El amarre y la desconfianza

En un año decisivo para el país, la desconfianza por la clase política y la inoperancia de las instituciones interfieren a la hora de buscar actores para los procesos electorales.

Hace unas semanas, el candidato presidencial de Convergencia Social, Gabriel Boric, sufría los embates de la pandemia por coronavirus al no poder trabajar en terreno la captación de firmas para oficializar su candidatura y, de paso, a la colectividad que lo abandera. La situación cambió drásticamente luego que la diputada Pamela Jiles los mandase a la casa porque “el pueblo no los quiere”. Y es que desde esa declaración las firmas por Boric han ido en aumento y a falta de cuatro días para el cierre de las inscripciones para las primarias presidenciales, el diputado por Magallanes acumula poco más de 18 000 firmas.

Pese a esto, la presencia en la papeleta del 18 de julio está lejos de confirmarse. Y la gran barrera continúa siendo la desconfianza de la población en los partidos políticos. La gente aún desconfía y teme a la hora de afiliarse, lo ven como un amarre obligado por sobre sus creencias personales.

Desde el comando de Boric denuncian la lentitud del SERVEL a la hora de habilitar la inscripción de firmas online. Cortesía: Latercera.com.

En tiempos donde los orígenes e ideales de los partidos se ven traicionados y sus militantes característicos solo se limitan al pan y circo, vale replantearse el sistema de patrocinio de los candidatos presidenciales, en medio de un contexto político y social tenso, donde el aprovechamiento y oportunismo de la clase política comienza a ser descarado, las personas están en su legítimo derecho a ausentarse de los procesos que estimen convenientes. 

Lamentablemente, esto último limita y afecta negativamente los procesos que el país está por vivir, para este año de decisiones complejas, decisivas e históricas es fundamental contar con la mayor cantidad de chilenos y chilenas. Es por eso que las instituciones han estado al debe con la ciudadanía, en tiempos de pandemia y cuarentena los esfuerzos no han ido en función de facilitar ni fomentar la participación. Hay tiempo para pulir las imperfecciones del proceso constitucional y de las primarias presidenciales, a Boric le podrá pasar la cuenta, pero a la ciudadanía esperemos que no.

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