Así es como la industria cinematográfica vive en tiempos de Covid- 19 Entrelíneas por Nicolas Esteban Ponce De Leon Carrillo - 15 enero, 202115 enero, 20210 A nivel mundial, y a casi un año de la llegada de la pandemia, el séptimo arte se ha visto duramente golpeado, las salas de cine cerraron, y las pérdidas económicas subieron a niveles históricos. La industria del cine ha sido quizá el sector cultural que más ha sufrido por las restricciones que ha provocado la pandemia desde el año 2020. Ya desde los inicios, las proyecciones fueron negativas y, tras un cierre histórico nunca antes visto de las salas de cine en mundo, los rodajes cinematográficos –no solamente en Hollywood– han mermado su actividad. La problemática de la industria Según un artículo realizado por murciaeconomia.com, el año pasado la industria perdió alrededor de 31.000 mil millones debido al coronavirus, y se cree que las cifras siguen ascendiendo. Y es que con la creciente popularidad de los servicios de Streaming, que durante los meses de encierro se vieron ampliamente beneficiadas, como Netflix y Disney+, solo ha hecho que la otrora forma tradicional de consumir cine sea, para muchos, un mero recuerdo. Sin embargo, y luego de un año sin actividad, las salas de cine de todo el mundo para este 2021 han estado duramente trabajando, en compañía con las autoridades, en diversos tipos de protocolos que permitan volver abrir las puertas de la pantalla grande para los más fanáticos. En contraste, en Chile, muy por detrás del país vecino, la discusión sobre la reapertura de espacios culturales ha llevado meses, y los acuerdos que el Gobierno ha planteado han sido casi nulos, ya que la orden de reabrir los cines y teatros está sujeta al Poder Ejecutivo. Imagen recuperada de semana.com La ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, acotó al respecto hace meses en relación al protocolo del manejo y prevención de Covid-19, para cines independientes, teatros y lugares que: “Queremos que cuando la autoridad sanitaria lo defina, la ciudadanía y las y los trabajadores y funcionarios puedan regresar a los espacios culturales con confianza, y, ante todo, de forma segura”. Asimismo, la ministra dejó en claro que desde el ejecutivo y la autoridad sanitaria han estado pendientes sobre la situación en otros países que han abierto sus puntos culturales, no dejando a la interpretación que la postura del Gobierno es un tanto escéptica. “Desde la Unidad de Públicos del Ministerio estamos siguiendo muy de cerca la experiencia y el comportamiento de las audiencias en los países que nos llevan la delantera en el desconfinamiento. No obstante, lamentablemente en casi todo el mundo los espacios culturales han sido los últimos en reabrir, así como las actividades culturales las que más ha costado retomar. Las estimaciones de diversas encuestas y las opiniones de agentes internacionales del sector son bastante drásticas”, dijo Valdés. En declive Ignacio Rivas, quien escribe sobre nuevas películas en el blog cinéfilo Flims, detalla la fallida temporada de premios que ha tenido la industria del cine, mencionando que dentro de las ceremonias que alcanzaron de realizarse fueron el festival César y el de Japón, por parte de la Academia de Cine Internacional, pero que a parte de estos dos ejemplos, señala, todos los demás festivales han sido alrededor del mundo han sido cancelados, o algunos han optado por la vía online, como lo fue el reciente festival In Edit Chile. Por otro lado, explica que las películas han sido las más afectadas, producciones millonarias como Batman o James Bond: No Time to Die, han tenido que posponer sus estrenos y/o fases de producción hasta un año después de lo que habian sido sus planificados lanzamientos en 2020. Otros grandes de la industria como Warner y Disney han decidido anunciar su parrilla de lanzamientos para sus plataformas de streaming, rindiéndose así ante los cines cerrados, los cuales no tienen fecha exacta de retorno. Imagen recuperada de Elperiodico.com Marisol García, directora de este festival señaló que el desarrollo online del festival parecía una limitación, pero durante el transcurso de este se dieron cuenta que era todo lo contrario. In Edit nunca había podido verse en rincones de Chile que no tuviesen acceso a su organización. pero nunca la parrilla había estado tan abierta y accesible como lo fue el año pasado, que dejó a servicio de la audiencia la cartelera completa de filmes de culto y documentales musicales traída el 2020 por el festival. Faltan recursos Una característica muy propia del cine latinoamericano, es que las películas sean consideradas objetos dignos de protección por parte de los Estados, pues más allá de las grandes producciones de Hollywood, ninguna industria de cine ha logrado salir adelante sin ayudas gubernamentales. Parte de esto es gracias a los festivales, los que mantienen este arte en un aura de prestigio frente a autoridades Según el último informe sobre el panorama audiovisual iberoamericano, en 2016 se registraron cifras significativas con más de 1,7 millones de entradas vendidas por los estrenos nacionales. Cuatro años después, las cosas son totalmente distintas. Junto con el confinamiento que trajo consigo el Covid-19, el cierre de los cines fue una medida casi necesaria, obligando a la industria a repensar su esquema de negocio, acción que afectará la historia del séptimo arte marcando un antes y un después. Rivas señala que han sido varias las estrategias que han creado las productoras para superar de alguna forma la crisis económica que ha afectado al mundo, desde vender películas a domicilio, hasta reabrir los antiguas autocinemas pero nada parece superar la ola de servicios de streaming. ¿Y el cine independiente? La industria del cine independiente ha demostrado ser un nicho resiliente durante la pandemia. Las actividades de los creadores de contenido audiovisual menor, así como de documentales y docuseries no se ha detenido, sino que ha seguido creciendo, esto, en consideración al menor bombardeo de las grandes producciones extranjeras. En este sentido, uno de los principales generadores de este tipo de contenidos es Frontera Sur, un festival de cine de no ficción no competitivo alojado en la ciudad de Concepción, que recibe materiales cinematográficos nacionales e internacionales, que se caracteriza por mostrar piezas de carácter independiente e innovador. Creditos: Hobbyconsolascom Su director, Cristian Saldia, que está a cargo de la versión del 2021, cuenta como el cine de no ficción ha crecido, pese a las adversidades del Covid- 19 que ha afectado al mundo entero. “La industria del cine se ha visto tremendamente afectada por la pandemia, eso es cierto, sin embargo, la gente que se dedica a hacer cine de no ficción, en conjunto o individualmente, nunca deja de trabajar en sus proyectos, precisamente porque este tipo de contenido audiovisual rescata, en gran medida, las condiciones que se ligan a ambientes de este tipo (…) de contar una historia que solo necesita las ganas y la imaginación del creador, y que tenga, sobretodo, una marca difusa y heterogénea que caracteriza este nicho”, dice Saldia. Más hondamente, el cine independiente, vinculado a rescatar la esencia de la sociedad, tiene su principal materia prima en gente común y corriente, que no está ligada a productoras que moldeen las ideas de sus creadores. Esto es, quizá, una de las razones por la cual este tipo de cine ha sabido mantenerse a flote, ignorando las problemáticas de la industria de los gigantes. Camilo Fuentes, creador de contenido independiente amateur, cinéfilo, que dedica su tiempo libre a hacer materiales audiovisuales cortos, comenta que el cine casero está lejos de morir. “Creo que una de las ventajas que tiene el cine hecho en casa, es que se puede trabajar bajo cualquier tipo de condición, y eso es lo que caracteriza este arte, el séptimo arte de verdad. Creo firmemente que la llegada de la pandemia solo hace que este tipo de contenidos incremente, y que la gente, que está encerrada en sus casas, quiera expresar sus emociones y liberarse a través de la cámara”, dice Fuentes. ¿Y morirán las salas de cine? Algunos expertos señalan que es posible, pero no para todo tipo de películas, pareciera que la experiencia de ir al cine, comprar un boleto y palomitas, cambiará drásticamente y para siempre, pero, así como en otros medios olvidados como el periódico, nunca morirá del todo. Tal parece que, el mayor desafío para las pequeñas producciones es no morir compitiendo con las grandes, a partir del informe de Moffett Nathanson titulado Say goodbye to Hollywood, donde el autor advierte que aunque se reabran las salas, estas poseerás varias limitaciones, por lo que los cines tendrán que sobrevivir meses funcionando con el mínimo de público, prácticamente un tercio de lo de antes, lo que significa mínimos ingresos también. Otro de los problemas que ha provocado entre las personas el estar confinadas, son la cantidad de horas que pasamos frente a las pantallas como televisores y celulares, con aplicaciones como Netflix batiendo récords, aumentando su cantidad de suscriptores en 16 millones para abril de 2020, según un comunicado emitido por Variety. Para las películas independientes, a pesar de contar con un estreno difícil, la implicación económica de llevar a cabo un estreno es quizás demasiado para el presupuesto original, respecto a lo que conllevan las campañas de marketing, entrevistas y compra de afiches. Es por esto mismo, que los creadores están prefiriendo vender sus piezas audiovisuales a los servicios como Netflix o Amazon. Las butacas vacías son un miedo para todo productor de cine, de hecho, una encuesta aplicada a trabajadores de la industria y publicada en Stephen Follows Film Data and Education arroja a éste último como el principal miedo respecto al cine post pandemia.