Gruppa Krovi, la obra cumbre del rock del otro polo del mundo Entrelíneas por Nicolás - 4 diciembre, 20204 diciembre, 20200 Durante años, en occidente se nos hizo creer que en la Unión Soviética se escuchaban sólo himnos y marchas militares. Sin embargo, toda una ola musical y artística se desarrolló en espacios emergentes, inicialmente, para posteriormente lograr posicionarse como emblemas de la generación que vivió la caída de la URSS. Kinó es considerado como uno de los pilares del rock soviético de la era de la Perestroika. Liderados por Viktor Tsoi, compositor y vocalista, con Gruppa Krovi, su álbum de 1988, lograron emerger desde el underground soviético y además, expandirse a la escena anglosajona, un mercado esquivo para ellos. Combinando elementos de la música popular soviética con rock, punk, y post-punk, en esta obra se pueden encontrar letras que reflejan el sentir colectivo de aquellos años, como la canción homónima de este disco, catalogada como un himno contra la guerra gracias a frases como “no quiero la victoria a cualquier precio, no quiero poner el pie en el pecho de nadie”. Como referencia, a nivel instrumental y lírico, resulta inevitable hacer un símil entre Kinó y Los Prisioneros. Ambas bandas abrazaron el estilo post-punk en medio de la década de 1980 y se volvieron la voz contestataria de dos generaciones de jóvenes aquejados por las crisis sociales y políticas de sus respectivos países. Gruppa Krovi en disco de vinilo. Fuente: Ebay. Tsoi murió en 1990, en un accidente de tráfico cuestionado, sin mayor sustento, por las teorías conspirativas surgidas en torno a su perfil político. Desde entonces, el líder de la banda pasó de ser un ídolo juvenil a una leyenda. El periódico ruso Komsomólskaya Pravda consignó en ese momento que “Tsoi significa para la juventud de nuestro país más que cualquier político, escritor o celebridad”. Esto se aprecia en la fuerte rotación que las canciones de Kinó hasta hoy tienen en las radios rusas y las referencias de las que es objeto en la cultura popular de su país, contemplando la presencia de algunos murales en su tierra natal y una estatua en el sitio de su defunción. En 2019, la banda se reunió con todos los miembros sobrevivientes de su alineación original, tras un receso iniciado con el fallecimiento de Tsoi. Junto con la baja de su vocalista, posteriormente también sufrieron el deceso de Georgi Guriánov, su baterista. En su lugar, hoy cuentan con un nuevo percusionista y como sustituto de Viktor asumió su hijo, Alexander Tsoi, en el rol de guitarrista secundario. En las voces, utilizan las pistas originales, junto a la proyección de videos de archivo, siguiendo una puesta escena similar a la de Gorillaz. La postura de Chile durante la Guerra Fría nos alejó de las expresiones culturales del otro polo del mundo. Sin embargo, gracias a Internet, hoy podemos darnos el gusto de conocer viejos clásicos y Gruppa Krovi, la obra cumbre de Kinó, es un muy buen punto de partida.