El turbulento historial de Netflix con las adaptaciones de anime

El drama político House of Cards es una de las primeras producciones exclusivas de Netflix, cosechó bastante éxito. | Imagen promocional de House of Cards: Netflix.

Seas o no usuario de Netflix probablemente hayas escuchado de este verdadero titán del streaming a nivel mundial. Esta compañía estadounidense comenzó como servicio para alquilar DVDs, pero desde que diversificó su rubro orientándose hacia el contenido digital en línea su crecimiento no hizo más que aumentar, ostentando al día de hoy una cifra no menor de más de 146 millones de suscriptores alrededor de todo el mundo. Aunque en EE.UU. tiene competidores directos, como Amazon Prime Video o Hulu, Netflix es el líder indiscutido.

Contenido original: la clave del éxito

El auge de esta empresa empezó a consolidarse aún más desde que en 2011 la marca comenzó a adquirir y producir contenido original exclusivo para su plataforma. Aquí destacan las mundialmente conocidas Stranger  Things, House of Cards y Orange Is the New Black, todas series producidas por Netflix y que alcanzaron una gran popularidad dentro y fuera de la plataforma. Así es como el actual rey del streaming audiovisual ha producido y adquirido contenido propio de distintas características y formatos, tales como series de televisión, películas, documentales, realities, stand up comedy, animación estadounidense y, por supuesto, también anime.

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Precisamente en este último punto mencionado es que vale la pena detenerse, ya que si bien la historia de Netflix ha sido de constante éxito en los últimos años, su relación con el anime no ha sido del todo aplaudida. Hay que reconocer que la plataforma cuenta con una cantidad considerable de animación japonesa en su catálogo, pero esto es así sólo si tenemos en mente una audiencia casual, ya que a ojos de un consumidor veterano de anime la oferta Netflix no es más que una pincelada de lo profundo que es ese gran mundo.

Live actions: ¿sinónimo de fracaso?

Sin bajar el perfil a esto último, los verdaderos puntos bajos comenzaron cuando la firma puso sus ojos en las famosas adaptaciones live action con las que la industria creativa estadounidense normalmente intenta bajar el anime a su público. Los ejecutivos de Netflix tuvieron la genial idea de hacer una película de acción real basada en nada más ni menos que Death Note, uno de los animes mejor catalogados de los últimos 15 años (calificado con un sólido 9.0/10 en Internet Media Database) e incluso de toda la historia del anime.

Al principio todo fue rumores y altas expectativas, pero una vez que el proyectó comenzó a tomar forma los comentarios más bien negativos por parte de los fanáticos del anime no se hicieron esperar. Lo primero que molestó a la audiencia más de nicho fue el casting del film, principalmente porque uno de los personajes centrales de la franquicia, el misterioso L, iba a ser interpretado por un actor de ascendencia afroamericana, perfil que no tiene nada que ver con la apariencia del susodicho en la obra original y que molestó de sobremanera al público.

Aunque estas primeras apreciaciones poco favorables son más que cuestionables (algunas voces acusaban racismo), el asunto se descontroló una vez estrenada la película, ya que quedó en evidencia un guión que no le hacía justicia ni de cerca al magnífico manga (cómic japonés) que los fanáticos tenían en mente a la hora de pensar en Death Note. David Lorao, escritor del sitio Cinemascomics.com, fue sólo uno de los tantos que lanzaron picantes críticas hacia el intento de Netflix: “Una auténtica aberración de adaptación televisiva. Una más de las muchas violaciones cometidas a obras niponas tanto en occidente como en la propia isla de Japón”.

La producción cinematográfica del live action de Death Note es quizás uno de sus pocos puntos fuertes. | Captura de Death Note (live action): Netflix.

Entre los comentarios más sopesados de Lorao, el redactor indica que “el problema reside en que, aunque tengas esto (elementos de la historia original), también tienes una desvirtuación premeditada de la esencia de todo lo que el anime recoge, la esencia, lo que realmente era importante de mantener, de trasladar a toda una nueva generación”, representando así en sus dichos el sentir de toda una fanaticada.

Volviendo a triunfar con lo clásico

Dejando atrás el episodio negro con Death Note, Netflix no volvió a hacer noticia gracias al anime sino hasta principios de 2018, pero esta vez de la mano del formato tradicional; series animadas. La empresa colaboró con estudios japoneses para producir animación derechamente nipona, títulos de entre los que salieron dos joyas que todo el mundo terminó aplaudiendo (incluso la audiencia fan de anime), estas fueron Devilman: Crybaby y B: The Beginning.

El caso de Devilman: Crybaby es especialmente destacable, ya que la serie fue señalada por muchos sitios especializados como el mejor anime del año, con nominaciones a distintos premios por doquier y muchos comentarios positivos en redes sociales. En esta ocasión Netflix patrocinó una adaptación al anime de un manga muy antiguo (autoría de Go Nagai en 1972) y lo hizo bien, porque incluso la americanización del argumento original resultó en un producto complejo, aplaudido por su potente mensaje filosófico y trabajo audiovisual impactante.

Eduardo Allepuz, redactor del sitio especializado en cine y series El Palomitrón, comenta en su reseña de Devilman: Crybaby que la producción “es un soplo de aire fresco en el panorama de la animación actual y una firme apuesta por parte de Netflix para traer contenido de calidad”. Además, el mismo autor se deshace en elogios para el argumento de la serie: “Comienza como un mero espectáculo desfasado para poco a poco profundizar en la psique humana y encaminarse hacia una recta final plagada de simbolismo y un sentimentalismo capaz de erizar el vello”, finaliza.

Devilman: Crybaby es un anime para adultos, con muchas escenas de violencia y desnudos explícitos, pero su falta de pudor es quizás uno de sus factores de éxito. | Captura del anime Devilman: Crybaby: Netflix y Science SARU.

La acción real aún no tira la toalla

Hasta fines del año pasado parecía ser que con Crybaby y B: The Beginning Netflix finalmente había encontrado el rumbo en cuanto a animación japonesa se refiere. Sin embargo, con la noticia de que la compañía estaría trabajando en una serie live action basada en el anime Cowboy Bebop nuevamente se encendieron las alarmas. Y es que este título noventero es considerado por muchos como el mejor de su género (drama, sci-fi) en toda la historia, por lo que otra producción de las características de Death Note (live action) significaría una ola voraz de malos comentarios, quizás incluso más ácidos que en el caso anterior.

Amilcar Trejo, de la web especializada en cultura pop O’kuroku, es uno de los tantos redactores del rubro que reaccionó preocupado por el anuncio del proyecto: “Netflix y live action en una misma oración son de las palabras que más terror me dan en la actualidad, y si se incluye Cowboy Bebop en la ecuación, ¿qué les puedo decir? Es para salir huyendo, ¿o no?”. Aún así hay quienes tienen fe en que esta es la gran oportunidad de la empresa para reivindicarse en materias de animación nipona y producciones de acción real.

Al ser Cowboy Bebop un drama policial de corte sci-fi, muchos fans creen que su contenido funcionaría muy bien como live action. | Captura del anime Cowboy Bebop: Estudio Sunrise.

Slash Film es un sitio estadounidense orientado al cine. En una de sus tantas publicaciones, la redactora Monique Jones plantea que este proyecto podría romper la “maldición de las adaptaciones de anime”, pero que para eso debe evitar, entre otras, la trágica americanización: “El guionista simplemente necesita estudiar el material original y traducirlo lo más fielmente posible. No son necesarias discrepancias sin sentido sólo para impresionar a la audiencia americana. El público está al pendiente porque ya está familiarizado con la historia y la cultura que se presenta en ella”, asegura Jones.

Cowboy Bebop (live action) no es el único proyecto de Netflix relacionado con el anime que causa revuelo actualmente, ya que el público tampoco reaccionó de manera positiva frente al anuncio de la serie animada de Los Caballeros del Zodiaco (Saint Seiya en japonés). Lo malo de todo esto es que la audiencia está siendo demasiado severa con producciones que aún ni siquiera han visto la luz, cuando lo más sensato es pensar que primero hay que ver y luego juzgar, ya que el gigante del streaming mundial podría dar el gran golpe al mercado gracias a estas exitosas franquicias japonesas.

 

    

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