La obesidad: un mal que se acrecienta Entrelíneas por Felipe Ignacio Santibañez Vergara - 18 diciembre, 202018 diciembre, 20200 El coronavirus ha provocado un giro de 180 grados en nuestro diario vivir. Cambios en nuestra vida cotidiana, generando un impacto en los hábitos del día a día debido a las dificultades que existen para realizar las actividades de antaño. Un desbalance en el sueño, la alimentación, las relaciones sociales, horas de trabajo, entre otras. Por Francisco Salazar y Felipe Santibáñez La pandemia ha sacado a la luz aristas o problemáticas ya presentes antes del COVID-19, pero que con la ansiedad y estrés provocado por el confinamiento han aumentado, visibilizando mucho más las consecuencias. Dentro de estas, una de las grandes preocupaciones es la obesidad, por ser un potencial factor de riesgo ante futuras enfermedades. Además, si analizamos el contexto en el que estamos inmersos y el sedentarismo que hay, el panorama es poco alentador. La obesidad es una enfermedad crónica que consiste en el aumento anormal de la composición de grasa corporal. Esta comienza a iniciarse en la infancia y adolescencia, donde su origen es de carácter genética y ambiental. Aunque, la última es la determinante, es decir, la ingesta excesiva de alimentos y el insuficiente gasto energético. A su vez, esto se transforma en grasa provocando el incremento de peso. Actualmente, la Organización Mundial de la Salud estima que 1.200 millones de personas padecen sobrepeso u obesidad alrededor del mundo. De igual manera, en Chile la presencia de esta enfermedad es un problema que radica desde hace varios años, donde las cifras entregadas por instituciones como la OCDE son realmente alarmantes, situando al país a la vanguardia en lo que respecta a los países con mayor índice de sobrepeso a nivel mundial. Lo cierto es que a nivel nacional, tres cuartas partes de la población mayor a 15 años padece de obesidad o sobrepeso. Encuesta Nacional de Salud muestra porcentajes en base al IMC en Chile. Fuente: Extraído de eldinamo.cl Los efectos de la obesidad La obesidad trae consigo una alta probabilidad de contraer otro tipo de enfermedades, que se hacen más latentes al tener un alto índice de masa corporal (IMS), el cual proporciona la relación entre el peso y la talla para identificar si existe obesidad o sobrepeso en el individuo. Dentro de la sociedad chilena, se ha vuelto común escuchar justificaciones a esta condición, atribuyendo en general la culposidad al alto costo de la comida saludable. Muchas personas están convencidas que alimentarse de forma correcta es prácticamente un privilegio, principalmente por el costo asociado a los vegetales, frutas y cereales. La comida chatarra se ha vuelto común en todos los comercios y deliverys. Fuente: Extraída de elmostrador.cl “Hay que cambiar el mito de que la comida chatarra es más barata que alimentos saludables, es necesario traer y poner sobre la mesa otro punto de comparación (…) Si comparamos el costo de las consecuencias de alimentarse indebidamente, los efectos pueden desencadenar en obesidad, hipertensión, diabetes, hígado graso, acortamiento de la expectativa de vida, accidentes cardiovasculares o cerebrales. Entonces, el tratamiento de esas enfermedades es tremendamente caro. Hay que poner eso en la balanza” , expresó el nutricionista, Hernán Rojas. Un problema que comienza en la casa Bajo este nuevo contexto, el hogar es el espacio común de las familias durante este encierro, siendo el lugar donde se preparan las comidas que alimentan a cada integrante. Aquí cobra relevancia la educación en el ámbito alimenticio, donde muchas veces no existe conocimiento, ya que no hay interés y se opta por lo fácil y rápido. Por su parte, Hernán Rojas asegura que “la labor de preocuparse de alimentación es compleja, mucho más en una familia numerosa. La pandemia a través del confinamiento obligó a la familia a hacerse cargo de una necesidad básica que fue relegada a segundo plano por años (…) Si se hace un esfuerzo por cuidar la alimentación, aquello tendrá un impacto positivo en la salud de cada integrante. En cambio, si no es así el aporte de los nutrientes será nulo”. De igual forma, es importante llevar a cabo una vida equilibrada en todas las aristas del día a día. Esto incluye una dieta saludable, el hacer deporte constantemente y repartir de buena manera el ocio con las tareas. La relevancia de la salud en Chile es de carácter secundario, lo que deja entre ver que no está arraigado en la cultura y eso queda demostrado en el sedentarismo arraigado en el estilo de vida presente. “Si bien las condiciones de vida de los chilenos, como lo son las largas horas laborales, los trayectos largos y el costo de vida, nos permiten poco tiempo de ocio. No obstante, los adultos somos el ejemplo de los niños, si nosotros no tenemos el hábito de ejercitar nuestros hijos tampoco lo harán. Para combatir el sedentarismo y la obesidad debemos trabajar en conjunto y en familia”, expresó la profesora de educación física, Daisy Tejías, quien trabaja con niños menores de 15 años. Las dos caras de la moneda La cuarentena impuesta este año en muchos puntos del país obliga a mantenerse dentro de cuatro paredes, dificultando el quehacer de todo tipo de actividades al aire libre. Asimismo, la nueva normalidad ha ocasionado problemas en la salud mental, los cuales derivan en múltiples áreas de la salud. Una de estas es la alimentación y si además incluimos las trabas actuales para hacer deporte, se torna un panorama que no es muy alentador. Así lo recalca, Marcos Rivas quien ha tenido un cambio drástico en su estilo de vida: “Desde que empezó el confinamiento se acabó el panorama que uno desarrollaba habitualmente, entonces se mezcla la ansiedad, el estrés y con aquello uno empieza a comer lo mismo o más. Esto ha provocado un efecto negativo en mí, por ejemplo, a veces no puedo dormir bien, siento cansancio al hacer algo de deporte y eso antes no era así”. Consecuencias más que notorias. No obstante, no todo es negativo, gracias al alcance de las herramientas digitales. Al estar todo convulsionado no está de más buscar nuevas alternativas que permitan hacer de este nuevo escenario algo más sobre llevable. Igualmente, han surgido nuevos desafíos para combatir esta enfermedad. Fernanda Pizarro es preparadora física y ha recalcado la importancia de la motivación para poder hacer frente a la obesidad: “Obviamente la pandemia ha hecho que la gente esté buscando diferentes formas para moverse y mantenerse activos, pero desde antes se estaba notando un aumento considerable de personas que querían ponerse a entrenar, ya sea por sobrepeso o solo para sentirse bien con ellos mismos y su cuerpo”. Al combate de la obesidad En general, la tecnología ha avanzado a gran escala en los últimos años y eso ha quedado evidenciado en la actualidad, debido a la gran cantidad de posibilidades que esta entrega. Una evolución que ha ayudado a combatir el incierto escenario de este año. Una correcta planificación puede ser de gran ayuda para doblegar los malos hábitos. La obesidad es muy perjudicial para la salud, por ende, es importante emplear un cambio desde lo anímico para tratar de vencer y contrarrestar a la problemática. “Tengo muchas alumnas que están por sobrepeso y es un gran desafío porque una se encariña con ellas y las motiva a superar lo que para ellas es más que una enfermedad”, dijo Fernanda Pizarro. El ejercitarse diariamente ayuda a combatir el sobrepeso y la obesidad. Fuente: Diario Concepción. Una opción de vida saludable que a la larga trae muchos más beneficios para el bienestar mental y físico. Así lo recalca el estudiante de medicina Marcelo Durán: “Uno como estudiante de salud le toma mucho más peso a los efectos de tener una vida activa (…) Ahora la vida se volvió mucho más sedentaria y eso puede desencadenar en diferentes enfermedades a corto y a largo plazo”. El identificar los malos hábitos se transforma en un punto de partida fundamental. Pues, se pueden llevar a cabo acciones que ayudan a salir de la monotonía del encierro, ya sea por el trabajo, estudio u ocio. De esta manera, el cuerpo trabaja constantemente y la mente se mantiene ocupada en otras tareas que ayudan a sentirse bien, no solo físicamente, sino que también mentalmente, logrando así un equilibrio positivo para el bienestar. “Mi carrera me obliga a estudiar mucho, lo que normalmente te aísla del resto o de las otras cosas. Pero este año, el hacer deporte seguido me ha ayudado a enfocarme en otras cosas, no solo en la universidad, así me estreso menos y de esta manera duermo más y desempeño mejor mis actividades diarias”, expresó Durán. La obesidad es una problemática que hasta ahora no tiene solución a nivel global ni tampoco nacional. Por lo que es importante entender y tomar en consideración los riesgos que esta enfermedad conlleva, las consecuencias emocionales, económicas y físicas que puede arrastrar. Si se crea conciencia desde el hogar, se podrá combatir y eludir de mejor forma.