La Salud Mental como consecuencia de la pandemia Entrelíneas por Angeles Roxana Arriagada Saavedra - 26 marzo, 202127 marzo, 20210 La situación Covid-19 ha aumentado las cuarentenas a nivel mundial y no muchos pueden sobrellevar lo que se nos ha venido encima, una gran cantidad de personas no solo están en teletrabajo, sino que, también cuidando niños o con incertidumbre, por lo que ya se prevé una crisis de enfermedades psicológicas como una segunda pandemia. A través del tiempo, hemos escuchado quejas constantes, muchas desde el desconocimiento o la apatía, sobre las enfermedades psicológicas que afectan a un alto nivel de personas en el mundo; la depresión, la ansiedad, los trastornos bipolares y los trastornos obsesivos compulsivos, entre otros; se ven cómo algo sin importancia o cómo una excusa para “llamar la atención”, mientras la sociedad se ha convertido en un lugar donde ser feliz es raro, pero si uno muestra una expresión diferente a la indiferencia, es porque “no se esfuerza lo suficiente”. Recién en los últimos años se comenzó a hablar sobre terapia. Esto en un país donde solo en un año subió de un 26% a un 42% el estrés entre los trabajadores, según cifras del portal Zoom al Trabajo. Estos números empeoran su connotación si tomamos en cuenta el abandono de parte de la sociedad y el Estado, lo cual tiene como consecuencia directa el colapso en la demanda de psicólogos y psiquiatras. La pandemia ha visibilizado aún más la necesidad urgente de tener políticas de concientización y apoyo hacia las personas que sufren a causa de estas enfermedades, ya que estas están siendo consideradas por la OMS cómo la consecuencia derivada más importante de la pandemia. Este aspecto, afecta a gran parte de la sociedad y específicamente al personal médico, colapsado desde comienzos de 2020. Esto, sumado a lo que aún se sigue viendo en nuestro país, hace que este tipo de profesionales deban esperar mucho antes de gozar de un real descanso. El teletrabajo ha logrado poner en discusión lo que es imprescindible y lo que no (Fuente: Elaboración Propia). El teletrabajo como causa-consecuencia El trabajo tampoco ha ayudado a sobrellevar esta crisis, ya que no todos los empleos pueden suplirse con la implementación del teletrabajo. Existen labores cuya presencialidad es indispensable, por ejemplo, el funcionamiento de los supermercados, negocios de barrio, recolectores de basura, rubros que se han vuelto de vital importancia. Esto, mientras que en la “otra cara de la moneda”, hay quienes viven con la incertidumbre de cómo comerán el día de mañana, ya que sus trabajos se volvieron descartables y no existe una protección real para ellos. Ante este fenómeno, la comprensión es importante: uno no sufre más que los demás. Debemos entender que no todos logramos enfrentar las adversidades de la misma forma, por lo que sí nos colocamos en los zapatos del otro, probablemente no evitaremos que exista un nivel bajo de trastornos, pero podremos dar pie a la comprensión y creación de políticas en torno a la educación psicológica, que nos hace falta.