Pertenecer a la televisión chilena: sueño de muchos, perdición de otros

Son miles –si es que no millones- la cantidad de personas que postulan a un reality show en Chile. Incluso, me atrevo a asegurar que todos han visto un capítulo de estos programas en el país, pues basta solo uno para tentarse y ver toda una temporada. Sin embargo, son profundos los estragos que generan los programas de telerrealidad en la vida de quienes participan, mucho más de lo que pareciera. 

¿Qué encontramos en un reality show? Simplemente hay un grupo de personas, entre desconocidos y famosos, encerrados en una casona con derecho a un pago semanal que va desde 200 mil hasta los 500 mil para quienes no son conocidos. En el caso de los famosos, el pago semanal más alto lo alcanzó Pamela Díaz, con más 16 millones de pesos a la semana por su participación en “La Granja VIP”.

A pesar de lo tentadores que resultan estos programas, no todo es color de verde dinero. Exponer o vender tu vida es el precio que pagas una vez que ingresas. El vuelto que te da el medio tras los lujos, comodidades, premios y experiencias es la ansiedad, depresión, trastornos alimenticios, bipolaridad, cirrosis, entre otros.

El trabajo de edición y posedición de un capítulo es inmenso. En él se alteran las declaraciones y sucesos, todo con el fin de dar a conocer dos bandos dentro del encierro. Por un lado vemos a los buenos: famosos o desconocidos chilenos que sean carismáticos y de rostro agradable. Mientras que al otro lado se encuentran los villanos: usualmente chicos de reality shows del extranjero, en donde la belleza, moda y estética es primordial, con lo que siempre atacarán. Con estos dos grupos es como se vende un programa de telerealidad en Chile. ¿Cuándo comienza el problema? Una vez que ingresas al reality no hay vuelta atrás. Como participante puedes conocer a la perfección cómo es cada persona y el personaje que tiene dentro del encierro, pero en la emisión del capítulo se ve algo totalmente distinto.

La Granja VIP (Canal 13) con 32,5 puntos de rating ha sido el reality show más visto en la televisión chilena

¿Qué sucede cuando las cámaras se apagan?

Los participantes salen a la vida real, observan los capítulos y verifican si son o no los más queridos del público. También revisan como el medio vendió su personaje. Muchos no pasan de la semana como tendencia en redes sociales (otros tanto ni lo son), pero la estrategia más recurrente para continuar en la boca de todos es el bullying. El criticar lo hipócrita que pueden llegar a ser las personas es el argumento más recurrente para continuar en la pauta de la televisión e internet, algo que termina hundiendo en la soberbia, envidia y odio a la persona.Trastornos depresivos, ansiedad y un cambio rotundo en la personalidad de los ex chicos realitys que no alcanzan lo que desean: pertenecer a los famosos del país. Estos son los resultados de querer pertenecer, ser parte de la exhibición y el escándalo en Chile, donde el público es quien decide cómo y de qué forma eres.

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