Las pensiones en tiempos de pandemia

La pandemia ha perjudicado a diversos sectores laborales, desde los trabajos de oficina hasta el comercio minorista, pero también hay uno muy específico que se ha visto afectado, las pensiones para estudiantes universitarios

 Durante un año y medio de pandemia se han visto afectados diversos sectores productivos, sean los comerciantes minoristas, sean los sectores de la construcción, los restaurantes y muchos más. Sin embargo, uno del que se ha hablado muy poco ha sido el de las universidades, más específicamente las pensiones que vivían de los estudiantes que estudiaban presencialmente en estas.

 Lo cierto es que se puede inferir su estado a partir de que muchas universidades han optado por la modalidad 100% online, y en algunos casos pasando de una “híbrida” hasta llegar a la presencial, aunque esto solo ocurre con algunas carreras y universidades en específico. Aun así, estas están lejos de ser la cantidad que había antes de la pandemia, por lo que aún no es suficiente para reactivar los diversos sectores económicos que dependían de los estudiantes universitarios.

 Una de las ciudades que se ha visto afectada por esto ha sido Concepción, la cual posee múltiples universidades de todo tipo, desde privadas, públicas hasta mixtas. Por ello existen múltiples rubros que viven o vivían a base de los estudiantes de educación superior, entre ellos las pensiones.

Fuente: GoChile

El caso de María Flores

 María Flores tiene una pensión en la calle de Paicavi, cerca de la Universidad de Concepción. Como todas las pensiones, se vio afectada económicamente por la pandemia del Sars-CoV-2, que provocó el cierre de la universidad, así como también su posterior adaptación a las clases online. Es por eso que gran parte de los estudiantes volverían a sus casas, y como los inquilinos de las pensiones son de otros lugares, muchos fuera de la región estos abandonarían la pensión, aunque no de manera inmediata, sino que paulatina, puesto que en un principio se pensaba que esta crisis sería pasajera, cosa que, obviamente no fue.

 Ella resumió su situación con las siguientes palabras “mi pyme se fue abajo” dijo, lo cual no es algo dicho a la ligera, ha trabajado durante casi 20 años con estudiantes, por lo que este es uno, por no decir el peor, de los momentos más difíciles que ha tenido que pasar. La pandemia le quitó su principal fuente de ingresos, y a pesar de que varios estudiantes se mantuvieron abonando, al final varios optaron por irse, y es que era entendible, ¿de qué sirve continuar pagando por algo que ya no ocupas? aún más importante tomando en cuenta el difícil momento que se vive en el país y el mundo.

 Hay que agregar además algo muy importante y es que María reconoció que no es propietaria de los inmuebles que ocupa “yo subarriendo a los estudiantes, ya que yo soy arrendataria” dice, es por ello que se ha visto en la obligación de buscar alternativas para sobrevivir, pues no ha recibido ninguna ayuda estatal. Lo que hizo fue buscar otros arrendatarios, que en este caso ya no son estudiantes, para poder pagar el arriendo, y dedicarse a la venta de almuerzos para poder pagar los costes de su vida diaria, a la espera de una mejor situación.

Fuente: TVU

La situación de Patricio Figueroa

 Patricio es dueño de una pensión en la diagonal Pedro Aguirre Cerda, él también se ha visto afectado por la pandemia, perdiendo a todos sus inquilinos. Cuenta que desde que comenzó todo, no ha podido recuperarse, trabajaba también únicamente con estudiantes, y tras irse todos producto del cierre de la universidad, él ha tenido que solventarse a sí mismo, “se acabó el negocio” enfatizó.

 Él también es arrendatario de los departamentos que los estudiantes usaban, por lo que ha tenido que seguir pagando los gastos de estos, pese a que ya no tiene inquilinos, por lo que ha costeado esto con sus propios ahorros. También coincide en que tampoco ha recibido ninguna ayuda del estado, por lo menos hasta el Ingreso Familiar de Emergencia Universal, el cual llega tras un año y medio de pandemia.

 Los ahorros que ha ocupado para solventar no pertenecían a cualquier cosa, pues él cuenta con tristeza que estos eran para “el sueño de todo chileno, tener su casa propia” lamento, por lo que ha visto truncado ese deseo para poder sobrevivir manteniendo su fuente de trabajo. Aunque el futuro se ve negro, aun puede que le quede un rayo de esperanza, algunos estudiantes de carreras que han vuelto a clases presenciales, están arrendando algunas piezas, por lo que tal vez sea posible un resurgimiento de su negocio, claro, si es que los contagios continúan a la baja y esto influye a que las universidades retoman poco a poco la normalidad.

 Se pueden encontrar puntos en común en ambas historias, ambos han carecido de ayudas estatales, por lo que han tenido que improvisar soluciones para conservar sus fuentes de ingresos principales. Actualmente hay una baja en los casos de covid-19, si las cosas continúan así es probable un retorno a futuro de los estudiantes universitarios, sin embargo, solo el tiempo dirá si esto ocurrirá.

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