Piscotrópicos al volante Cultura por Gabriela Fuentes - 31 enero, 20190 Fotografía Gentileza de Agencia Uno Para el primer semestre de 2019 se pretende implementar el uso de narcotest en los controles policiales para identificar a individuos que conduzcan bajo la influencia de drogas, sin embargo, la medida solo apunta a cierto tipo de sustancias, como lo son la marihuana, cocaína, anfetaminas y ciertos medicamentos, dejando un vacío para otros psicotrópicos. Pérdida de control Fotografía gentileza de Revista Nos Carola ha destruido dos autos bajo los efectos de diferentes estupefacientes, pero no le interesa dejar de consumir psicotrópicos y se rehúsa a salir sin auto. Considera que maneja mejor ‘volada’ que sobria, y su elección para las fiestas son siempre el cannabis y LSD ya que estos no son detectados si es que carabineros le realiza un control. A pesar de esto, reconoce que una vez temió por su vida, aunque afortunadamente resultó ilesa “Fue para mi cumpleaños, un amigo me había regalado una tripa (LSD), me fume unos cañitos (marihuana) para no tener un mal viaje, y me la tomé entera porque eran mis 25 así que había que celebrar con todo (…) de ahí tomé el auto y rajé a conce y a penas tomé el puente (Llacolén) las luces y las líneas del pavimento me atraparon, mas encima estaba lloviendo y veía que todo se movía, fue horrible así que empecé a acelerar para salir rápido de ahí. Cuando bajé por carrera vi unos hoyos enormes en el pavimento, empecé a esquivarlos pero no podía, y entre la velocidad, la lluvia y los hoyos imaginarios, perdí el control del auto y me empecé a dar vueltas para todos lados, así que solo atiné a poner el freno de mano, pero al hacer eso me volqué. Llamé a mi hermano y me fue a buscar al tiro, pasó súper piola y ni mi mamá se enteró, pero creo que nunca había tenido tanto miedo, nunca había manejado ‘tripea’ sola, y menos mal no pasó nada”. Carola consume LSD casi todos los fines de semana, y aunque evita conducir sola bajo sus efectos, lo sigue haciendo mientras tenga un copiloto “relativamente sobrio”. Sin embargo, maneja con cannabis todos los días, incluso fuma mientras conduce. El riesgo del vicio Automóvil destrozado tras el impacto. Fotografía gentileza de Radio Camila Nicolás tiene 26 años y es consumidor habitual de marihuana desde que estaba en el colegio, comenta que a los 17 le regalaron su primer auto, pero a pesar de los años de experiencia al volante, la conducción bajo los efectos de cannabis casi le costó la vida durante su primer año de universidad: “Íbamos camino a mi casa con el Pipe mega ‘volaos’ los dos, jugando con el auto en zigzag entre las dos pistas. Y de repente se me paro el auto en la pista contraria y no podía moverlo, le estaba mandando muy fuerte al acelerador parece, y nos quedamos ahí parados por no se cuantos minutos, y como que mientras trataba de partir, el Pipe me empieza a gritar que nos vamos a morir, que corramos, que no se qué, y miré y venía un camión directo a estrellarnos. Nos bajamos del auto y corrimos, cerré los ojos muerto de miedo pero afortunadamente el camión nos vio de lejos y logró evadir el auto. Con la pura adrenalina ‘despailé’ y nos pudimos ir a la casa” agregó. Sin embargo, el primer susto no fue suficiente para mantener sus vicios fuera del volante, y en una nueva salida bajo los efectos del alcohol y cannabis, se estrelló contra una bodega, costándole la vida su padre quien iba de copiloto “Es algo con lo que voy a tener que vivir por siempre, pero mi viejo me enseño a ser bien hombrecito, así que ahora no me queda mas que levantar la frente y reconocer que la embarré, y que fue mi culpa, y aunque quiera no puedo retroceder el tiempo. Yo ahora tengo dos hijas, y si no hubiera sido por el accidente con mi papá, no sé si hoy le tomaría el peso a mis acciones. Yo sé que yo tengo que estar vivo, y eso lo sé porque mi idiotez mató a mi papá” expresó. Nicolás, no ha vuelto a conducir desde el incidente ocurrido en 2014. Para mayor información sobre los efectos de las diferentes drogas en la conducción, revisar la siguiente infografía: