El empoderamiento femenino en base de trap Cultura por Ulises Romero - 11 enero, 201914 enero, 20190 Durante los últimos dos años, el trap ha sido uno de los géneros en boga, caracterizado por un doble filo amplio en la crítica. Para muchos es un producto abierto destinado al entretenimiento, para otros es una ofensa a la historia musical. Pese a todo, se mantiene como puntero en las listas de streaming y como tendencia en el impulso de nuevos artistas. Lejos de sólo convertirse en una oportunidad de despegue musical, ha abierto espacio a la manifestación de mensajes potentes en algunos casos y de empoderamiento. Es por eso que este género se ha ido copando de nuevas artistas femeninas, sin miedo a la expresión y sin escrúpulos. Una nueva ventana se ha abierto para estas mujeres, en la que una instrumental es sinónimo de libertad. Escena general Una de las pioneras en el género a nivel nacional es Lizz, que a sus 26 años vive un momento sumamente promisorio en su carrera. Comenzó estudiando Historia del Arte en Inglaterra, experiencia que la fue envolviendo en los diferentes estilos musicales urbanos que se movían por las tierras británicas. Nele Nahir, una de las nuevas apuestas femeninas del género – Fotografía extraída de Instagram Recuerda que su llegada a Chile y su inserción en el género urbano fue complicada, pero dio paso a cosas mejores: “Llevo 6 años tocando en una escena dominada por hombres y eso no significa que no puedo hacerlo. Tuve que luchar por el respeto y estoy feliz de poder incentivar a otras mujeres a hacer lo que sea. Ayudé a abrir la puerta a un espacio seguro para muchas, con el fin que no deban pasar lo que pasé yo”, comenta. Ese espacio seguro se gestó a gran nivel en 2018, año en el que salieron a la luz popular exponentes como RVYO y Shita, mientras que otras como Catana, Princesa Alba y la misma Lizz (que tendrá nuevo álbum este año) sigue afianzando sus carreras. Sin embargo, la que se robó las miradas fue Paloma Mami, intérprete nacional de 19 años que, durante el último semestre se convirtió en la primera artista chilena en firmar con Sony Music Latino, fue elogiada por Billboard y apareció en las pantallas de Times Square como una de las cantantes a tener en cuenta en 2019. Con tantos hitos no menores para la música nacional, la fe del joven productor local de música urbana, Jorge Arroyo, se incrementa cada vez más. Él afirma que el momento nacional llegará pronto: “La música latina ya se pegó a nivel internacional. Los artistas estadounidenses están experimentando en estos sonidos y muchos quieren seguirles. Las exponentes nacionales dentro de 1 o 2 años serán sumamente reconocidas, principalmente en el género urbano”, señala. Rompiendo los tabúes La amplia oferta musical también varía en las temáticas que se abordan, donde algunas se han inclinado por evitar hablar de drogas, sexo y violencia. Respecto a eso, Lizz es enfática en que esto no es más que un recurso: “Yo sé que dicen que el trap denigra a las mujeres, pero me gustaría aclarar que el explicit content siempre ha existido, siendo más directo en algunos casos. Antiguamente los géneros románticos solían usar el contenido sexual hecho metáfora pero seguía siendo violento al fin y al cabo”, expresa. La estética es uno de los aspectos más llamativos de Lizz Love – Fotografía por Rocío Aguirre Por lo mismo, valora la oportunidad que tienen las mujeres ahora de poder tener voz y expresarse libremente de cualquier temática mediante el trap y otros géneros urbanos. Y esto es parte de lo que promete su nuevo álbum: “Es un disco no tan contestatario, pero es dedicado a las mujeres. Engloba muchas historias de vida y empoderamiento, tabúes sexuales, entre otras cosas. Temas en los que antes no había voz y ahora sí”, asevera. La música ha sido históricamente un producto cultural importante para la promoción de ideas y formas de vivir. Una de las mayores tendencias que se viven en este presente de la música urbana en general es la internacionalización y el orgullo de ser latino. Así lo comenta Lizz: “Como latinos estuvimos mucho rato renegando de nuestros orígenes, consumimos muchas influencias extranjeras, pero el género urbano le dio un espacio internacional para un continente duro, que estuvo en dictaduras que afectaron su ámbito cultural”, enfatiza. Jorge Arroyo comenta que las voces femeninas del trap expresan un contexto actual en el que la sociedad vive actualmente: “La realidad en Latinoamérica es eso en parte. La gente está más explícita, tiene menos tabúes y temores cuando se trata de temas como el sexo, el dinero, las drogas y las armas, pero el género no es causante de que una buena parte del pueblo legitime estas temáticas”, expresa. El musicólogo Nicolás Masquiarán también considera que en el contexto que viven las mujeres nacionales, el fenómeno del trap ha aportado como una liberación: “Cuando una artista afirma algo en sus letras que toca ciertas temáticas, existirá un segmento que lo legitimará y sentirá esa historia cantada como algo propio, ya que lo representa en lo absoluto”, señala. De esta forma, se está abriendo espacio para una escena osada, brava, atrevida, pero sobre todos los adjetivos, una escena libre. Las mujeres tendrán la instrumental, el escenario y el micrófono para seguir derribando tabúes y empoderando a sus fanáticas. El año 2019 puede ser, sin dudas, el año del trap femenino.