Royal Guard continua innovando

Large Beer, Pacific Ipa y Amber Ale, son algunas de las más recientes versiones con las cuales la marca Royal intenta cautivar a nuevos consumidores.

Por: Nicolás Muñoz

Si hablamos de la cerveza como tal, esta me ha gustado desde la primera vez que probé una humilde Báltica. Sin embargo, desde aquella ocasión han pasado años, y, con el tiempo, aprendí a degustar diversos sabores asociados a este brebaje, los que muchas veces terminaron por encantarme a pesar de su precio.

Buscando entre los distintos cereales, granos y lúpulos, he encontrado maravillas de la creación, como la Austral Calafate o la tradicional Kunstmann Torobayo. Y esto, si hablamos de lo mejor que un supermercado puede ofrecer, puesto que la cervecería artesanal es otro punto fuerte a la hora de descubrir verdaderos manjares.

Cerveza Amber Ale en su formato de botellín. Fotografía por CCU.

En esta oportunidad, me adentré en el mundo de Royal Guard, una cerveza, para muchos, habitual en la despensa pues, si hablamos de la relación entre el precio y la calidad, difícilmente encontramos algo mejor. Con esto no quiero decir que sea mala, por el contrario, es un producto muy bien logrado.

La variedad seleccionada para esta cata fue Amber Ale, tal como dice su nombre, de fermentación alta y con una graduación de 6.3°, muy por encima de los 5.0° que proporciona la versión tradicional. Antes de beber, preferí no generar expectativas pues, con Royal, tuve el privilegio de consumir la línea Scotch Ale, que aún me cautiva, y la desilusión de probar la denominada Smooth Lager, una cerveza sin cuerpo que solo se compara con marcas como Sol o Corona.

En resumidas cuentas, procedí a destapar la lata y el aroma que emanaba era altamente dulce con tonos cítricos, algo que no deja de llamar la atención. En cuanto a su sabor, se mantiene equilibrado entre el amargo natural y el dulzor que propicia un tercer lúpulo llamado Cascade. No obstante, lo que más resalta es su cuerpo denso, propio de una cerveza de alta graduación.

Lamentablemente, el balance, que en un principio me dejó un gusto agradable, terminó por hostigarme más rápido de lo que pensé. Si bien, se puede disfrutar de su sabor en primera instancia, no es recomendable abusar de este, puesto que no será un descanso grato para el paladar.

Amber Ale no ha sido, por lejos, lo mejor que he probado de Royal Guard, sin embargo, no califica entre las malas cervezas, ya que aún mantiene la esencia de la marca. De todas formas, si tuviera que elegir, sigo prefiriendo la versión clásica que, hasta el momento, no ha perdido calidad ni preferencia. !Salud¡

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