Prohibición de amplificación en la vía pública ¿La muerte de la identidad penquista?

Concepción está catalogada como una de las cunas musicales del país, por sus calles han transitado artistas que con el pasar del tiempo se han transformado en grandes exponentes a nivel nacional. Hoy, muchos de ellos se están viendo afectados por una normativa que para algunos es correcta, mientras que, para otros, esta medida viene a matar parte de la identidad penquista.

En el año 2014 la Municipalidad de Concepción, creó una ordenanza la cual prohibía el uso de cualquier tipo de amplificación en la vía pública. La normativa que responde al Artículo 41 Prevención y Control de Ruidos, se mantuvo en el congelador durante un largo tiempo. Era sabido por la comunidad musical callejera penquista que la utilización de parlantes para realizar distintos tipos de shows artísticos estaba totalmente cancelada, por parte de la autoridad. Aún así, las presentaciones en el centro de la ciudad continuaron, ya que nadie hacía un esfuerzo por verificar si la medida estaba siendo cumplida.

Los años pasaron y llegado el 2018 las fiscalizaciones, que estuvieron ausentes por bastante tiempo, se hicieron caer con todo sobre los músicos locales, cursando elevadas multas y cancelando las presentaciones con fuerza policial. Uno de los afectados por esta medida, el cantante Marco Lepiman, tiene su visión muy clara respecto a lo que está sucediendo: “Me parece absurdo todo lo que está pasando. Las reglas que ponen son una basura, porque al final establecen puntos de música, pero esas señaléticas me dicen que puedo estar tocando, pero sin amplificación, o sea debo interpretar las canciones sin un parlante para mi guitarra eléctrica. Algo absurdo”, señala.

El hecho de trabajar como músico en la calle es un fenómeno que representa y forma parte de la identidad y la cultura de una determinada zona. Es debido a esto que el impacto de las multas entre los artistas locales ha generado bastante malestar, ya que en muchas oportunidades estas superan la cantidad de dinero que pueden recaudar en uno o varios días de laburo. “Ellos no quieren emprendimiento, quieren que uno pague un permiso que tampoco te permite ocupar amplificación, entonces eso a mí me molesta mucho, porque la mayoría de nuestros compañeros están encerrados en sus casas, ya no salen a tocar por temor a los partes que pueden recibir. Concepción se hace llamar la cuna del rock, la municipalidad dice que fomenta la cultura y es pura mentira. Esta medida tiene a la mayoría de nosotros con miedo, sin poder salir a cantar ni a darle vida a la ciudad”, afirma Marco.

No se puede negar que no todos aquellos que utilizan parlantes para sus espectáculos en la vía pública tiene el mismo criterio, existen aquellos que sobrepasan los niveles normales, generando bastante malestar entre los transeúntes del centro penquista, lo que se transformó en una de las razones fundamentales para comenzar a fiscalizar esta ordenanza. Así lo hizo ver Carolina Lara, encargada del Punto de Cultura Federico Ramírez de la Municipalidad de Concepción: “La normativa está hecha para brindarle una oportunidad a los artistas para que se presenten en ciertos lugares a lo largo y ancho de la ciudad. Sin embargo, a la vez debemos preocuparnos por los vecinos y locatarios que trabajan en el sector, de los cuales también llegan quejas por el tema de los ruidos molestos. Entonces esta medida viene a conciliar entre ambas partes. No hay ningún instrumento para calcular los decibeles, ya que eso no es lo que se persigue, no vamos a medir el nivel sonoro de la música, se va a regular el uso de amplificación”, afirmó.

Pese a que la medida como señaló Carolina Lara, permite la realización de shows en diferentes puntos de la ciudad, siempre y cuando no utilicen ningún tipo de ampliación, la prohibición sigue generando malestar entre los músicos locales, incluso en aquellos que sólo se presentan con sus instrumentos y su voz. “No me parece muy bien que sigan fiscalizando, porque igual le están coartando la posibilidad de trabajar y afectando la parte económica de muchos colegas. Yo en mi caso no ocupo parlante, pero si en un futuro quisiera hacer otro tipo de espectáculo, tampoco podría porque me vendrían a sacar partes y me llevarían los Carabineros”, señala Sebastián Troncoso, cantante.

La identidad de Concepción sin duda alguna está formada por la música. Ser penquista y transitar por el centro es una sensación única, la que no sería la misma si se apagan todas las voces que le dan ritmo al quehacer cotidiano. No provocaría el mismo sentir el sentarse a tomar un helado en la plaza escuchando de fondo el murmullo de las personas o el motor de los autos, pero de igual forma es inevitable señalar que hay que velar por la buena convivencia en la vía pública. Es por esto que este conflicto entre el municipio y los artistas locales será un pleito de nunca acabar, sólo queda esperar que no termine matando la vida de la ciudad.

 

 

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