Después de que los Senadores de la Comisión de Trabajo aprobaran la idea de legislar la reforma en el sistema de pensiones, Gobierno y oposición aún se encuentran en debate. Este posible cambio busca responder, en parte, al conjunto de demandas emanadas desde el 18 octubre.

Más de un año ha pasado desde que la Sala de la Cámara de Diputados despachó el proyecto de reforma de pensiones a la comisión de Trabajo del Senado luego de intensas discusiones y un giro del Gobierno, que se abrió a que el 6% de cotización adicional que contempla la iniciativa vaya a un fondo colectivo.

Los parlamentarios de oposición apuntan a que la crisis social y la pandemia obligan a cambios más sustantivos en el sistema. En ese contexto, la reforma se encuentra trabada desde enero de 2020, a la espera de un acuerdo entre la oposición, el oficialismo y el Gobierno para desenredar el debate y pasar a su votación.

Nuevas propuestas surgen

En específico, desde el Gobierno modificaron por completo la idea de crear un nuevo 6% de cotizaciones que se sumaba al actual y se dividiría en dos partes: un 3% a la cuenta individual y el otro 3% al fondo solidario. Sin embargo, con votos favorables de la oposición se cambió el texto para que este 6% vaya en su totalidad al ahorro colectivo.

Con este proyecto la cobertura del Pilar Solidario pasaría desde el 60% de la población a un 80%, beneficiando a unas 480 mil personas: “De esta forma, la reforma se hace cargo de entregar protección social a 480 mil pensionadas y pensionados de clase media, que hoy no cuentan con apoyo del Estado y solo dependen de su ahorro individual”, argumentó el jefe de Estado, Sebastián Piñera.

Por otra parte, se propone aumentar la Pensión Básica Solidaria. Con ello se busca anticipar el reajuste para pensionados entre los 65 y los 74 años que son beneficiarios del Pilar Solidario, lo que correspondía hacer en enero de 2022. Otra de las ideas que se presentó fue insistir en la idea de un 6% extra que va dividido entre la cuenta individual y el ahorro colectivo.

“El extenso debate que existe sobre la reforma previsional es común en todo el mundo, sobre todo si se tiene un modelo de libre mercado como es el caso de Chile, donde el mercado representa un 80% del Producto Interno Bruto y el Estado solo un 20%. En este escenario y como es de esperar, se dejó en manos del sector privado la administración de los fondos de pensiones”, explicó Denis Muñoz, académico de la Universidad Andrés Bello, con más de 10 años de experiencia como asesor en procesamiento de datos, análisis económico y financiero de empresas públicas y privadas en Chile.

La irrupción de un posible tercer retiro

La posibilidad de que chilenos y chilenas tengan acceso a un tercer retiro del 10% desde sus fondos provisionales está cada vez más cerca. Con cinco proyectos presentados en el Congreso, el miércoles pasado la Comisión de la Constitución de la Cámara de Diputados decidió fusionar los cinco proyectos en dos grupos. Los cinco documentos presentados sobre la materia fueron separados en dos categorías: aquellos que contemplan una reforma transitoria a la Constitución, que requieren un quorum de 3/5, y los que proponen una reforma permanente, cuyo quorum de aprobación es de 2/3.

“Se debe recordar que, cuando se planteó por primera vez este proyecto, se dijo que era excepcional y por una única vez. Aprobado un segundo retiro y en discusión un tercero, el efecto en la credibilidad es evidente, pues los agentes económicos requieren reglas confiables, estabilidad y un marco regulatorio que les permita hacer proyecciones. Aun cuando se reconoce la difícil situación que experimentan muchas familias, los retiros de los fondos previsionales no son la mejor respuesta desde las políticas públicas”, explicó Luis Felipe Slier Muñoz, Director de Ingeniería Comercial y Programas Advance FEN de la Universidad San Sebastián.

Los efectos que puede generar

El primer y segundo retiro del 10% demostraron que el consumo de los habitantes del país puede reactivar la economía. Esto quedó reflejado en la cifra de Imacec de enero, donde, a pesar de que el índice tuvo una caída del 3,1%, el sector comercio creció un 8,8% impulsado por las ventas minoristas y mayoristas. Por lo tanto, es de esperar que un tercer retiro del 10% tenga un efecto similar en la economía. Además, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) corresponde al 40% de la recaudación fiscal, lo que implica que el tercer retiro también generará un incremento en la recaudación de las arcas fiscales en 2021.

Respecto a las consecuencias a largo plazo de un nuevo retiro, el economista del Observatorio Fiscal de Corbiobío, Ariel Yévenes, detalló que “el efecto potencial de un tercer retiro sobre las pensiones presenta dos ribetes de preocupación. Por una parte, se impactan de manera importante las pensiones, en línea con los efectos de los retiros anteriores. Lo anterior instala mayores dificultades hacia el futuro en una temática donde lo central es cómo incrementar los aportes y el ahorro de manera tal que las pensiones puedan tener un incremento efectivo importante, considerando lo bajas que son hasta la actualidad”.