Mea Culpa: El retorno de un fenómeno televisivo que trasciende en el tiempo

La memoria colectiva es frágil y tiende a olvidar rostros con el paso de los años. Sin embargo, al momento de consultar la historia de la criminalidad en Chile, existe el registro audiovisual de algunos de los hitos que marcaron con horror a la ciudadanía y que tras haber concluido sus grabaciones hace 11 años, aún es un fenómeno televisivo. Pues, durante esta pandemia ha vuelto a resonar entre las voces de la audiencia y sus diversas redes sociales, luego que el canal Televisión Nacional de Chile abriera el baúl que contiene los escabrosos capítulos del clásico Mea Culpa.

Por: Valentina Rodríguez

El enigmático actuar de las mentes criminales es un tema complejo que atrae la atención de parte de la ciudadanía y que bien supo desarrollar un clásico de los años 90, el cual durante esta pandemia ha vuelto a la pantalla de TVN. Pues al parecer, el tiempo no afecta la popularidad de este tipo de contenidos entre la audiencia, ya que en julio de este inimaginable 2020, Carlos Pinto reapareció en la franja nocturna del canal público en las retransmisiones de los escabrosos casos que hasta el año 2009 fueron investigados y producidos por el equipo de Mea Culpa.

La fórmula del programa que hoy cautiva a la audiencia más joven y reencanta a los fanáticos de culto, consiste en la recreación del caso abordado en cada capítulo, con la intervención narrativa de Carlos Pinto y su famosa frase “nada hacía presagiar…”, quien, al concluir la historia entrevistaba a quienes eran sindicados como imputados o culpables por la justicia. 

Si bien, en algunos capítulos los individuos no accedían a dar declaraciones, en muchos otros los sujetos daban sentido al nombre del programa, pues entregaban sus reflexiones respecto al actuar que los llevó tras las rejas. Sin embargo, el arrepentimiento mostrado por parte de los condenados, no siempre era de buena fe, ya que algunos de los individuos han vuelto a reincidir, generando una ola de críticas hacia el actuar de los tribunales en Chile.  

En cuanto al rol de la justicia, es claro que es un aspecto central en la contingencia nacional. Pues, sus dictámenes generan cierta sensación de impunidad en la gente, más aún, cuando reinciden individuos que han cumplido condenas anteriores, como es el caso del “asesino del tambor”, Hugo Bustamante, cuya historia en 2006 protagonizó uno de los numerosos capítulos de Mea Culpa y hoy, está formalizado por el femicidio de Ámbar Cornejo.

Bustamante fue formalizado en 2005 por doble homicidio. Actualmente, está a la espera del dictamen de la sentencia por el asesinato de Ámbar Cornejo. Imagen: SoyChile.

A raíz de los antecedentes expuestos, me parece que Mea Culpa nos permite confrontar el rostro de la criminalidad a través de la pantalla, la cual independiente del contexto, aborda temáticas atemporales y que, tal como el caso antes mencionado, nos hace reflexionar sobre la justicia y la precariedad en la protección de las víctimas. Lo anterior es un factor determinante en el éxito del programa emitido de jueves a domingo durante el trasnoche del canal estatal. Esto, a causa del material que otorga a los televidentes creando análisis y debate, lo cual permite generar cada semana una visión crítica de los hechos narrados por Carlos Pinto.

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