Prensa en peligro Entrelíneas por anriquelme2018 - 23 abril, 202123 abril, 20210 No existe trabajo que brinde total seguridad en su ejecución, pero últimamente ser periodista implica peligros que supera con creses a las garantías. El día jueves 22 de abril el Colegio de Periodistas en conjunto con otras organizaciones emitieron una declaración pública donde denuncian al CIDH las distintas faltas cometidas a periodistas de nuestro país, donde se incluye desde agresiones hasta persecución y espionaje por parte de carabineros. A pesar de que se suele enseñar que la labor del periodismo es la que permite la existencia de la democracia, resulta preocupante que de esto no se preocupe el mismo Estado, el cual ha sido testigo pasivo de cómo estos hechos ocurren ante sus ojos, como si fuera pan de cada día nadie se sorprende de que un periodista independiente salga lastimado, y apenas cuando se trata de algún miembro de los grandes medios de Chile es que se dignan a lanzar acusaciones y proponer medidas. El caso del periodista de TVN que resultó herido en Tirúa pasa a formar parte de la larga lista de trabajadores de la comunicación que han sido víctimas en medio de su labor, junto con los 300 afectados que denuncia el Colegio de Periodistas desde octubre de 2019, cifra no menor si consideramos que más que un daño colateral es en realidad un ataque sistemático, donde el periodista parece tener una diana en su pecho e incapacitarlo o silenciarlo es el objetivo del agresor. Camarógrafo de TVN herido en Tirúa siendo trasladado a centro de urgencias. Foto de TVN.cl Un problema cultural y de Estado Con todo lo anterior el culpable es claro y ya hay quienes se están movilizando para detener esta realidad, pero en realidad esto no es suficiente, porque a pesar de que desde arriba se ordene tener cuidado con quienes ejercen su trabajo en medio del caos, la acción final la toma el que está en el momento, y son muchas las veces que es el ímpetu individual el que lleva a funcionarios a abusar de su poder. Todo trabajo conlleva un riesgo, pero cuando eres agredido por quienes deberían protegerte y tu gobierno no brinda apoyo a nivel institucional, lo único que queda es contar con que la educación nos puede salvar. Ante la duda de cuál es la solución, puedo responder que si todos vieran al periodista como la persona que permite la constante constitución de la democracia y no como el intruso preguntón, tanto la población general como las instituciones podrían llegar a aceptar que, al igual que todos en la sociedad, solo están haciendo su trabajo.