100 años de María Luisa Bombal: la escritora de la liberación sexual femenina inconsciente

Han pasado cien años del nacimiento de María Luisa Bombal, y cada uno de sus libros en la actualidad siguen siendo tan revolucionarios como el día en que se publicaron: una prosa poderosa y poética llena de sentimientos laberinticos de ensueño, de personajes femeninos sumergidos en un halo de nostalgia y una pasión interna que, como una olla a presión, pide a gritos ser liberada.

Y es que los libros de la Bombal, tanto sus cuentos como sus novelas cortas, son una puerta de entrada a mundos oníricos en donde las principales invitadas son la marginalidad y la sexualidad femenina de la mujer de clase media alta de principios del siglo xx.

La ultima niebla. La amortajada. El Árbol. La historia de María Griselda son parte de sus creaciones más conocidas de la autora viñamarina, que en su tiempo la hicieron ser reconocida como la princesa de las letras chilenas. Amiga de Borges, de Neruda, de la Gabriela Mistral, de Lorca, su grupo intelectual por excelencia, los autores más importantes de la literatura occidental que marcaron su escandalosa vida.

Traducida al inglés, el francés, al portugués, e incluso en japonés, sus obras lograron traspasar las fronteras y la posicionaron en un pedestal elevado en la literatura de oro latinoamericana. Pero ¿qué hay de la autora en si misma? ¿qué la llevó a escribir sobre asuntos tan reveladores y futuros? 

¿Cree que ha recibido influencia literaria de Virginia Woolf, Katherine Mansfield o Rosa Lehman? Después de todo, aun el título de su cuento más famoso coincide con el cuento de Mansfield, The Tree ¿y ha recibido influencia de Freud? le preguntó en el 79’ Gloría Gálvez Lira.  La Bombal respondió que no, tajante. “ellas son otra cosa. Las admiro, pero no he recibido su influencia…”.

¿Era consiente la Bombal de que escribía sobre feminismo sin saberlo? La respuesta posiblemente sea que sí. Y resulta paradójico porque sus obras están marcadas de un inconsciente puro, de restricciones y cadenas invisibles, de cuentos de hadas, de una voz, –sea que lo quisiese o no– llena de una protesta por la liberación de la libido de la mujer.

En sus obras la María Luisa es ella misma. Eso no puede negarse. Se sumerge en su propio inconsciente y navega sin rumbo por un mar desconocido como en su cuento “Lo secreto”, atravesando corrientes vertiginosas, bajando hasta los más profundo del abismo, ignorando todos aquellos obstáculos convencionales que la ataban en la realidad: su propio sexo.

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