«Soy joven y también tengo enfermedades crónicas”

En Chile, cerca de 11 millones de personas padecen afecciones crónicas y eso no excluye a los jóvenes. A diferencia de lo que muchos creen, esta es una tendencia que va en alza en aquel grupo etario, pero ¿todos conocen aquella realidad?

Las notificaciones se activaron apenas revisó su teléfono celular. Abrió la ventana de conversación en el que se encontró con un emoji de sorpresa y tres signos de interrogación, citando a la imagen que había publicado recientemente. Al principio, no le tomó mucha importancia, puesto que casi todos sus conocidos ––profesionales de salud y docentes–– habían subido una foto a redes sociales con su carné de vacunación, prácticamente, como si fuera un ritual mágico que haría, eventualmente, más potente la inmunización contra la COVID-19. Y él no fue la excepción a la regla.  

Con 29 años, de apariencia saludable y gran vitalidad, había sido diagnosticado con la enfermedad de Chrown hace algunos años. Inocente de lo que sucedía, se impresionaba por la cantidad de personas que preguntaban por su estado de salud. De pronto, alguien ––que desconocía su afección–– consultó directamente y con gesto burlesco si tenía VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana). Él, amablemente, respondió que no, pero quedó consternado por la intromisión.  

Como el caso del joven ––cuyo nombre no será expuesto para proteger su privacidad–– la misma situación se repitió con otras personas, que, indignadas reclamaron a través de  redes sociales sobre el hecho de que tener una enfermedad crónica no era sinónimo de ser seropositivo y que si lo fueran, no correspondería inmiscuirse. Y es que ese tipo de silogismo categórico, además de causar más de alguna vergüenza e incomodidad en las personas, demostró que la sociedad carecía de conocimientos respecto al tema.  

A diferencia de los adultos mayores, los jóvenes están siendo juzgados por vacunarse. Fotografía: Radio Universidad de Chile. 

Para el sociólogo Felipe Rojas, es normal que “aquel errado razonamiento se dé en distintas comunidades, muchas veces, por desconocimiento y morbo. Esto, provocaría una desafección en pacientes jóvenes crónicos por vacunarse, debido al miedo de ser prejuiciado”, señaló. 

Tampoco colaboran con la confidencialidad de sus pacientes 

A diferencia de otros países iberoamericanos, Chile se posicionó rápidamente en los rankings de vacunación para luchar contra el coronavirus a nivel mundial. Una travesía que se desarrolló gracias a las gestiones del ministerio de Salud (Minsal) con diversos laboratorios extranjeros tempranamente. Pese a ello, no ha estado exento de polémicas, dado que jóvenes con comorbilidades denunciaron que en algunos centros de salud no se estaba respetando el protocolo de confidencialidad. 

En esa línea, el temor a ser cuestionado, estar expuesto a burlas y que la misma institución de salud no respete la confidencialidad de las personas, podría generar una reacción renuente en el paciente crónico joven, que, ocasionaría el rechazo de ser vacunado en primera instancia.  

Santiago Sepúlveda (27), padece de una cardiopatía hace tres años. Por lo mismo, la vacunación contra el virus Sars-CoV-2 era de vital importancia para su vida. Cuando llegó al vacunatorio, lo hizo con temor. “Las miradas de las personas adultas que estaban alrededor tratando de decir ‘oye, este cabro es joven y viene a vacunarse’, me impactó. Pero fuera de eso, creo que deberían tener consideración sobre que muchos podemos padecer de enfermedades crónicas”, mencionó. 

Enfermedades crónicas son más comunes de lo que se piensa 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su sitio de internet denomina la afección crónica como “una enfermedad de larga duración y por lo general de progresión lenta”. Para María Gabriela Muñoz, médico de la Universidad Católica del Norte, explicó que cuando “se habla de una enfermedad crónica, en general, se habla de algún padecimiento en que se hace el diagnóstico una vez en la vida y este prevalece a través del tiempo”.  Dentro de este conjunto, se pueden encontrar distintas enfermedades como la presión arterial elevada, enfermedades coronarias, respiratorias, cognitivas, autoinmunes e inmunodeprimidas. En definitiva, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud realizada en 2017, reveló que cerca de 11 millones de personas mayores de 15 años se presentan, al menos, con una enfermedad crónica en el país. 

 El plan de vacunación contra la COVID-19 comenzó en diciembre de 2020. Fotografía: BBC. 

Al contrario de lo que muchos piensan, en Chile, los pacientes jóvenes con enfermedades crónicas van en aumento y se debe, principalmente, a factores genéticos, malos hábitos alimentarios, de salud o cuidado sexual. La Dra. Muñoz sostuvo que no solo las personas mayores pueden padecer de enfermedades crónicas, ya que “es falso porque está sesgado en pensamientos que radican en base a la ignorancia. Es un error pensar que sólo los adultos mayores puedan desarrollar enfermedades crónicas”, destacó.  

Los prejuicios, el comentario malintencionado y el morbo social, puede desencadenar que personas jóvenes con afecciones desistan de vacunarse para evitar ser objeto de bromas. Es por ello que es necesario una reeducación de la sociedad para que pueda resignificar pensamientos y actitudes frente a los demás. En un mundo que avanza hacia la anhelada inmunidad de rebaño, también debe hacerlo con respeto, dignidad y discreción hacia el otro. 

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