El nuevo chip verde

Las emisiones de gases CO2 a nivel mundial, los basurales y los problemas de contaminación, están alcanzando niveles récord y no muestran signos de haber tocado techo, según la ONU. En la actualidad, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera es más alta que hace 3 millones de años. La temperatura del planeta y el calor invernal en el Ártico ha incrementado en 3°C desde 1990. El nivel del mar está subiendo, los arrecifes de coral mueren y cada día aumentan los riesgos para la seguridad alimentaria. Para las nuevas  generaciones, el reciclaje y la acción “en casa” se convierten en el actual “chip verde” planetario. 

La nueva forma de ver el mundo en materia ecológica ha cambiado en los últimos 10 años. En la actualidad, existen varios acuerdos y pactos que mantienen al margen el lado verde del planeta: el Acuerdo de París, el Protocolo de Kyoto, y la conmemoración del Día de la Tierra, son alguno de ellos. Sin embargo, las actuales generaciones y grupos activistas cumplen un rol fundamental en el tratamiento informativo en materia ecológica, planteando soluciones al buscar una concientización mundial.

Aunque los datos son preocupantes, las organizaciones y grupos sociales especialmente constituido por jóvenes activistas, han influido de forma considerable al plantear nuevas ideas. De acuerdo a los últimos datos entregados por Greenpeace, un grupo ecoactivista conformado principalmente por jóvenes, las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso excesivo de combustibles fósiles, no han disminuido como se esperaba. Además, los problemas sociales y económicos no son menores; los daños en las cosechas y en la producción alimentaria, las sequías, los riesgos a la salud, los fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas y huracanes, y también los mega incendios, son todos consecuencia de lo mismo.

Rafael Cifuentes, comentando la iniciativa de los jóvenes

Las nuevas generaciones: los millennials y la generación z

Por un lado, el término millennials, es aquel que engloba a todos los sujetos nacidos 1982 y 1996, y proviene de la traducción al inglés de milenio, ya que son estos quienes vivieron en esa época y pueden recordarlo. Una de las características que más se desprenden de esta generación, son los cambios históricos que ocurrieron sobre todo en Estados Unidos, además de vivir los avances tecnológicos que marcaron el nuevo siglo, como la aparición de teléfonos inteligentes, el Internet inalámbrico, las redes sociales y otros. Medios informativos aseguran que ha sido gracias a esta generación que el movimiento verde ha emergido con notable atención. La conformación de grupos comunitarios, sumado al complemento de la tecnología, lo han posicionado como una de las principales fuentes contra el cambio climático.

Por otro lado, está la generación z, esta se caracteriza por un brillante sentido de creatividad con una alta adaptabilidada nuevos entornos. Es la generación que abarca a todos los nacidos entre 1994 y 2010, tienen alrededor de 23 años de edad y superan en número a sus predecesores. Son más emprendedores que los millennials. Aprenden rápido y de forma autodidacta, convirtiéndolos en unos jóvenes mucho más irreverentes que las generaciones anteriores, y educados con sistemas más preparados.

Son estos últimos los que han influido considerablemente en materia medioambiental. Gracias a su capacidad creativa, han innovado en el tratamiento de nuevas ideas ecoamigables y sostenibles para el planeta. Su aporte al mundo ha sido importante y han tenido frutos a nivel mundial. Un claro ejemplo es la joven activista sueca Greta Tintin Eleonora Ernman Thunberg, más conocida como Greta Thunberg, quien se ha centrado en los riesgos planteados por el calentamiento global.

Katherin San Martín, de 25 años, es ingeniera medioambiental de la agrupación Greenpeace. Ella afirma que desde que inició su transformación ecológica, la vida le ha cambiado considerablemente; desde la realización de charlas sociales, hasta su propia alimentación. “Me sentía desconectada y decepcionada. La mayoría de los miembros de mi familia pertenecen a otro estilo de vida, ellos no tienen mucha conciencia sobre la naturaleza y el planeta. Desde que hago charlas y conferencias, pude influir no solo en lo personal y en mi familia, sino que también en la gente que me rodea”, declara la joven activista.

Jóvenes como Greta, Katherin y la generación z, sumado a la madurez por parte de los millennials en el cuidado del medioambiente, convierten a estas dos generaciones en las precursoras en la campaña de protección del planeta. 

Movimiento ACMADY

El movimiento social contra el cambio climático ha sido impartido principalmente por jóvenes, como Katherin y las generaciones conscientes. El grupo ACMADY (Agrupación Cultural, Medioambiental y Deporte en Yungay), también ha sido parte de ello. Gonzalo Rojas, joven de 24 años y presidente de la organización, asegura que todo cambio real debe comenzar por uno mismo para concientizar al resto. La congregación ha logrado reunir a personas que piensan de forma similar, pudiendo concretar proyectos y objetivos en común, como por ejemplo, puntos de reciclaje. “La idea de generar un cambio social contra el cambio climático debe iniciar en casa. Si tú cambias tu modo de pensar, puedes cambiar el mundo”, afirma. 

Junto con eso, Gonzalo, quien además se desempeña como profesor de educación física, asegura que el reciclaje es la mejor forma de comenzar con algo pequeño, pero con resultados gigantescos. Varios miembros de la organización inauguraron centros de reciclaje de plástico y de vidrio, con los que pretenden ayudar al ecosistema y a la comunidad. “Los puntos de reciclaje nos ayudarán para comenzar con la base en la concientización de la basura que afecta al medioambiente. Puede que sea algo superfluo, pero empezar con algo básico siempre es positivo. También invitamos al municipio a cooperar con esto, ya que nos permite seguir contribuyendo a hermosear nuestro entorno y cuidar el planeta”, comenta.

Gracias a esa iniciativa, la acción ha tenido varias repercusiones a nivel comunal. El municipio ha sido parte del proyecto liderado por Gonzalo y ACMADY, y el alcalde de la comuna Rafael Cifuentes, ha procurado que este tipo de actividades se repliquen en el futuro. “Estamos muy contentos que sean jóvenes de nuestra comuna quienes se preocupen por su entorno y contribuyan de esta forma al medioambiente y a la comunidad”, afirma.

Reciclando el plástico

Desde su creación, la reducción en el uso de plástico ha generado controversias a nivel mundial. Las tres acciones básicas para reducir su impacto, según los países de la ONU, son su consumo, la reutilización y el reciclaje, ya que este tarda alrededor de 700 años en degradarse. La concientización de reciclar es darle una nueva vida a los envases de plástico, reduciendo considerablemente el uso de recursos y la degradación del planeta.

Los grupos de jóvenes activistas juegan un rol fundamental en esto. La iniciativa ACMADY es solo una parte del movimiento a favor del reciclaje. Paulina Fuentealba, ingeniera comercial y miembro de la agrupación RELONCHE, quienes se dedican a motivar a los habitantes y visitantes de la comuna de Yungay a cuidar, respetar y a ser conscientes de la belleza de su territorio, avala que reciclando se evita que los productos y materiales se conviertan en residuos, transformándolos en otros completamente nuevos, alargando su vida útil y ayudando a la preservación de los recursos naturales del planeta. “La importancia en la disminución del plástico es fundamental para el cuidado del medioambiente. Debemos considerar que solo una botella tardaría cientos de años en degradarse, y con la ayuda de la reutilización podemos disminuir considerablemente la brecha entre el consumo y desecho”, comenta. Además, la joven ingeniera de 26 años, asegura que la fabricación de estos productos es otro problema, ya que genera cientos de gases CO2 en la atmósfera. “Obtener las materias primas necesarias para fabricar algunos productos genera más sustancias contaminantes que si estas mismas fueran recicladas, es decir, se genera menos CO2 a la atmósfera y se reduce la contaminación emitida”, comenta.

Goznalo Rojas, el joven soñador que apuesta por el cambio en casa. Fotografía entregada por: Municipalidad de Yungai

Una imagen vale más que mil palabras

El reciclaje, el movimiento de jóvenes activistas y la concientización mundial contra el cambio climático, no sería posible sin el material multimedia que lo replica. Cientos de profesionales expertos en el área han dedicado todos sus esfuerzos a mostrar lo que el ser humano ha generado: la contaminación. Felipe Camaño, fotógrafo profesional, ha destinado gran parte de su vida a plasmar el planeta y la naturaleza. El joven soñador de 22 años, pasa sus días fotografiando animales y paisajes, pero siempre termina cansado de cristalizar la imagen con manchas contaminantes. “Siempre que salgo a fotografiar y hacer lo que me gusta, debo llevar conmigo bolsas de basura. Es inevitable que siempre termine llevando más desechos que fotografías”, afirma.

El cambio climático, como bien dice Gonzalo y los jóvenes activistas, debe comenzar “por casa”. Grupos que ayudan en el cuidado del medioambiente cumplen un rol fundamental en la protección del planeta. La reutilización y el reciclaje son una pequeña parte de lo que realmente se puede lograr, pero depende netamente del compromiso de cada ser humano. La moraleja y mensaje que dejan los millennials y la generación z, son claros: cuidar el mundo dejando una huella verde.

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