“¡Nos están robando nuestra infancia! ¡Ella no representa a nuestra princesa! ¡Queremos la magia de Disney!”. Esos son algunos de los comentarios más recurrentes en Twitter luego de que la empresa Disney diera a conocer a la actriz que interpretará a Ariel en el live-action de la reconocida película, La Sirenita. ¿El problema? Halle Bailey, la actriz, es de descendencia afroamericana.

Lo curioso es que poco tiempo después de que llenaran las principales redes sociales del “ratón favorito” ocurrió la muerte de George Floyd en Estados Unidos. Todos marcharon exigiendo justicia para erradicar el racismo, ¿curioso no? ¿Qué es lo que realmente sucedió? ¿Por qué el rechazo a cambiar lo tradicional?

Halle Bailey, a sus cortos 19 años, ha recibido amenazas de muerte por todas sus redes sociales, todo con el fin de que renunciara a interpretar a la singular princesa de Disney. Pero, ¿de verdad el único problema es su color de piel y cabello? Sí. Lamentablemente, lo es. 

“Temo perder a mi Ariel, la que me enseñó de amor”, fue uno de los comentarios que más se repetía entre los usuarios que, al mismo tiempo, se adherían a la consigna “#NotMyAriel”. Entonces surge una pregunta aún más amplia y que escapa un poco del color de piel de las personas, ¿es esa la idea del amor que la sociedad tiene instaurada? 

Estamos en el siglo XXI y la magia se tiene que adaptar a estos tiempos donde la apariencia física en general no debería ser razón para excluir a ciertos grupos, porque no alcanzan los “estándares” que la sociedad impuso en su momento. Lo que las niñas deberían ver en la pantalla es que no hay impedimento de convertirse en lo que uno quiere ser.

Es un hecho que Disney, poco a poco, ha intentado eliminar barreras para incorporar la inclusión de todos en sus películas. Aún así, a pesar del debate racial donde se creyó que quedaría atrás por todo los movimientos sociales, apareció una de las competencias de Disney, Amazon Prime, para presentar el nuevo live-action de La Cenicienta. Todo andaba bien hasta que anunciaron que uno de los personajes tendría género no binario, lo que también originó controversia.

La magia no tiene género y debe ser representada como tal, en especial ahora. Desafortunadamente, jamás se podrá tener al público contento, al menos no en su mayoría, pero lo que sí se podrá es otorgar seguridad y admiración a las nuevas generaciones.

Tal como lo dice Ariel en La Sirenita: “No es posible que un mundo que hace tantas maravillas sea tan malo”. Una realidad que se refleja en el actuar de las personas ante la diversidad que, empresas como Disney y Amazon empiezan a incorporar en sus producciones. Recordemos que los clásicos de Disney son solo eso, clásicos y como tal, pueden ser modificados.