La naciente escena penquista de comedia y sus esfuerzos por sobrevivir a la pandemia

Bar Lihuén

El impacto de la pandemia es transversal a casi cualquier actividad presente en nuestra dinámica social. Además de sus estragos más bullados, el confinamiento dio también un fuerte golpe al medio artístico global, sin ser Concepción una excepción del caso.

Entre las múltiples expresiones artísticas albergadas por la ciudad, una naciente escena dedicada a la comedia se resiste a desaparecer, haciendo uso de los recursos que tiene a la mano para mantenerse activa.

Antes de la pandemia

Durante la última década, la comedia en vivo, usualmente denominada por el anglicismo stand-up comedy, experimentó un creciente posicionamiento como uno de los géneros predilectos por los humoristas con mayor tribuna. Esto se plasmó desde la reinvención de comediantes “de la vieja escuela” que optaron por adoptar este formato, hasta en la aparición de varios concursos televisivos dedicados a la materia.

Bajo este contexto, como cuna de nuevos exponentes del humor local, comenzaron a tomar más fuerza algunos espacios en Santiago y en Concepción, el bar Lihuén se consagró como la única plataforma totalmente consagrada para la comedia en la ciudad.

Según sus dueños, este espacio ha visto desde 2018 el paso de más de un centenar de cómicos por sus tablas, entre emergentes y consagrados.

El trabajo previo no puede desperdiciarse

Luchín López
Luchín López en Bar Lihuén. Fotografía: archivo personal de Luis López

Luchín López comenzó sus andanzas en la comedia durante 2018. “Un día de ese verano, junto a un amigo visitamos un show de comedia en Concepción y tras verlo, le comenté que no creía que fuera tan difícil estar sobre ese escenario”, comentó. 

Después de eso pasaron algunos meses en los que por dificultades personales, López se mantuvo al margen de su propia iniciativa de probar suerte, hasta que volvió a recibir un llamado del mismo amigo, quien le dijo que le había gestionado una presentación en un bar para la semana siguiente.

Desde entonces, comenzó a desarrollar su carrera, la cual comenzaría a tomar un ritmo firme durante el segundo semestre de ese mismo año, al llegar al bar Lihuén, donde junto a otros amigos del medio fundó Concecomedia, un colectivo dedicado a abrir nuevos espacios, donde participa como productor. Esta instancia, junto a Lihuén Comedy Jam, otra iniciativa similar, abrió espacios para gestar de forma permanente una escena local, con fechas fijas asignadas dentro de la parrilla del bar.

Un año después, en 2019, Eduardo Ramírez, quien más tarde comenzaría a ser conocido en la escena humorística local como Kakoamedia o simplemente Kako, probó suerte en un “micrófono abierto” de Lihuén, instancia de inscripción abierta para aventurarse con una rutina de cinco minutos. “Al principio iba a verme mi familia, pero después el público se amplió”, comenta Kako, repasando sus inicios.

La reinvención es clave para continuar

Kakoamedia en Bar Lihuén. Fotografía: Eduardo Ramírez, archivo personal

Kakoamedia, quien antes de la pandemia utilizaba sus redes sociales para promocionar sus presentaciones, subía fragmentos en video de las mismas como registro testimonial.

Durante la pandemia, además de participar en shows en línea, aprovechó de impulsar este formato creando sketches, los cuales se valen de la contingencia para generar material. 

Adicionalmente, tuvo un paso por televisión en el canal Vía X, formando parte del estelar Jugados como colaborador invitado. Esta última instancia, a pesar de ser una gran vitrina, fue desestimada por Kako pasado un mes y medio, para enfocarse en otros proyectos personales que resulten más lucrativos y así financiar su carrera artística.

Por su parte, Luchín López, desestimando la opción de emular sus presentaciones mediante videos lineales, optó por la creación de una serie llamada Chiguayork, coprotagonizada por él y su familia. 

Paralelamente, también conduce un podcast llamado Cae La Cortina, que se emite por CCP Radio, en el que explora la comedia junto a quienes la hacen, dándole una mirada más teórica.

La resistencia de Lihuén

Lihuén es un espacio ampliamente valorado por los comediantes locales. “Debería haber más espacios así, pero por ahora es el único”, afirma Kakoamedia. “Como estábamos en bares que hacían comedia esporádicamente, lo comparábamos con el hecho de dormir cubiertos con cartón o diarios. De un momento a otro, el pasarnos a Lihuén equivalió a abrigarnos con un Scaldasonno, frazaditas y un buen colchoncito”, comenta Luchín López.

Aunque sus orígenes se centraron en una amplitud de expresiones, como la música, la pintura y el teatro, desde 2018 el bar, ubicado entre las calles Paicaví y Maipú de Concepción, adquirió notoriedad por consagrarse como el único espacio dedicado a la comedia. “Vimos el surgimiento de esta escena y comenzamos a trabajar de lleno para ella”, comentó Pablo Venegas, administrador de Lihuén. 

Como muchos locales que se han visto en la obligación de cerrar, Lihuén actualmente se mantiene con la venta de menús de almuerzo para llevar. Adicionalmente, para mantener su sello característico, han realizado una serie de eventos a través de redes sociales, con algunos de los comediantes que frecuentaban sus tablas.

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