario concientizar.

 

Pero eso no es todo, la industria láctea comete actos horribles contra las vacas. Son separadas desde el nacimiento para que la leche que le pertenece a los terneros sea comercializada. Antes de que deje de dar leche volverá a ser inseminada y el proceso continuará así durante toda su vida. Luego, venden todas las partes de su cuerpo en carne.

Activismo

Distintas agrupaciones han concientizado sobre las razones por las que llevar un estilo de vida vegetariano es necesario. Su incidencia se ha visto reflejada, por ejemplo, en el ofrecimiento de productos por parte del mercado junto con el respaldo e impacto que generan las intervenciones de organizaciones por los derechos animales y la promulgación de leyes en el Gobierno.

 

A fines de 2017 la ONG Animal Libre gracias a su labor logró que el Ministerio de Salud reconociera la legitimidad del vegetarianismo y sus beneficios. Esta agrupación realiza un trabajo educativo e informativo para generar cambios sociales y legales que reconozcan los derechos de los animales luchando contra el especismo.

 

Otra de las iniciativas importantes, que han realizado un trabajo profundo de activismo, es La Revolución de la Cuchara. Se trata de voluntarios que trabajan en defensa del medio ambiente, por el respeto a los animales y a la madre tierra. Está presente en varios países de Latinoamérica y en nuestra ciudad cuenta con embajadores que llevan a cabo el activismo.

 

Han creado alternativas de formación y difusión en conciencia ambiental, educación ante el consumo y promoción de hábitos de vida saludable.

 

Por sexto año consecutivo, por ejemplo, convocaron a la Marcha Mundial Contra Monsanto. Se trata de las empresas que utilizan transgénicos y pesticidas, las cuales modifican genéticamente alimentos, lo que provoca cáncer, tumores, infertilidad o defectos de nacimiento.

 

Desde el año pasado tuvieron la iniciativa de realizar un Curso Intensivo llamado Vegacciona. Tal como su nombre lo infiere, busca llamar a reaccionar ante lo que pasa en el mundo y no cerrar los ojos ante la tortura y el daño hacia el ecosistema. Como también, la importancia de nuestros hábitos y cuerpo.

 

Se trata de seis sesiones, donde las personas vegetarianas o con  interés en adoptar esta postura son orientadas. Cuenta con ayuda de una nutricionista que aporta con las dudas más comunes. Incluso, hacen una sesión de comida vegana para que no existan excusas de que es difícil llevar a cabo esta dieta.

 

Claudia Reyes, una de las coordinadoras de esta organización lleva doce años siendo vegetariana y hace dos que transito al veganismo. Se refiere a la liberación de los demás animales de la dominación humana. Un vegano no consume nada proveniente de animales, ni tampoco consume productos testeados en ellos o fabricados con sus pieles.

“Básicamente, anula la idea de que los animales existen para nuestro servicio, de que somos superiores y podemos torturar, explotar e incluso aniquilar especies. Adoptar este estilo de vida tiene que ver con una postura ética y política donde rigen los principios de igualdad”, señala.

 

Sobre Vegacciona, Claudia comenta que la experiencia ha llegado muy bien a la gente, hay interés pero no existe la suficiente información o los espacios. “Por lo mismo, levantamos este proyecto de activismo donde entregamos todo lo necesario para hacer el cambio, ha llegado gente de todas las edades y todos comienzan un estilo de vida saludable y en consideración con el medio ambiente, es muy gratificante”.

 

 

Es responsabilidad de cada uno tomar conciencia de la grave situación que está sufriendo nuestro planeta por culpa del consumo de carne. Tú puedes hacer un cambio. A continuación te invito a leer 4 grandes razones para transformar tu alimentación, y a su vez, salvar el planeta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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