La variante chilena: Desde el autoritarismo a la desinformación Entrelíneas por Kathia Cancino - 5 julio, 20215 julio, 20210 Diversas informaciones que circularon a través de los medios de comunicación dejaron un reguero importante de desinformación respecto a la variante delta y su posible arribo a nuestro país. Tales situaciones podrían enfrascar la conversación en una línea: la existencia de una nueva variante que encuentra eco en el autoritarismo y la politización de las medidas contra la COVID-19. En primera instancia se informó respecto a una mujer de 43 años que llegó a Chile con la variante delta, perteneciente a la ciudad de San Javier y proveniente de Estados Unidos. Existió un momento de alerta en la población acompañada de gracia: nuevamente la región del Maule se transformaba en el epicentro de la COVID-19. Pero tal situación no desaparecería sin más, fuimos testigos de cómo el primer contagio con la cepa extranjera se transformaría en un circo mediático, exponiendo a un Gobierno que disfrazaba la realidad para salvaguardar su imagen. Todo ello, con fines meramente políticos. El autoritarismo y centralismo han sido la tónica desde la llegada de la primera persona contagiada con coronavirus al país. Existieron medidas tardías y fuertemente cuestionadas por la comunidad médica, debido a los oídos sordos presentados por las principales autoridades. Si bien se podría argumentar un cambio tras la experiencia del primer año bajo la pandemia, la actitud continúa bajo la misma lógica. Y es que tras superar el pánico inicial por la cepa extranjera, se dio a conocer a través de los medios de comunicación la falacia en la que incurrió el Ministerio de Salud respecto al arribo de la persona contagiada. La alerta se ubicó en el incumplimiento de protocolos de la mujer, quién habría entrado al país sin realizar la cuarentena pertinente gracias a un permiso humanitario. Lamentablemente, tal información sería proporcionada por el ministro Enrique Paris días después de la vorágine mediática, y al parecer debido a la controversia en la que el caso de la paciente cero se vio envuelta. Antes de la confirmación de sus diversos paraderos, la comunicación fue contradictoria y terminó siendo desmentida por autoridades regionales y sus testigos. El caso de la variante delta es la culminación del trato constante entre el Gobierno y, en este caso específico, el Ministerio de Salud para con sus conciudadanos, a través de la contradicción propia de autoridades ciegas y sordas de poder. Es a través de los hechos mediáticos que la desconfianza se instala dentro de la lucha contra la COVID-19, dejando en evidencia el poco esfuerzo de cuidar a la población. En esta nueva edición de Entrelíneas, reconocemos como importante reportear desde lo contingente, pero con una perspectiva crítica y no meramente expositiva, para formar a ciudadanos y ciudadanas participantes de la información y no como meros receptores inactivos en el proceso comunicacional.