Seamos mejores

El pasado domingo Chile celebró con cantos, bailes, fuegos artificiales, banderas y sonrisas. Pero la fiesta acabó, para comenzar el largo camino hacia un nuevo objetivo, la redacción y aprobación de una nueva constitución para todo Chile.

Con una victoria aplastante, los ciudadanos aprobaron por un cambio, pero ¿Podremos realizar aquello para quienes no quieren una nueva constitución? Creo que el nuevo Chile debe ser para todos y todas. Si bien, siempre existirán personas que se resistan a los profundos cambios, nosotros y nosotras debemos darles al menos la oportunidad de dialogar, discutir e incluir a aquellos que no desean una nueva carta magna para el país.

La actual constitución generó un malestar latente hasta hoy, porque fue escrita por un pequeño grupo de personas, dejando fuera opiniones, ideas, propuestas y la visión de casi todo el país. Seamos mejores que ellos, no dejemos a nadie sin la oportunidad de participar, sin importar nuestras diferencias. Debemos procurar no seamos parte de la creación de un malestar que crecerá probablemente en ese 21,73% de la ciudadanía que perdió las elecciones el pasado 25 de octubre, sin contar al 50% de los ciudadanos que no participaron del referéndum.

Imagen: Canal país. Las opciones «apruebo» y «convención constitucional» fueron las grandes ganadoras en el plebiscito del pasado 25 de octubre.

Afortunadamente, gran parte del trabajo está hecho, ya que el mecanismo por el cual se escogerá a quienes redacten la nueva constitución, permite a todos los ciudadanos y ciudadanas que posean un apoyo popular, el poder postularse y participar, pero es nuestra parte la más importante, el ser tolerantes, tener fuerza de voluntad y realizar críticas constructivas. Intentemos no polarizar este nuevo proceso, lo cual será difícil, debido al gran nivel de agresividad por parte de ambas partes al momento de presentar sus ideas, donde hemos visto situaciones que han terminado en encuentros a golpes e insultos. 

Quizá hasta debamos potenciar la participación de aquellos que no se sientan atraídos por esta nueva oportunidad de construir un país desde las ideas nacidas para y por el pueblo. 

Quedará, quizás, en los libros de historia, que la génesis de esta nueva etapa fue creada con base en la libertad de cada persona. Que el nuevo Chile sea de todos y todas, y podamos decir con la frente en alto, que cada uno y cada una de los chilenos y chilenas se siente parte de nuestro país de una vez por todas.

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