El santuario ambiental al límite de la ciudad

La Reserva Nonguén oculta un alto valor biológico y científico, pero pocos conocen lo que implica aquello que está más allá de sus senderos, y son esos mismos tesoros ocultos los que le están ganando su ascenso a parque nacional.

El área de influencia que abarca la Reserva Nacional Nonguén está inmerso en la provincia de Concepción, y comprende un territorio de 3055 hectáreas presentes en Concepción y Chiguayante. Está abierta para los visitantes quienes pueden recorrer los cuatro senderos principales que Conaf habilitó para su tránsito, además de una zona de picnic con los servicios básicos para pasar una tarde en la reserva. Sin embargo este es solo uno de los aportes que este santuario ofrece a la región, dado que más que ser un atractivo turístico, la reserva es un Hotspot, es decir una zona de alta concentración de biodiversidad nativa, que está a la espera de ser investigada.

El servicio ecosistémico

El director regional de Conaf, Mario Delannys, en una entrevista para El Dínamo, se refirió al parque como el principal pulmón verde del gran Concepción. Si bien lo que más destaca es la cantidad y variedad de árboles nativos presentes, uno de los puntos más fuertes a la hora de pesar la relevancia del parque es el servicio de aprovisionamiento que brinda a la comuna de Penco: el recurso hídrico presente en los esteros es el que abastece de agua potable a los ciudadanos de dicho sector.

Cuando se habla de servicio ecosistémico se puede hacer alusión a todo lo que una zona le puede ofrecer a las personas, y para ser más justos con la reserva no hay que limitarse a referírsele como un atractivo turístico, más bien este cumple un rol cultural, al ser visitado cada semana por familias y colegio que, aparte de recorrer los senderos, se valen de la experiencia de los guarda parques en visitas guiadas, donde tienen la oportunidad de nutrirse con el conocimiento de gente experimentada. Gracias a esto los visitantes pasan de ver un bosque cualquiera, a dimensionar la variedad que comprende los senderos de la reserva.

Mapa de la Reserva Nonguén. Imagen extraída de conaf.cl.

Una zona de riesgo

La biodiversidad no es producto del azar, el hecho de que se concentre una flora y fauna tan abundante es producto de la locación donde se encuentra el área de influencia del parque. La ingeniera ambiental de la Universidad de Concepción, Francisca Briones, explica que: “La amplia biodiversidad de la reserva Nonguén se debe a la transición entre el bosque seco y el bosque lluvioso, lo que se conoce como ecotono o zona  de transición”. De esta forma la combinación de estos dos ambientes da como resultado un ecosistema único, capaz de albergar tanto a especies propias de cada bosque como de otras que se adaptan para existir entre el límite de estos.

Avistamiento de una güiña en la Reserva Nonguén, este felino se encuentra en estado vulnerable debido a la deforestación de su hábitat. Foto de Conaf.

Por su parte la protección de este lugar es un desafío, si bien la ubicación de la reserva permite un fenómeno poco común y de importancia científica, cualquiera que lo haya visitado se debió dar cuenta de que está bastante cerca de la ciudad. No es algo común en parque o reservas por igual, aquellos que están tan cerca de sectores residenciales se les denominan periurbanos, y reciben la amenaza de las personas que, con o sin conciencia del espacio, deciden ocupar el terreno para fines personales. Lo anterior se suma al peligro constante de los turistas descuidados y las empresas privadas, como por ejemplo Essbío, quienes hace algunas semanas fueron demandados por la asociación de municipalidades del territorio de Nonguén, acusándolos de dañar el humedal Lo Rojas.

El doctor Mauricio Aguayo Arias, en una publicación para el Eula, es enfático con respecto al estado crítico y al peligro constante que envuelve al pulmón del gran Concepción. Recordando el incendio que tuvo lugar en 2017, el profesor de la facultad de ciencias ambientales acusa una falta de educación y ordenamiento territorial, y expresa que: “La Reserva Nacional Nonguén, reserva de agua y vida, permanece bajo constante amenaza toda vez que se encuentra rodeada por una matriz hostil, homogénea y combustible dominada, principalmente, por plantaciones forestales y áreas urbanas.”

Cabe destacar que actualmente se le conoce como Reserva Nacional Nonguén, y este nombre demarca una jerarquía en los territorios fiscales protegidos, siendo el Parque Nacional el rango más alto. La atención y recursos que se dirigen, además de las normas que se le imponen a los turistas dependen de esta asignación, de modo que ascender implica un beneficio en todo aspecto para la reserva. Hace ya un año que el Consejo de Ministerios para la sustentabilidad acordó por unanimidad la recategorización, y mientras se está a la espera de los trámites finales, la reserva reabre sus puertas para quienes desean escapar del encierro provocado por la pandemia.

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