Tomemos malas decisiones Entrelíneas por anriquelme2018 - 25 mayo, 202125 mayo, 20210 En ocasiones podemos cometer errores, incluso cuando nuestras intenciones son las mejores. Pero el asunto se vuelve grabe cuando sigues cayendo en lo mismo, sin darte cuenta que solo agravas el problema. Con los acontecimientos del llamado estallido social y la actual pandemia se podría decir que han pasado tres años desde la última vez que hubo clases regulares. Sin duda todas las generaciones de estudiantes se vieron afectadas, y las circunstancias les dejaron un hueco en su experiencia que de ninguna forma podrá ser recuperada. Sin embargo y en vista de que la normalidad está lejos de alcanzarse, el ministerio de educación se propuso frenar este vacío a toda costa, para lo cual iniciaron la planificación del retorno a clases, cosa que por muchos motivos es una mala decisión. La principal razón para apoyar el regreso a clases es la idea de que no es lo mismo recibir el conocimiento desde la frialdad de una computadora, a la calidez de un aula de clases, sin embargo esta solución es una forma forzada de normalidad, la cual definitivamente no se acerca a la experiencia real de asistir al colegio, considerando todas las medidas restrictivas y el constante miedo a infectarte en el trayecto de ida y vuelta. Lo único que se logra con esto es romper con la normalidad a la cual las personas se están adaptando. No cabe duda que el cambio de rutina afecta negativamente a los niños. Actualmente se produce un ciclo en el que los chicos se acostumbran a las clases virtuales, su comuna avanza a fase dos y debe volver al colegio, para que dentro de un par de semanas vuelva a retroceder y regrese al computador. Sin recodamos al ministro de educación Raúl Figueroa, quien el año pasado pensaba que con que los niños pisaran medio centímetro de colegio ya sería una victoria, se comprende que esto parece más una campaña propagandística. Ante el llamado a las clases presenciales, existen comunas como la de Los Álamos que se oponen abiertamente a esta mediada. Foto de ciperchile.cl. Por último no hay que olvidarse de los profesores, que según autoridades se tomaron un año de descanso con la pandemia. Si para los niños es difícil adaptarse, para los profesores se complica el organizarse: hay que recordar que los métodos de enseñanza se trazan con los objetivos que impone el ministerio, y a la hora de enfrentarse a clase virtuales, la planificación de la sesiones son completamente distintas a las de la presencialidad. Hay todo un material que preparar previo a esto, pero parece que el ministerio no toma en cuenta ese trabajo, ya que con completa ligereza llama a volver a las aulas, sin considerar que hay todo un ciclo de programa que debe ser modificado.