Ley de Etiquetado de Alimentos: Un análisis sobre la medida.

Señalar de forma clara el exceso de nutrientes críticos (grasas saturadas, azúcares, sodio y calorías) en los alimentos y bebidas, limitar la publicidad en productos con el sello “Altos En” orientados a menores de 14 años y reducir los índices de obesidad en la población, son algunos de los objetivos que posee la Ley de Etiquetado de Alimentos que rige en nuestro país.

Dicha legislación, correspondiente a la Ley 20.606, inició su vigencia el 27 de junio de 2016 y durante este año se le agregaron diversas normativas con la finalidad de fortalecer los límites de los nutrientes críticos en diversos productos que, en definitiva, son dañinos para la salud.

En ese sentido, uno de los aspectos fundamentales que pretende llevar a cabo esta ley es ayudar a los consumidores a identificar de manera sencilla la etiqueta nutricional de los productos que contengan un alto índice de azúcares o calorías, entre otros nutrientes críticos.

En cuanto a esta ley, Ariel Martínez, nutricionista de la Universidad San Sebastián, valora la medida debido a que es un tremendo avance, porque es muy compleja la tarea de enfrentar a un gigante, como lo es la industria alimentaria. Según su perspectiva, La Ley de Etiquetado de Alimentos le ha entregado cierto empoderamiento al usuario, puesto que le otorga la posibilidad de comparar alimentos y, a partir de ahí, escoger la mejor opción de acuerdo con su criterio.

¿Los sellos son claros?

De acuerdo con esta ley, los alimentos y bebidas que exceden los nutrientes óptimos para cada persona poseen sellos negros en sus envases que advierten a los usuarios de aquella situación.

En ese marco, Ariel Martínez comentó que “los sellos cumplen correctamente su rol de advertencia. Pero ¿qué significa que sea “alto en”? En ese aspecto creo que aún falta entregar un mensaje adicional informando qué puede provocar que ese alimento sea “alto en” (grasas saturadas, azúcares, sodio y calorías). Además, lamentablemente como país nos falta mucha educación alimentaria, esto también se debe a la baja participación de nutricionistas en el servicio público”, añadió Ariel Martínez.

Trascendencia de la medida

En cuanto al impacto que ha tenido la ley en los hábitos alimentarios de los chilenos, un reciente estudio elaborado por la Universidad Carolina del Norte y la Universidad Diego Portales analizó los primeros 18 meses de la ley en nuestro país.

En esa línea, dicho informe estableció que las compras de diferentes cereales y bebidas azucaradas se redujo en un 14% y 25% respectivamente. Por otro lado, los adolescentes y menores han tenido una menor exposición a publicidad de diversos productos con sellos negros.

No obstante, uno de los aspectos negativos que mostró el estudio, tiene relación con que las compras de chocolates y diferentes dulces no han disminuido, pese a la advertencia de los sellos negros. Lo anterior, se debe a que este tipo de productos no tienen muchas alternativas sin los sellos, debido al alto contenido calórico que poseen.

En ese contexto, el nutricionista Ariel Martínez comentó las consecuencias positivas que ha tenido la Ley de Etiquetado de Alimentos. “Respecto al consumo de azúcares, creo que es en este punto donde la ley ha tenido un mayor impacto y ha provocado una disminución sostenida del consumo de azúcar en el último tiempo. Además, no es menor observar que todos los comerciales de bebidas azucaradas sólo muestran bebidas Zero (sin azúcar) y ese mensaje es muy bueno para la gente”.

Por otra parte, también menciona un aspecto que esta ley debiese mejorar para clarificar el contenido nutricional de, por ejemplo, las bebidas azucaradas. “Mi crítica, respecto a los sellos que están en algunas bebidas “normales” como la Sprite, es que lamentablemente los 100 ml están dentro de los 5g de azúcares exigidos por la ley, pero un vaso se entiende por 200 ml. Además ¿quién se toma sólo un vaso? Muy pocos lo hacen. Por ende, creo que ahí se pierde un poco el sentido de los sellos, por lo que mejorar esos vacíos dentro de la ley”, detalló.

Un plan integral

Originalmente, la Ley de Etiquetado de Alimentos se implementó, entre otros puntos, con el objetivo de frenar las alarmantes cifras de sobrepeso y obesidad en nuestro país.

Dicha situación, se mantiene muy vigente en la actualidad. De hecho, Chile se posiciona en segundo lugar dentro de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) con mayores índices de obesidad.

En ese sentido, si bien la Ley de Etiquetado de Alimentos ha repercutido positivamente en la disminución de compras de diversos alimentos que son altos en azucares o en calorías, para Ariel Martínez, esta ley debe estar incluida en una serie de medidas que busquen detener o reducir los índices de obesidad y otras enfermedades asociadas en nuestro país.

“Esta medida contribuirá a disminuir la obesidad, pero no es la solución. Como resolución adicional, se podría imitar lo que se está haciendo actualmente en las cajetillas de cigarros, donde se entrega un mensaje de impacto. En ese sentido, en relación con los alimentos que poseen sellos negros, se podría mostrar qué puede provocar un alimento alto en sodio o alto en grasa”, analizó.

Por último, enfatiza en la difusión de la educación alimentaria para la población. Incluso, piensa que esta materia debe ser impartida de forma obligatoria en los colegios. “Me gustaría que se impartieran clases dirigidas por nutricionistas y no por cualquier persona que crea que sabe de alimentos. Además, hay que generar un mayor impacto en la sociedad, idealmente con mensajes de shock que hagan entender a las personas de los riesgos de consumir ciertos alimentos”, mencionó el profesional agregando que “se debería prohibir definitivamente el uso de azúcares refinados en los alimentos. También, sería una buena opción colocarle impuestos a la comida chatarra”.

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