El plan estrella del Ministerio de Salud (Minsal) ya no está dando resultados y se acercan semanas devastadoras. ¡A cuidarse!

Chile fue el foco de atención a nivel internacional debido al aumento de contagios por COVID-19 esta semana, cuyas cifras han superado la barrera de los 8 mil casos diarios. Pese al gran éxito de la vacunación, no deja de ser paradójica esta situación. Aunque las autoridades expresen lo contrario, el Plan Paso a Paso no está dando los resultados que se esperaban desde su implementación y tampoco es necesario una pitonisa para vislumbrar el oscuro futuro que se avecina para las próximas semanas.

A diferencia de lo que muchos piensan, esta historia tiene un segundo punto de partida que comienza tras la salida del exministro de Salud, Jaime Mañalich. En aquel tiempo el ánimo era alentador en La Moneda, puesto que se sumaba un nuevo personaje llamado Enrique Paris, que tendría la misión de ser cabecero de la Mesa Social COVID-19 y dar nuevos aires a un ministerio casi en ruinas. 

“Come il cacio sui maccheroni”, cuya traducción adaptada al español sería “como anillo al dedo”. Los italianos suelen utilizar este popular refrán para decir que alguien llegó en el momento más adecuado. De forma analógica, lo mismo ocurrió con el timonel de Salud en un instante, cuando erigió un diálogo abierto con el Colegio Médico, lideró nuevos reportes epidemiológicos y difundió una artillería comunicacional ––algo confusa–– en un intento desesperado por levantar una institución deslegitimada por la ciudadanía, pero ¿qué paso?

A medida que transcurrieron los meses, comenzaron las contradicciones que cada vez se hicieron más notorias. En septiembre flexibilizaron las medidas. Ya en diciembre la situación era caótica con un aeropuerto rebasado de personas que entraban y salían como si el virus hubiese desaparecido. En enero de este año, el panorama tampoco cambió, pese a la detección del primer caso de la variante británica. La vida en el país resultó ser la misma, incluso, se concedieron permisos interregionales de vacaciones “porque la gente lo necesitaba”. 

Las cifras hablan por sí solas: El Plan Paso a Paso se trasformó en un fracaso. Entre medidas que no se respetan y un ministerio dividido que, acusando al ciudadano común, trata de zafarse de sus propias responsabilidades, cabe cuestionarse si el Estado no procede a cuidarnos de los peligros, entonces, ¿quién lo hará? Al parecer solo queda sobrevivir y, como en una película de terror, debemos esperar a que el sol nuevamente aparezca.