Hoy no se sesiona Entrelíneas por Felipe Mendoza - 10 julio, 202110 julio, 20210 Ante la imposibilidad de comenzar el trabajo constituyente en el ex Congreso Nacional, un gobierno completamente inoperante pareciera no asumir responsabilidad alguna. “No es un rol político, sino que técnico”, aseguró Francisco Encina a Radio Bío Bío en una la entrevista realizada por Josefina Ossandón al ahora exsecretario ejecutivo del órgano constituyente, quien fue apuntado como uno de los responsables de que no se pudiese sesionar durante la que sería la primera jornada de la Convención Constitucional. Mientras que voces del oficialismo intentaron responsabilizar a una recién armada mesa directiva de este episodio ya marcado en el proceso constituyente, lo que realmente motivó la suspensión del encuentro fue que desde un inicio no existieron las condiciones técnicas, ni sanitarias para realizar la reunión. Además, los millonarios sueldos del equipo responsable de esta tarea, transparentados en medios como el mostrador -previo al día uno-, y la polémica por los más de siete millones de pesos que cobraría Encina en su cargo, suscito muchas dudas respecto a la gestión realizada. Catalina Parot reemplazará a Encina luego de su renuncia. Foto obtenida desde La Tercera. Pese a que Máximo Pavez, subsecretario de la Secretaría General de la Presidencia, se mostraba interesado en que se lograse sesionar, transcurría una hora y media y aún no era posible comenzar las faenas. Fue entonces cuando algunos convencionales empezaron a dar cuenta de lo que sucedía e incluso desde la oposición ya responsabilizaban del fallo en las condiciones a Encina y al ministro de la Segpres, Juan José Ossa. Se les pedía explicar la situación y una renuncia. Lo cierto es que las salas que serían habilitadas para hacer cumplir los aforos al interior del ex congreso no contaban con las conexiones necesarias, ni para audio o video y menos para streaming. Frente a esto, la responsabilidad política fue asumida de forma muy escueta. Tras varios meses para preparar el edificio y habilitar las condiciones necesarias para sesionar desde el primer día, pareciera no sorprender a nadie un episodio tan bochornoso. Un gobierno que ha planteado reunir a líderes mundiales o ser anfitrión de grandes congresos en innumerables veces no fue capaz de entregar las condiciones necesarias para sesionar en uno de los procesos más importantes que vive nuestro país. Un gobierno que nuevamente se ha mostrado inoperante, esta vez, frente a un momento histórico que ya comenzó en Chile; el cambio en el paradigma y la norma constitucional.