La explotación detrás de la fama EntrelíneasPor Javiera Grendi Yáñez - 5 julio, 2021 Millones de personas alimentan sitios web que se dedican a difundir la vida privada de artistas y las acosan hasta conseguir el mas mínimo detalle. Una de las estrellas del mundo musical más seguida por los paparazzi es Britney Spears, quien comenzó su carrera a muy temprana edad y hoy tiene al mundo expectante por su actual demanda: su libertad. La denominada princesa del pop lleva 13 años bajo la tutela de su padre, sin poder tomar decisiones en todos los ámbitos de su vida. Todo esto comenzó con el acoso de los paparazzi mientras ella se encontraba en la etapa de maternidad, episodios que gatillaron graves problemas de salud mental e incluso rapar su cabeza en público, momento que ha sido llamado “icónico” por algunos cibernautas. Hoy en día, Britney no puede decidir ni siquiera qué hacer con su pelo y el método anticonceptivo que utiliza. En la declaración que dio este año ante el juez a cargo de su caso, Spears dijo que “Esta tutela está pagando el sueldo de mucha gente, estoy harta”, estas personas a las que se refiere son las mismas que la han acompañado durante toda su vida. Britney Spears y su padre en el 2006. Autor, Getty Images. Desde su adolescencia fue sexualizada en los medios de comunicación, en ocasiones se le preguntaba sobre su vida sexual o sobre el tamaño de su busto ¿Es correcto preguntarle esto a una joven de 17 años? Britney no sólo perdió el juicio que le daría su libertad, también perdió su felicidad en manos de una industria que, una vez que consigue lo que quiere, desecha a las personas. Otro ejemplo de la explotación en la industria es Amy Winhouse, quien fue sacada de rehabilitación para continuar con su trabajo, aun cuando todos sabían que su tratamiento no había finalizado ¿su salud mental era irrelevante? pues al parecer el priorizar su carrera musical ante su estabilidad psicológica terminó con su vida. Un caso más cercano a la realidad chilena es Valentina Roth, una joven bailarina y gimnasta que sufrió la exposición de su vida desde los 15 años. Desde el comienzo de su carrera en televisión su padre expuso situaciones de su vida privada, contaba todo en programas de televisión que se dedicaban a acosar e incluso inventar rumores sobre ella. Todo esto perjudicó la salud mental de Valentina, llevándola a necesitar ayuda de profesionales en más de una ocasión. En sus redes sociales compartió un video sobre lo bien que le ha resultado el alejarse del mundo del espectáculo y la nula relación que tiene ahora con los responsables de la explotación que sufrió. ¿Cuál es el límite detrás de esta industria? se podría concluir que no existe o es el absorber el talento de estas mujeres, hasta dejarlas sin estabilidad o muertas. Comenzar a cuestionarse lo que estamos consumiendo en los medios de comunicación es el primer paso para terminar con estos circos que terminan destruyendo a sus animales por un par de risas del público.