A pesar de que muchas comunas del país se encontraban en Fase 2, turistas se las ingeniaron para llegar a sus destinos.

El pasado 14 de diciembre fue uno de los días más importantes para la astrología chilena. A pesar de que en 2019 habíamos tenido un eclipse solar total en el norte de nuestro país, este año el universo nos volvía a entregar la posibilidad de disfrutar de este suceso excepcional.

Cuando se informó el lugar donde el eclipse alcanzaría su mayor esplendor, es decir, donde podríamos disfrutar de la oscuridad total que entregaría la alineación del planeta con la luna y el sol, muchos expertos comenzaron a planificar su viaje a comunas como Arauco, Pucón o Villarrica, a pesar de la pandemia actual que vivimos.

Resulta absurdo negar el acceso a profesionales que estudian estos sucesos y las consecuencias que generan en las aguas, climas, plantas, etc. sabiendo que no son un número considerable de personas. Sin embargo, comenzamos a asumir que muchas familias de otros lugares del territorio nacional tendrían ganas de viajar a presenciar con sus propios ojos este fenómeno.

La población que reside en aquellas zonas donde el eclipse alcanzaría un 100% de oscuridad se hicieron escuchar. Y con justa razón. Muy pocas comunas del país permitían el viaje entre regiones con fines recreativos o turísticos. Habitantes de Isla Mocha se reunieron con autoridades para negar el acceso a la isla, la que cuenta con 800 habitantes, y más importante aún, donde no hay casos de personas contagiadas de coronavirus.

La gente se aprovechó. Nos dimos cuenta que a pesar de que las autoridades decretaron cuarentena total en ciertas comunas, quienes quisieron viajar lo hicieron igual. Poca rigurosidad y, peor aún, casi nula fiscalización para llegar a lugares como Pucón, donde observamos videos de playas llenas de gente, sin respetar la distancia social.

Observamos que familias completas llegaron a presenciar el evento, pero no solo eso, sino que aprovecharon la oportunidad para quedarse varios días turisteando. En contexto de pandemia, y en pleno aumento de casos positivos en el país, donde las mismas autoridades mencionan una “segunda ola” de contagios.

Como acostumbramos a hacerlo en nuestro país, nos vamos a arrepentir tras ver las consecuencias, que deberían aparecer en una semana más. Tema totalmente aparte es que mucha gente viajó kilómetros, y el clima no las acompañó. Tal vez la lluvia es más rigurosa que una fiscalización o control sanitario. Como sea, no tendremos otro eclipse un varios años más.