Cómo un megabuque pone en vilo la economía mundial

El carguero de la empresa Evergreen retrasó la economía mundial y las consecuencias recién comienzan.

Cuando el reloj marcaba las 16:00 horas el 29 de marzo en nuestro país, en pleno desierto egipcio, la Autoridad del Canal de Suez anunciaba al mundo que el barco “Ever Given” fue desencallado. Un suspiro de alivio para la economía global. Pues atrás se quedaban los angustiosos seis días donde esta importante ruta de comercio no vio movimiento alguno. Así, al menos 437 buques que esperaban deseosos retomaron su rumbo y abrieron paso al 12% del comercio mundial que transita por este canal. Se terminaba una pesadilla que se calcula en mil millones de dólares en gastos ocasionados.

Todo se originó en el amanecer del 23 de marzo. El portacontenedores “Ever Given”- proveniente de Shanghai con destino a Rotterdam- transitaba por el Canal de Suez cuando fue azotado por una intensa tormenta de arena con vientos laterales por sobre los 70 km/h. La tripulación perdió la visibilidad ante estas extremas condiciones y sus esfuerzos fueron en vano ante el viento que arrastró el barco hasta la orilla del canal. Tal como si fuera un barquito de papel, el vendaval encalló a esta mole de más de 400 metros de largo, 200 mil toneladas y con 20 mil contenedores en su interior. Como podemos observar en la siguiente imagen, el barco quedó atravesado en el canal y las miradas del mundo se fijaban en este acontecimiento. Se iniciaría una batalla contrarreloj para salvar los efectos devastadores de la economía mundial.

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Por primera vez un barco quedaba encallado en este canal. Fuente: EFE.

El tiempo es oro

Remover el barco era todo un desafío para la ingeniería, más aún cuando cada hora valían millones de dólares en pérdidas. Luego de seis días, se logró la proeza gracias a la intensa labor de retroexcavadoras y 13 remolcadores. Así se reanudó la circulación en el canal. Sin embargo, las consecuencias económicas de este hecho no se acabarían.

Esto porque la semana de atasco causó la retención de nueve mil millones de dólares en el comercio por día, y ha tensado aún más las cadenas de suministro que ya estaban agobiadas por la pandemia. Las más de 400 embarcaciones que detuvieron su rumbo transportaban de todo, desde petróleo crudo hasta ganado. A partir de esto, se genera todo un efecto dominó. “La demora de cuatro o cinco días de hoy, es una retraso de cuatro o cinco días en un par de semanas para alguien más que intenta mover la mercancía de un lugar a otro” nos explica Ramón Aguilar, académico de Marina Mercante en la Universidad Andrés Bello.

“En los últimos meses se ha visto un aumento significativo en las tarifas de fletes mundiales, porque tanto la producción como el consumo se recuperaron de sus mínimos pandémicos a medida que la economía mundial comenzó a recuperarse” dice Aguilar.

Esto significa que cualquier retraso tendrá un costo mayor. Además, estas demoras se verán reflejadas en las próximas semanas o meses, aun cuando luego de cinco días se logró restablecer el flujo normal de cargueros que transitan en el canal. Pues el foco de atasco se trasladará a los diferentes puertos alrededor del mundo a donde se dirigen estos barcos. Por lo cual, esta reacción en cadena causará que se congestionen considerablemente las labores operacionales portuarias y se retrasen las exportaciones por el hecho de que los barcos que se atrasaron no estarán a tiempo para su próximo viaje programado.

Chile, un país portuario

Actualmente, nuestro país mueve el 96% del comercio internacional vía marítima según cifras de la Cámara Marítima y Portuaria y las consecuencias de este fenómeno podrían recaer en los puertos. “Esta es una reacción en cadena y a raíz de lo ocurrido creemos que los retrasos generados podrían impactar en la capacidad de nuestra red portuaria durante las próximas semanas o meses. En estos momentos no hay un efecto inmediato y estamos estudiando cómo actúa el mercado internacional para evaluar un plan de contingencia” señala el gerente general de Puertos de Talcahuano, Rodrigo Monsalve.

El comercio internacional representa cerca del 60% del PIB nacional. Gentileza: Fedefruta.

Sin duda, este atasco ha relucido la interconectividad mundial de la economía y lo sensible que es el comercio nacional ante imprevistos como estos. “De alguna manera, lo ocurrido en Egipto nos hizo recordar que no se puede dar por hecho que las rutas marítimas comerciales siempre permanecerán abiertas. Chile es súper susceptible a estas interrupciones. Somos el cuarto usuario a nivel mundial del Canal de Panamá y el primero en Latinoamérica. Si algo similar ocurriera ahí, las consecuencias serían mucho peor” dice el economista y fundador de la Escuela Chilena de Economía y Negocios, Matías Godoy.

En fin, el atasco del Canal de Suez pasará a la historia marítima reciente como el día en el que un portentoso portacontenedores sucumbió ante las ráfagas de vientos y lanzó una advertencia a la seguridad marítima y la economía global.

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