El Peligro También Está En Casa

Según un estudio preliminar realizado 2020, durante el transcurso de la pandemia las llamadas de auxilio por violencia en los hogares ha aumentado drásticamente, pero a su vez las denuncias formales disminuyeron.

Hace un mes se cumplió un año desde que ingresó el coronavirus a nuestro país, el cual trajo consigo una crisis que nos afecta en varios niveles de nuestras vidas. Ejemplo de esto es el encierro y la cuarentena que, ya sea por miedo o por respetar las medidas de seguridad, nos obliga en la mayoría de los casos aquedarnos en casa. Sin embargo hay quienes corren más peligro dentro de sus hogares que fuera de estos, es más, estas personas deben  afrontar el hecho de estar prácticamente atrapados en un lugar donde sienten un constante temor y son todos quienes sufren de violencia intrafamiliar.

Una curiosa estadística

Gráfico con los datos extraídos del informe preliminar del Instituto Milenio para el Estudio de Imperfecciones del Mercado y Políticas Públicas MIPP

Como lo deja entrever el gráfico anterior, durante el 2020 hubo un significativo aumento de las llamadas de auxilio, pero en completo contraste nos topamos con que las denuncias formales fueron a la baja. Puede parecer un dato menor, pero en realidad deja vislumbrar una situación que por lo bajo resulta curiosa, y es que al menos se podría esperar que las denuncias  aumentaran a la par, pero en este caso se genera una diferencia abismal la cual nos hace cuestionarnos el porqué de estas cifras.

Para contestar la interrogante, la psicóloga de la universidad de Concepción, Karen Oliva, afirma que hay que considerar por sobre todas las cosas al contexto que estamos viviendo y es que “en el confinamiento se van a exacerbar muchas dinámicas que antes no se veían, dado a que no teníamos una convivencia obligada, por lo tanto el que exista una alza de violencia de género tiene que ver con estar en una situación de alto estrés que es propia de la crisis de hoy en día, convirtiéndolo en un catalizador que aumenta algunas reacciones, como lo es este tipo de violencia”.

Ahora con respecto a las cifras entregadas por ele estudio la psicóloga agrega “llegar a la toma de denuncias desde lo físico se ve dificultado dadas a las restricciones que nos han puesto para frenar el alza de contagios, y desde los medios que hemos tenido que aprender a utilizar debido al confinamiento existe una alza en los llamados”. Esto se traduce a que algunas medidas para frenar la pandemia se convierten en potenciadores de violencia, a la par que limitan el trabajo de denuncia, siendo la llamada de auxilio el medio más simple al cual recurrir, en desmedro de las denuncias formales que se entienden como un acto presencial que, por las razones anteriores, se ve limitado.

Al servicio de quien lo necesita

Fuera de cuestionarse los datos y las razones, ante cualquier problema lo importante es afrontar este tipo de maltratos, y dado que entre las principales características del abuso intrafamiliar existe la dificultad por parte de la victima de defenderse por sus propios medios, en Chile se generaron diversas vías de ayuda y protección, que brindan distintos tipos de asesoría dependiendo de la naturaleza del caso. Por una parte están los números más conocidos y que van en auxilio ante una emergencia en trascurso, estos son carabineros y PDI, por otra parte están los servicios que proponen un servicio más a largo plazo, donde se pretende desde dar apoyo a la víctima hasta guiar en el proceso de una denuncia ante los juzgados.

Uno de estos servicios son los centros de la Mujer SernamEG, lugar que se especializan en los casos de violencia entre parejas. Con respecto al servicio que brindan comenta Angie Pezo, trabajadora del Centro de la mujer de Concepción, que pueden facilitar el proceso de asesoría legal e incluso realizar una intervención donde “con la ayuda de monitoras se hace una primera acogida para tomar los datos, luego se pasa a orientación e información encargado de otros profesionales, además se ofrece una oferta programática, donde se evalúa una fichas de riesgo y determinar el nivel de peligro. Después se puede asignar a un psicólogo o a un asesor legal según se necesite”. Además al revisar la ficha de riesgo “si hay riesgo vital se pueden asignar casas de acogida”, que correspondería a una residencia temporal para la víctima de violencia.

Muchas veces las mujeres victimas de violencia no realizan denuncias, esto al no interpretar ciertos maltratos como un acto denunciable

A pesar de que se suele hablar de la salud mental en tiempos de pandemia, hasta el día de hoy no se ha cubierto a nivel mediático el efecto catalizador del confinamiento en los impulsos violentos, si bien la frustración u otros sentimientos derivados de las condiciones actuales solo tienen consecuencias a nivel personal, son dramáticamente altas las veces que esto mismo se traduce en violencia familiar, y aunque sí existen organizaciones y medios para apoyar a las víctimas aún falta difusión y ampliación de estos, de modo que todo aquel que esté pasando por una situación como esta sepa que no es necesario exponerse al peligro del covid para concretar una denuncia y recibir apoyo.

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