Trastornos alimenticios, la pandemia silenciosa que se agudiza en cuarentena

Una enfermedad que no es un juego, no tiene talla, no se elige. Una enfermedad que duele, qué consume poco a poco, que es difícil de detectar solo por la apariencia física, y que es la causante de muchas muertes alrededor del mundo.

¿Qué le va a pasar a mi cuerpo durante la cuarentena? ¿Cuántos kilos voy a tener que bajar? ¿Cómo hago para no engordar? Estas son algunas de las interrogantes que enfrentan muchas personas desde el inicio de la cuarentena provocada por el coronavirus.

Un trastorno alimentario es una enfermedad mental que se caracteriza por anormalidades en el comportamiento, emociones, y actitudes de una persona hacia la ingesta de alimentos y de la imagen corporal. Estas se pueden manifestar tanto en hombres como en mujeres, de cualquier edad, e incluso, de cualquier peso.

Según estudios realizados por especialistas de la Clínica Las Condes, aproximadamente un 6% de la población chilena sufre de algún Trastorno de Conducta Alimentaria (TCA) alguna vez en su vida. De ellos, un 3% sufre trastorno por atracón, 2% bulimia nerviosa y 1% anorexia nerviosa.

Hoy en el resguardo por la pandemia, comer puede significar mucho más que una necesidad y se encuentra profundamente conectado con nuestras emociones. Esta situación ha afectado en gran medida a personas que presentan estos trastornos, debido a que el desarrollo de estas enfermedades se ve alterado por los factores sociales y contextuales que nos rodean.

Un ejemplo de esto, es el excesivo uso de las redes sociales, el cual se rige bajo la concepción de que la imagen corporal es unos de los valores más importantes para tener valoración personal ante los demás. En este ámbito, la obsesión por mostrar un cuerpo acorde a los cánones de belleza actuales, lleva en muchos casos, a desarrollar estos trastornos.

Pero…¿Cómo podemos aplanar esta silenciosa y peligrosa curva? En primer lugar, educación. Mayor educación sobre esta enfermedad, y comprensión de que los trastornos de la conducta alimentaria no son un capricho, como muchos pueden entender, sino que son enfermedades psicológicas que afectan en todos los ámbitos de la vida de una persona.

Por otra parte, es indispensable avanzar en materializar una ley de salud mental en el país, que se enfoque fuertemente en los TCA (enfermedad con mayor nivel de mortalidad que cualquier otro trastorno mental), que oriente las políticas públicas, de mediano y largo plazo.

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