Fútbol joven: La realidad del retorno

Equipos trabajan vía telemática sin fecha concreta para el regreso de una división que no ve actividad hace más de un año.

La burbuja sanitaria del fútbol parece funcionar, los contagios son menores, pueden controlarse con facilidad al contar con un protocolo estricto y fiscalizado sorpresivamente. Lamentablemente, solo aplica para la práctica de los planteles profesionales, postergando a una división que no ve la actividad hace más de un año: la división formativa.

Y es que las categorías menores de nuestro balompié han tenido que suspender actividades desde octubre de 2019, en medio del estallido social con la realidad que afectaba al país y la vulnerabilidad en los estadios. No eran tiempos de realizar actividades ajenas al movimiento social. El fútbol profesional se detuvo y designó a un campeón, pero las series menores no corrieron la misma suerte y todo el transcurso del año fue olvidado, sin ganador, descensos ni ascensos.

El retorno y las nuevas metodologías

Dejando de lado el año pasado, donde no vieron actividad y sufrieron recortes en los presupuestos, los clubes planearon el retorno a las actividades del fútbol formativo en 2021. En febrero se retomó el trabajo en cancha con miras al torneo organizado por la ANFP, estaba todo dispuesto para la competencia cuando azotó la segunda ola de Covid-19 y todo se paralizó. Un año completo sin trabajos en cancha. Así lo relata Jonathan Quintana, técnico de las divisiones inferiores de Arturo Fernández Vial. “No hay competencias oficiales desde la ANFP, se suponía que en abril regresaría el torneo para las categorías sub-18 y sub-21, pero los contagios aumentaron y se suspendió, hasta hoy no hay información al respecto”, comentó Quintana. 

Los últimos enfrentamientos del fútbol joven datan de septiembre de 2019. Imagen cortesía: ANFP.

Alejandro Padilla, mítico formador de jugadores en Huachipato, ha visto pasar por su cantera jugadores como Rodrigo Millar y Lorenzo Reyes. Tanto para él, como para cientos de formadores, ha sido todo un proceso diferente el vivir el fútbol lejos de la cancha. Con la pandemia se olvidaron de los trabajos físicos y pasaron a metodologías y conceptos por videollamada. Todo un desafío para los formadores, acostumbrados a la actividad diaria en cancha con los jóvenes: «Yo soy técnico por vocación, me gusta estar ahí con los chicos, pasando rabia, gozando y sufriendo el partido con ellos”, comentó. 

No se detiene y vaticina las consecuencias para exportar jugadores con un desarrollo incompleto: «Los equipos tendrán que velar por sus intereses para que sus jugadores exportables no se retrasen y sigan evolucionando como todos quisieran, probablemente bajen las ventas y apariciones de nuevos talentos”, menciona el técnico acerero.

 Y es que ambos técnicos coinciden en que el tiempo, en el mundo del fútbol, es complicado de recuperar. “El fútbol es presente, un entrenamiento mal hecho, un año sin entrenar técnico ni táctico en cancha, no se recupera. Y daña de la misma forma a un chico de 10 años como a uno de 20”, señala categóricamente el formador del Inmortal, Jonathan Quintana. Por su parte, Padilla destaca: “Esto nos va a afectar a todos, probablemente el que hizo trabajos vía conferencia tenga menores repercusiones, pero el desarrollo que tendrán los chicos no será igual, en su madurez, en el desarrollo físico y sobre todo en la parte psicológica”, concluyó.

Las voces expertas miran a septiembre como mes clave para el retorno al fútbol. Imagen cortesía: Fernández Vial vía Facebook.

Torneo de reservas y las posibles soluciones

Las alternativas para el retorno a la competencia son escasas producto del contexto actual, los contagios se mantienen en un número alarmante y las cuarentenas deben permitir que gran parte del territorio nacional esté en fase 2, esto, debido a que el reglamento gestado por la ANFP permite la competencia del fútbol joven en dicha etapa. La duda se impone al momento de que ciertas comunas se encuentren en fase 1, lo que impedirá, por ejemplo, que Huachipato, en fase 2 desde el lunes, jugase contra Colo-Colo, de la comuna de Macul actualmente en fase 1.

Carlos Pedemonte, gerente deportivo del fútbol UdeC, fue pionero en presentar la opción de aumentar la edad de formación de los jóvenes, esto, para mitigar las deficiencias en la formación que trajo consigo el tiempo sin actividad formal. “Hay que extender el tiempo de preparación de los chicos, porque se están saltando una etapa fundamental. No es lo mismo pasar de jugar con juveniles al primer equipo y pretender estar listo para la alta competencia”, expresó. 

Esta alternativa fue adoptada por la ANFP, se amplió la edad a 21 años para considerar juveniles a los jugadores, de esta forma, pueden sumar minutos en el primer equipo y aportan cumpliendo la regla específica de la categoría en el plantel de honor. Sin embargo, es necesario plantearse la conformación de una liga de reservas, donde se posicione al grueso de juveniles que no han visto acción, de modo que tomen experiencias y confianza para emprender el necesario camino del fútbol profesional.

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