Voces como canciones Cultura Tiempo libre por Camila Espinoza - 1 enero, 20190 Repasar el pasado y las maneras de relacionarse suele ser un pensamiento casi inconsciente. Casi, porque como la mayoría de las preocupaciones humanas, se exacerban en las prácticas más cotidianas, sin querer y sin cálculo. Un café por la mañana viendo uno que otro matinal aburrido en la televisión, una revisión rápida de los titulares de la prensa, “Cantando en la ducha” de Spotify como lista de reproducción automática para las madrugadas cargadas de desánimo, la Radio Punto 7 en el transporte público o la Biobío para los que prefieren la actualidad y el dato tras dato, y porqué no, los innumerables podcast que acompañan caminatas, comidas, sesiones de aseo profundo o una lectura nocturna. En resumen, las rutinas se modifican en medida que el consumo cultural se diversifica, a pesar de lo pequeño de Chile y lo ínfimo de las industrias creativas. Una característica difícil de ignorar al momento de producir contenido, así repite constantemente el cliché de “el problema no es entrar, el problema es mantenerse” en medios de comunicación autogestionados. Locales y fácilmente viralizables Grabación del programa La Hora del Gnomo en Radio Leufü. Fotografía por Camila Espinoza. Marcelo Bustamante, editor general de Radio Leufü, considera que el sello diferenciador de una radio online radica en “el control del avisaje, que en gran medida determina cómo se hace la pega en función de los recursos y los límites presupuestarios”. Desde ahí se maneja lo demás: la editorial, la ética y los intereses del medio. Todo esto en la constante búsqueda de patrocinadores, clientes y colaboradores, en una especie de autogestión autosustentable. “Lo positivo es que las temáticas están aterrizadas a lo más próximo y lo que nos mueve como equipo”, contrapuesto a la concepción de radio tradicional que apela a un público masivo que requiere datos. Leufü inicia su transmisión formal el año 2016 pero anteriormente hubo varios intentos de armar una radio de cadena masiva. Después de conversaciones y cuestionamiento entre colegas “nos dimos cuenta de que no era necesario tener un montón de programas para que el proyecto funcionara”, dice Marcelo. Fue entonces, cuando enfocaron su atención en la identidad de Concepción y en la búsqueda de financiamiento alternativo que no involucre a grandes marcas “porque básicamente quienes controlan los medios de producción controlan también los medios de comunicación”, dice. Dado la versatilidad del formato y las pocas exigencias técnicas, el podcast se convirtió en una pieza esencial de Internet en los últimos cinco años. Además, permite un control autónomo de lo que queremos escuchar y por lo general los programas se esfuerzan en crear comunidad, interactuando constantemente con sus prosumidores. Las nuevas radios se hacen partícipes de la cotidianidad de una manera muy distinta a como lo hacían sus antecesoras. “Es otro punto de vista, nos damos el gusto de hacer cosas que otros medios tradicionales no harían”, finaliza Marcelo. Con las amigas en la radio Isidora Urzúa y Eleonora Aldea crearon Caseritas, un podcast grabado en sus propias casas. Comenzaron el año 2016 porque tenían la inquietud de formar un espacio de conversación entre amigas, pero involucrando a más personas, íntimo y abierto al mismo tiempo. “Significó darle un sentido y experimentar con una audiencia que sabíamos que existía pero que concretamente no conocíamos”, explica Isidora. Portada oficial de Caseritas en Súbela Radio. Fotografía por Súbela Radio. Con el paso natural del tiempo y la constancia y permanencia en la plataforma Soundcloud los suscriptores aumentaron y se hicieron permanentes comentando los programas, recomendando temáticas y formando una microcomunidad. Llevaban dos años trabajando de esta manera y Súbela Radio las invitó a formar parte del staff con el programa Caseritas pero ahora en su versión online y al mismo tiempo teniendo presente que estarían en formato podcast. Aceptaron de inmediato. De manera colectiva definieron el caserismo como “un espíritu que tiene que ver con la independencia, con salir de la comodidad de los papás, con la vida misma, con el ser millenial”, afirma Isidora. “Queríamos habituarnos e introducirnos a fondo en lo que es la radio de autor”, dice Isidora. En la actualidad, justamente son esos los programas que generan comunidad porque las generaciones más jóvenes valoran las opiniones y en ese sentido las radios en Internet son ideales ya que poseen mayor libertad de marketing y editorial. “Es un lugar donde puedo expresarme creativamente, es necesario”, finaliza. Las plataformas van mutando, cambiando, transformándose y rearmándose en los nichos, es cierto, pero al comenzar y finalizar el día todos necesitamos un poco de música que nos sacuda y opiniones que nos inviten a pensar como un acto consciente, voluntario y reflexionado. Si algo tenemos en común es que nos encanta la rutina que nos saca de la rutina, un círculo vicioso altamente adictivo que no tiene más que beneficios personales y también en nuestra relación los demás.