Vuelta a clases: lujo de pocos

Esa desigualdad que parecía escondida en la sombra de la pandemia, pero que ahora toma más fuerza que antes.

Desde fines de septiembre, establecimientos educacionales a lo largo de nuestro país han retomado sus clases, principalmente para alumnos de cuarto año medio, bajo la necesidad de preparación para la Prueba de Transición Universitaria (PTU), y también por un tema emocional al ser el último año en que conviven con sus compañeros.

Los esfuerzos se enfocaron en cómo adaptar las aulas y establecimientos para poder recibir a los alumnos, y no arriesgarlos al contagio de coronavirus en el proceso. Lo cierto, es que los protocolos si existen, y se han implementado en más de 50 colegios que han retomado sus clases, sin embargo, el miedo de los apoderados quedó evidenciado cuando ningún alumno llegó al retorno a clases del Liceo El Llano de Pirque.

Para ponernos en contexto, los establecimientos que han vuelto a clases tienen la posibilidad de tener no más de 25 alumnos por curso, y poseer espacios e infraestructura que permita cumplir con los protocolos, pero ¿cómo le explicamos a un joven de un liceo municipal con más de 45 alumnos por curso que su colegio no tiene un patio o comedor techado para albergar el retorno a clases?

Esa desigualdad por la que hemos estado luchando desde hace años, y que siempre ha sido tema de debate, hoy queda evidenciada más que nunca. Los establecimientos privados tienen la posibilidad de contar con los espacios y requerimientos necesarios para un seguro retorno a clases. Además, es sabido que un alto porcentaje de quienes asisten a colegios privados tienen la posibilidad de contar con un vehículo de transporte.

Ahora, supongamos que un colegio municipal, con alumnos que luchan con la desigualdad y la pobreza retoman las clases. Supongamos, nuevamente, que la infraestructura se los permite y podrán estar distanciados (lo que es poco probable), acaso ¿no es de conocimiento general que la mayoría de los chilenos de clase media se transportan a sus destinos en transporte público? Básicamente, si no me expongo al contagio en el colegio, lo hago en el camino.

Claramente, es poco probable que alumnos de colegios vulnerables tengan la posibilidad de tener clases en línea, pero no debería ser una o la otra. Es un llamado al sentido común. Un llamado desde esta humilde tribuna a no creernos todo el cuento del ministro Raúl Figueroa, de la normalidad en los colegios en el país, porque la única verdad es que no hay nada más desigual que un retorno a clases presenciales como la que estamos viviendo hoy.

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