El virus se volvió bueno con los talquinos y entregó “permisos de reunión” con el emprendimiento

Cuatro pequeñas y medianas empresas de la capital maulina han tomado el confinamiento como mucho más que quedarse en casa esperando por una vacuna. Necesidades económicas y de crecimiento personal, son algunas de las motivaciones que encontraron para desarrollar un negocio durante la pandemia.

¡Mascarilla, alcohol gel y a trabajar!

Entregas limpias y libres de contacto, así funcionan Royal Fish y Kalla, emprendimientos que nacieron desde la necesidad, y que buscan ser un ingreso extra ofreciendo productos premium y de calidad, todo directamente a la puerta de tu casa.

“Fue una mezcla de pasiones, (…), queríamos entregar algo rico, algo novedoso a la gente, vimos esta oportunidad y dijimos ya po’, vamos, metamos este nuevo producto”, expresa con voz entusiasta Juan Francisco Garrido, fundador de la cevichería Royal Fish, respecto al motivo detrás de su negocio. “La pandemia ha botado muchos negocios grandes, creo que hay que reinventarse y tener una propuesta diferente”, agrega firme.

Ceviche Royal de Royal Fish. Gráfica por Juan Francisco Garrido.

Por su parte, Alexandra Díaz, cocreadora de Kalla, relata que la existencia de su marca se impulsó gracias a la pandemia, “estar tanto en la casa me hizo pensar en esta idea a la que le venía dando vueltas, al fin tenía tiempo para concretar y decidirme por emprender”, añadiendo que, es una ventaja “empezar desde el inicio haciendo las cosas bien, vender un producto alimenticio significa cuidar el doble la limpieza en empaque y preparaciones”.

Para Karen De Los Ángeles, dueña de Fresia, la pasión por lo distinto y único también es un motivo de emprendimiento. “Siempre me han llamado la atención cómo lucen, el toque que da a la ropa, a la persona, siento que la define. Y si eso sirve para generar un ingreso extra a mi vida mucho mejor”, cuenta la creadora de la marca, aludiendo a las joyas y accesorios que ofrece a través de Instagram.

Productos Charlie's Designs. Fotografía por Carla Monrroy.

Asimismo, Carla Monrroy desarrolló Charlie’s Designs mientras confeccionaba cuadernos pediátricos como un favor a su hermana. En definitiva, una tienda en la que el cliente tiene una experiencia total de personalización, al ser ”especializada en la creación y confección de productos como planners, organizadores, recetarios, entre otros”, explica su fundadora, agregando que, de no haber estado “encerrada en la casa, jamás hubiese podido vivir ese proceso como corresponde, y mi emprendimiento no sería lo que es hoy”.

El punto decisivo para emprender está en la inspiración 

Kalla, que significa “brote” en mapudungún, ofrece como producto principal el fruto del olivo, “soy Diseñadora Gráfica y mi socia es Licenciada en Artes Visuales. Mezclamos un poco todo, ella viene de una familia aceitunera, pionera en el rubro en Talca, pero la venta la hacen al por mayor. En Kalla, tratamos de tomar esto y darle un valor agregado a través de nuestros conocimientos, diseño y fotografías, pero conservando la calidad”, comenta Alexandra.

De la misma forma describe Juan Francisco las motivaciones de Royal Fish, “siempre tuvimos la idea de hacer algo para poder tener un ingreso extra, (…), el ceviche es una idea fácil de hacer, teníamos todo, (…), materia prima a nuestra disposición, ganas de emprender y de hacer algo propio”, declara, mientras enfatiza en que “nos preocupamos de esta propuesta desde el inicio, (…), etiqueta, una imagen, que estuviera presente en redes sociales y que le gustara a la gente”.

Aceitunas Premium Kalla. Fotografía y diseño por Alexandra Díaz.
Joyas y accesorios Fresia. Fotografía por Karen De Los Ángeles.

Karen, desde otra perspectiva, destaca el apoyo familiar como un fundamento para la creación de Fresia, “siempre va a ser mi pilar fundamental porque son quienes me formaron con valores, me entregaron las herramientas para poder ir trabajando mis habilidades”, narra, mientras recuerda con cariño a la inspiración de su emprendimiento, “mi abuelita, que hace 1 año falleció, le encantaban las joyas de plata, (…), ella se llama Fresia, digo se llama porque ahora con esto la siento más presente que nunca”. 

Sin embargo, si de aprovechar momentos se trata, Carla se lleva la corona al confesar que, “fue increíble como todo se dio perfecto, en el momento correcto”, afirma, agregando que, vio una oportunidad en la necesidad de las personas, sumado el tiempo libre que le otorgó el confinamiento: “no podían salir a buscar “regalos” o productos para sí mismos de manera física, gravitaron naturalmente a las ventas on line: fácil, rápido, cientos de opciones en un solo lugar, y con la seguridad de la entrega a domicilio. ¿Qué mejor?”.

Las redes sociales le estrecharon la mano al emprendimiento desde casa

La aplicación que hoy cuenta con más de 2.000 millones de usuarios, ha sido base en la difusión de los productos de Carla, puntualizando que “la gran cantidad de nuevas pymes en Instagram son la prueba de que las compras digitales son actualmente la norma, y Charlie’s Designs se ha integrado a ese nuevo paradigma”, añadiendo que, desde su perspectiva, de no ser por la pandemia “hubiese sido imposible lograr sustentar una tienda on line”.

El elemento común del éxito de estos cuatro emprendimientos, radica en el buen uso que han hecho de las plataformas digitales, tal como comenta Karen, quien concluye con certeza al futuro de las ventas en general: “las tiendas físicas van a desaparecer de a poco, al igual que el dinero tangible, (…), las redes sociales se van a posicionar de tal forma que todo lo haremos desde un clic».

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