Cultivar vegetales en tu propia casa es una conducta que cada vez se repite más entre los habitantes de las grandes ciudades y sus periferias, puesto que, además de traer beneficios económicos y en cuanto a la calidad de los alimentos, contribuye a reducir la huella de carbono en el medio ambiente, haciendo que las verduras cosechadas estén libres de pesticidas y aditivos químicos.

Tomate

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Si buscas un cultivo rápido, el tomate es una opción que destaca por su corto tiempo de germinación, además de presentar varias opciones del mismo, como el tomate Cherry o el tomate Roma. Es una buena opción para empezar en el cultivo desde casa, y el sabor tendrá gran diferencia con sus versiones a la venta en supermercados.

Según la revista Medical News Today, es un alimento “funcional”, ya que más allá de los nutrientes que aporta, como potasio y fósforo, previene enfermedades crónicas como la diabetes o el cáncer.

Zanahoria

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La zanahoria, al igual que el tomate, presenta cortos tiempos de germinación, pero puede cultivarse durante todo el año, además de que puede crecer en lugares a la sombra, mientras se tengan en cuenta la humedad de la tierra y los constantes riegos que necesita, aunque mientras más avance el cultivo, menos riego necesita, eso sí cuidado con los insectos, pues ellos también disfrutan de esta hortaliza.

Siempre se ha dicho que la zanahoria es beneficiosa para la vista, pero además, comiéndose cruda fortalece los dientes y encías.

Pimiento

Los pimientos son una opción simple y que prácticamente se cultiva sola, sólo necesita de al menos 6 horas de luz al día, y no es demandante de agua, por lo que se puede regar cuando sientas que la tierra se secó completamente. La única regla para cultivar pimientos, es que deben plantarse ya sea en primavera o en verano, pues son dependientes del calor.

Una vez pasadas 12 semanas, ya tendrán forma y podrán ser cosechados, aportando altas cantidades de vitamina C y capsaicina, sustancia analgésica.

Guisante

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Siendo de las verduras que más minerales aportan, como fósforo, calcio y hierro, además de proteína y vitamina A, también es un alimento indicado para bajar el colesterol y para enfermos de diabetes. Por último, aportan varios nutrientes a la tierra, lo que beneficiará tus futuras cosechas.

Un cultivo ideal para el invierno, los guisantes o más conocidos como arvejas, son capaces de resistir el frío y el calor, sólo necesitan riegos una vez por semana, aunque cuidado con sobre exponer la planta a mucha agua, pues podría afectar su crecimiento.

Espinaca

Puede crecer en cualquier tipo de suelo, mientras se mantenga húmedo. No necesita mucho calor ni sol, por lo que la hemos visto en macetas en interiores. Se recomienda sembrarla durante primavera o otoño. Una vez cosechada, puede durar hasta 3 meses o más antes de ser consumida.

Además de todas las proteínas que aporta, es un conocido antiinflamatorio, que es capaz de mejorar la presión arterial y el metabolismo, aunque no se recomienda su consumo en altas cantidades, ya que puede causar cálculos renales

Cebolla

La cebolla es de las verduras más usadas en la gastronomía nacional, presente en multitud de recetas. La cebolla que siembres en casa debería ser redonda, firme y sin muestras de moho. Una vez plantada, debe moverse a un lugar seco y oscuro para que se formen sus raíces, luego de esto es momento de que conozcan la luz hasta que estén listas para su cultivo unos 6 o 7 meses después. Necesita ser regada diariamente, aunque no en altas cantidades.

Albahaca

Las albahacas crecen particularmente bien en macetas, aunque es importante mantener la tierra bien húmeda y expuesta al sol. Una de sus cualidades más importantes es que pueden crecer a partir de esquejes, es decir que de una planta pueden surgir varias plantas más, las cuales florecerán rápido y también morirán rápido. La hortaliza original de semilla, demorará más en crecer, pero dará más hojas y vivirá por más tiempo.

Pepino

Especiales para cultivos en balcones y ventanas, pues son capaces de polinizar solos, dando grandes cantidades de verdura a la hora de cosechar. Quizás sea necesario un trasplante de maceta durante el cultivo, por el crecimiento que esta puede llegar a adquirir.

El pepino es altamente dependiente del agua, necesita estar en tierra húmeda constantemente, además de temperaturas sobre los 20 grados.

Jengibre

Además de ser un sabroso aditivo para tus comidas y una verdura con propiedades curativas, la planta del jenjibre es muy atractiva visualmente, con flores de un color rojizo que pueden llegar a crecer hasta un metro de alto. Al igual que el pepino, es probable de que necesite un transplante una vez que llegue a esas alturas, y se vean brotes verdes en su tallo. No necesita riego constante, y si bien necesita luz, no le va muy bien el sol directo, podría morirse. Lo ideal es que crezca en temperaturas entre los 20 y 25 grados.

Ají

Por último, pero no menos importante, el que es quizás el condimento principal en las mesas nacionales y puede crecer en cualquier maceta, aunque muy dependiente de la luz solar y el calor. Debe ser regado cuando se vea que la superficie de la tierra se secó, lo cual podría ser hasta una vez por semana, por lo que no necesita tanta agua.

Debe sembrarse a fines de invierno, estando listo para cosechar a fines de septiembre. Se recomienda que se siembren varias semillas, ya que es probable que no todas germinen. Una vez la planta alcance unos 13 centímetros, estará lista para su cosecha.